Captura co2

El dióxido de carbono se puede retirar de la atmósfera o evitar que llegue hasta ella mediante un proceso conocido como captura de CO2. El almacenamiento de este tipo de emisiones requiere de mucha energía y sólo retrasa la liberación del dióxido de carbono para así poderlo utilizar de otras formas. Los lugares de almacenamiento de CO2 más comunes son las formaciones geológicas profundas, en forma de minerales carbonatos o en masas de aguas con mucha profundidad, algo que puede acelerar el problema de acidificación de los océanos.

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