Reino Unido: Pionero en la eliminación del carbón para generar electricidad

  • Reino Unido cerró su última planta de carbón el 30 de septiembre de 2024.
  • El gas y las renovables han reemplazado el carbón en la generación eléctrica del país.
  • La transición energética del Reino Unido ha reducido las emisiones en un 74% desde 2012.

carbón

Reino Unido marcó un punto de inflexión en la historia de la energía al convertirse en el primer país de las grandes economías en eliminar el carbón en la generación de electricidad. Este hito es el resultado de un proceso de transición energética que duró más de una década, durante la cual se ha reemplazado el uso de este combustible fósil por fuentes de energía renovables, como la eólica y la solar.

El uso del carbón alimentó la Revolución Industrial en el Reino Unido, impulsando la economía del país durante más de un siglo. La primera central que quemaba carbón para la producción de electricidad fue inaugurada en Londres en 1882. Durante el siglo XX, el carbón representó la principal fuente de electricidad del país. Sin embargo, las políticas medioambientales y una creciente preocupación por el cambio climático han obligado a las naciones a buscar alternativas limpias para reducir las emisiones de carbono. Increíblemente, 135 años después de que se iniciara ese camino con el carbón, el país lo ha eliminado por completo en la generación de electricidad.

Un día sin carbón en Reino Unido: comienzo del fin

Central nuclear

Uno de los acontecimientos más significativos en esta transición hacia energías renovables ocurrió en abril de 2017, cuando, por primera vez desde la Revolución Industrial, el Reino Unido vivió un día entero sin quemar ni un kilo de carbón para generar electricidad. Entre las 23:00 horas del jueves y las 23:00 del viernes, la central eléctrica de West Burton 1, la única planta térmica de carbón operativa en ese momento, dejó de suministrar electricidad a la red nacional.

Este hecho, si bien no fue el cierre definitivo del carbón, fue celebrado como un hito por los activistas ambientales. La simbólica jornada demostró que una gran economía como la británica podía funcionar sin recurrir a combustibles fósiles, lo que marcó el inicio de una era de cambios hacia un futuro con menor dependencia de fuentes contaminantes.

La fecha fue significativa ya que ocurrió en primavera, un periodo en el que la demanda de energía tiende a disminuir. Las temperaturas moderadas reducen la necesidad de calefacción y aire acondicionado, y la demanda industrial también suele ser menor debido a las vacaciones. Todo esto permitió que la energía se generara con fuentes alternativas como el gas natural, la energía eólica y la solar.

Transición energética: del carbón hacia las renovables

Generación con carbón

En 2015, el Gobierno británico anunció su intención de eliminar gradualmente el carbón para el año 2025. Desde entonces, el país ha avanzado considerablemente en la transición hacia fuentes limpias de energía. En 2012, el carbón aún generaba el 40% de la electricidad del país, pero para 2017, su contribución había caído al 9%. Gran parte de esta energía fue reemplazada progresivamente por energía solar, eólica y de biomasa.

En los primeros años de la década de 2020, el Reino Unido ya había cerrado dos tercios de su capacidad instalada de carbón, lo que permitió una significativa reducción de las emisiones de dióxido de carbono. Las plantas de gas llegaron a suministrar el 47% de la electricidad, mientras que la energía eólica y la solar contribuyeron con un creciente porcentaje.

El papel de la energía eólica ha sido fundamental en la reducción de las emisiones del país. Entre 2012 y 2023, la energía eólica creció en un 315%, aportando significativamente a la producción eléctrica. Junto con la energía solar, estas fuentes renovables desplazaron millones de toneladas de carbón y evitaron un costo significativo en combustible.

Cierre de la última planta de carbón: Ratcliffe-on-Soar

última central de carbón

El 30 de septiembre de 2024 marcó el cierre definitivo de la central de Ratcliffe-on-Soar, una planta situada en Nottinghamshire que había estado operativa desde 1968. Con una capacidad de dos gigavatios, Ratcliffe abastecía a más de dos millones de hogares en sus mejores momentos. Sin embargo, con el creciente uso de renovables y la disminución en la demanda de energía generada por carbón, la planta cerró sus operaciones. Este evento convirtió al Reino Unido en la primera gran economía del G7 en eliminar por completo el carbón de su sistema eléctrico.

El cierre de Ratcliffe también tuvo un fuerte componente simbólico, ya que Gran Bretaña fue el país que lideró la Revolución Industrial, un proceso que se alimentó principalmente de carbón. En este sentido, poner fin a su dependencia del carbón representa también el fin de una era económica y social.

Según un análisis de Ember, desde 2012, las emisiones del sector eléctrico británico se redujeron en un 74%. En este período, la combinación de energía solar y eólica fue el principal factor que permitió la reducción de emisiones.

adiós al carbón

Lecciones para el futuro: desafíos y siguientes pasos

transición energética

Si bien el Reino Unido ha logrado un hito importante, aún queda mucho por hacer para alcanzar la neutralidad de carbono en 2030. Aunque las energías renovables ya representan más de la mitad de la generación eléctrica del país, el gas natural sigue suministrando una cantidad considerable de electricidad.

Las organizaciones medioambientales, como Greenpeace y Amigos de la Tierra, han instado al gobierno británico a enfocarse en la eliminación del gas natural y a continuar con las inversiones en energías limpias. Estas organizaciones también han señalado la necesidad de brindar una transición justa para los trabajadores que dependían de las industrias del carbón.

El desarrollo de nuevas tecnologías, como la captura y almacenamiento de carbono y el hidrógeno verde, será clave para que el Reino Unido alcance sus objetivos climáticos. El cierre de Ratcliffe es solo un peldaño en la escalera hacia la descarbonización completa.

Este proceso también abre una puerta a la creación de empleos en el sector de las energías renovables, permitiendo que la economía británica siga creciendo mientras se reduce el impacto medioambiental.

El fin de la era del carbón en Reino Unido marca el comienzo de una nueva era en la que las energías limpias serán protagonistas. Se trata de un avance hacia un futuro más sostenible, en el que las emisiones de carbono serán cosa del pasado y se impulsará la innovación tecnológica en el campo de la energía.


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      Josep dijo

    En primavera y Pascua baja el consumo eléctrico, ………… y aumenta en los destinos vacacionales de los británicos.

      Tomàs Bigordà dijo

    Tod@s se vienen hacia España 😛