Fracking en España: evolución, consecuencias y el declive final

  • El fracking genera graves impactos ambientales como la contaminación de acuíferos y la emisión de gases efecto invernadero.
  • España posee grandes reservas de gas natural, pero el fracking ha sido prohibido debido a sus riesgos.
  • La técnica continúa generando controversia a nivel global, y su viabilidad sigue en duda por razones económicas.

Fracaso del Fracking en España

En anteriores artículos hemos analizado qué es el fracking, su funcionamiento y las controversias que rodean esta técnica de extracción de gas y petróleo. El fracking, o fracturación hidráulica, es un método basado en inyectar agua a alta presión, junto con productos químicos, para fracturar las rocas subterráneas y liberar los recursos naturales atrapados en ellas. Sin embargo, si bien el fracking ha sido extremadamente exitoso en países como Estados Unidos, en España ha resultado en un fracaso del que hoy analizamos las principales razones, así como sus consecuencias medioambientales y sociales.

Este artículo te proporcionará una visión exhaustiva sobre la evolución del fracking en España, sus impactos y los motivos detrás de su declive en nuestro país.

Consecuencias del fracking

Fracking en España

Uno de los aspectos más criticados del fracking son los impactos ambientales que provoca. El fracking no solo afecta el subsuelo donde se realiza, también genera efectos negativos en el entorno natural, como la contaminación de acuíferos, la liberación de gases de efecto invernadero, y daños a la flora y fauna locales. Esto se debe a la inyección de fluidos con diversos productos químicos en el subsuelo, los cuales pueden filtrarse hacia los acuíferos, contaminando las fuentes de agua potable.

Entre las sustancias químicas utilizadas en el proceso, destacan el benceno y el plomo, que son reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como factores cancerígenos. Además, el fracking libera gran cantidad de gas metano hacia la atmósfera, un gas de efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono, con un impacto climático más severo.

Otro de los impactos más graves es la alta demanda de agua. Para fracturar las rocas se requieren entre 9.000 y 29.000 metros cúbicos de agua por pozo, lo cual es particularmente preocupante en España, un país semiárido. La utilización de este recurso tan valioso puede generar una fuerte competencia por el agua en comunidades locales y sectores como la agricultura.

Fracking en España

Extraccion de gas natural

A partir del año 2010, cinco empresas comenzaron a investigar el potencial del fracking en el subsuelo español. Se esperaba que las reservas de gas natural en la Cuenca Vasco-Cantábrica pudieran proporcionar hasta 70 años de suministro de gas, según estimaciones de la Asociación Española de Compañías de Investigación, Exploración y Producción de Hidrocarburos y Almacenamiento Subterráneo. En teoría, esto podría haber hecho a España más independiente en términos energéticos.

Sin embargo, varios factores contribuyeron al fracaso del fracking en España. Uno de los principales motivos fue el bajo precio internacional del petróleo durante gran parte de la década de 2010, lo que hizo económicamente inviable la inversión a gran escala necesaria para la extracción mediante fracking. Las compañías que inicialmente apostaron por este método en España, como BNK y Shale Gas España, abandonaron sus proyectos. Además, la legislación española ha sido cada vez más restrictiva con esta técnica, culminando en la prohibición del fracking en 2021, como parte de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.

5 empresas: El intento fallido

Criticas ambientales

El grupo Shale Gas España, formado por cinco empresas extranjeras y nacionales, fue pionero en intentar desarrollar el fracking en nuestro país. Sin embargo, todas estas empresas han renunciado ya a la fracturación hidráulica como una alternativa viable para la extracción de gas natural en España.

En su mayoría, los permisos de investigación y extracción se concentraban en comunidades autónomas como Cantabria y el País Vasco. No obstante, la fuerte oposición ecologista y las limitaciones legales hicieron que este tipo de proyectos quedara estancado. Al final fue el bajo precio del petróleo el que terminó por sepultar definitivamente estos proyectos, aunque las presiones de grupos ecologistas jugaron también un papel importante.

El lado oscuro del fracking: más allá de España

Fracking en España consecuencias y evolución

En otros países, sobre todo en Estados Unidos, el auge del fracking ha generado preocupaciones similares a las que observamos en España. En algunas regiones de EE.UU., como Texas y Ohio, se han registrado numerosos sismos de baja magnitud en zonas donde se practica el fracking, lo que ha reforzado la desaprobación pública hacia esta técnica. Estos microterremotos son consecuencia directa de la inyección de fluidos a grandes profundidades, lo cual altera la estabilidad de las capas subterráneas.

Otro riesgo importante son los residuos peligrosos generados por el fracking. Los pozos pueden producir hasta 20 toneladas de lodo contaminante al año, resultantes del proceso de perforación y extracción. Estos lodos necesitan ser tratados adecuadamente, ya que contienen peligrosos residuos químicos y, en algunos casos, incluso materiales radiactivos.

Una técnica prohibida en muchos países

Fracking en España consecuencias y evolución

El fracking ha sido prohibido en varios países europeos, como Francia, Austria y Bulgaria, debido a sus riesgos ambientales y sus posibles efectos en la salud humana. En España, la situación es similar, con una prohibición total del fracking implantada en 2021 mediante la Ley de Cambio Climático.

Aunque la prohibición ha sido celebrada por grupos ecologistas españoles, aún existe el problema de las importaciones de gas extraído mediante fracking desde países como Estados Unidos. Cerca del 29% del gas que importa España proviene de lugares donde el fracking es una práctica común, lo que ha generado críticas en cuanto a la coherencia entre la política interna y las importaciones de energía.

El coste del fracking no solo es ambiental, sino también económico. Su viabilidad depende en gran parte del precio del petróleo y del gas en los mercados internacionales. Cuando los precios caen, este tipo de proyectos tienden a volverse insostenibles.

Estas realidades han llevado a muchos expertos a abogar por una transición hacia energías renovables. Las energías solares y eólicas no solo son más limpias, sino que también son más económicas a largo plazo, mucho más rápidas de desplegar, y no presentan los riesgos ambientales del fracking.

A pesar de la prohibición del fracking en España y en otros países, las importaciones de gas fósil extraído mediante esta técnica continúan. Esto plantea el desafío de cómo alcanzar la independencia energética sin comprometer los compromisos medioambientales establecidos en el Acuerdo de París.

En España, los intentos de desarrollo del fracking han sido frenados tanto por razones económicas como por la resistencia social y política. Afortunadamente, se están adoptando iniciativas para reducir la dependencia de combustibles fósiles y avanzar hacia un modelo energético basado en energías limpias y renovables.


Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.