El upclycing es algo que está de moda y sólo para bien. Se trata de buscar una nueva utilidad a un producto que ya ha dejado de ser útil y que, por lo tanto es un residuo. Muchos residuos son desechados en vertederos y no se le da la oportunidad de ser reutilizados y darle una segunda vida. Hoy vamos a hablar del caso de reciclar ropa. A cuántos se nos queda la ropa vieja, rota o pequeña y decidimos tirarla o donarla. Vamos a ver qué usos se les puede dar a la ropa para que tenga una segunda vida como producto y no pase a ser un residuo desechable.
En este artículo vamos a enseñarte ideas de cómo reciclar ropa para que la aproveches al máximo y exprimas tu ingenio.
Reciclar ropa como entretenimiento
Entretenerse y buscar algunas técnicas creativas es muy bueno para la memoria, la diversión y el cerebro. De tal forma que el reciclaje puede convertirse en algo totalmente creativo cuando decidimos hacer una buena obra. Los recursos naturales hay que saber aprovecharlos y no desecharlo de esa forma para que se conviertan en simples residuos en el fondo de un vertedero. Con una aguja y un hilo se pueden hacer muchas maravillas. Tan sólo hace falta algo de creatividad y habilidad en el arte de coser.
Como no, la creatividad tiene que ser algo útil. Es decir, tenemos que aprender a crear nuevos productos a los que le vayamos a dar uso. De nada nos sirve crear de nuevo un producto que no vamos a usar, porque acabará almacenado igualmente. Por ello, es importante elegir bien entre necesidad de algo y creatividad.
No hay límites en cuanto a la creación de nuevos productos a partir de la ropa usada.
Reciclaje con camisetas
Las camisetas viejas son aquellas que ya no usamos o bien porque no nos gustan, porque se han quedado pequeñas o están rotas. Para poder darles una segunda vida, podemos darle al coco y buscar alternativas. Esta camiseta vieja puede convertirse en una excelente materia prima para hacer una bolsa, por ejemplo.
Tampoco es necesario tener que usar el hilo y la aguja. Con tan sólo hacer fundas para sillones o para el coche puede ser un uso bastante reiterado. También podemos usarlo como trapo para la limpieza y más si la ropa era de algodón. Si aprovechamos el patchwork, podemos hacer una colcha muy original usando el estampado. De esta forma, acabaremos teniendo una colcha llena de recuerdos de la ropa antigua y única para ti.
Si no tenemos experiencia, es normal verse algo más limitados con el patchwork. Sin embargo, esto abarca numerosas posibilidades de todo tipo. Lo más importante que hay que tener en cuenta cuando decidimos darle una segunda vida a un residuo, es empezar con proyectos pequeños para ir lográndolos. Si desde un principio y sin nada de experiencia en el terreno nos ponemos a buscar y construir una colcha grande, nos será una tarea imposible.
El proyecto a corto plazo y con más facilidad no quiere decir que vaya a tener un peor resultado. Igualmente estamos consiguiendo el objetivo por el que hemos empezado, es decir, darle una nueva oportunidad a la ropa vieja.
Una vez que hemos conseguido hacer proyectos más pequeños, podemos ir aumentando la creatividad haciendo algo que, a la vez que decorativo es práctico. El patchwork se puede aplicar en pequeñas zonas de la casa y es idea para tapar manchas, rotos o quemaduras.
Patchwork y almohadillado
Además de pintar o darle colorido a una zona vieja para camuflarla, podemos hacer una buena combinación de retales de tela para renovar el diseño de algo. Por ello, esto es muy buena elección si no tienes experiencia en el terreno. Estos retales deben combinar bien en armonía y, así, conseguiremos que el efecto no resulte demasiado cargado. No vale tampoco emplear retales de todos los colores y hacer un estampado sin ningún sentido. Haciendo buena mezcla de colores y diseños, encontraremos la clave de la elegancia y la decoración.
Lo retales son perfectos para hacer algunos proyectos sencillos como cortinas, bolsas para el pan, manteles, almohadas, forrar algunas sillas, sillones, cajas, libros, lapiceros y hasta los lápices. El truco está en saber anexarlo y almohadillarlo para que quede bien. Para ello, cogemos una capa de espuma o de esponja para el acolchado. Después, lo deberemos coser o grapar para que quede bien el almohadillado. Es algo que queda bastante bien en taburetes, diarios, libros, libretas, etc. Si conseguimos hacer un almohadón, tendremos una especie de cojín que se convertirá en lago cómodo y confortable para sentarnos en el sofá.
Otras ideas para reciclar ropa con la técnica del almohadillado puede ser el de hacer muñecos o juguetes sencillos. Para ello, deberemos aprender a coser si queremos que salga bien. Primero, diseñamos los patrones que tendrá el juguete. Tiene que ser algo sencillo, no podemos esperar hacer grandes obras de arte si no tenemos experiencia. Introducimos relleno en ambos lados y cosemos. Pueden ser cosas blanditas como bolas de corcho, espuma, algodón, más tela, bolas de papel, etc. Podemos construir algunos muñecos fáciles como un autobús o un gusano.
Vaqueros viejos
Seguro que tienes unos vaqueros viejos desgastados, rotos o que no te entran. Con estos vaqueros hay una variedad enorme de posibilidades de elaborar diferentes productos. Es una prenda que, por lo general dura mucho, pero con el paso del tiempo tienden a romperse o desgastarse o simplemente dejamos de usarlos. Una de las acciones más eventuales para los vaqueros viejos es la de recortarlos para que sean más cortos en verano. De esta forma, podemos convertir unos vaqueros que de cintura están bien pero son cortos, en unos pantalones más fresquitos para el verano.
También podemos aprovechar los vaqueros para hacer una cartera, monederos, ropa para el perro, etc.
Como pueden ver, reciclar ropa puede ser una buena opción para darle una nueva vida a un residuo que abandonamos por diversas razones. Si no eres creativo o no te van estas cosas, mejor dona la ropa a gente que sí la pueda necesitar. Siempre hay un lugar mejor para la ropa que un vertedero.