Cuando adquirimos un electrodoméstico nuevo queremos que sea eficiente, fácil de usar y que realice las tareas que le corresponden correctamente. Una de las ventajas del desarrollo de la tecnología es que el consumo de los electrodomésticos ha disminuido gracias a la mejora en su eficiencia energética. Quizá nos llegue la factura de la luz y nos sorprendemos por la cifra que estamos viendo y es porque no estamos teniendo en cuenta el uso de algunos electrodomésticos que consumen mucho más que otros.
¿Sabes lo que consume una lavadora o una vitrocerámica? ¿Tienen el mismo gasto que un televisor o un secador de pelo? Si quieres saber cuál es el consumo de los electrodomésticos y cómo repercute en la factura de la luz, no tienes más que seguir leyendo este artículo.
Relación del consumo de los electrodomésticos
Es obvio que no todos los electrodomésticos necesitan la misma energía para funcionar. Algunos son más potentes y otros son más pequeños. Cada uno tiene una función en el hogar y, dependiendo del uso y su frecuencia, estaremos consumiendo más energía o menos. Por ejemplo, podemos tener una televisión mucho más tiempo encendido para que tenga un consumo parecido al que gasta un lavavajillas en un lavado completo. Dentro de cada tipo de electrodoméstico también debemos tener en cuenta el modelo. No todos los microondas o neveras consumen lo mismo.
La tecnología está avanzando a pasos agigantados hoy día. Cada vez es más óptimo el consumo de energía de cada electrodoméstico y eso nos puede ayudar a ahorrar en la factura de la luz. Sin embargo, por mucha eficiencia que tenga un aparato, si no lo empleamos bien, acabará consumiendo lo mismo y habrá que pagarlo de nuestro bolsillo.
Ya que cada modelo y marca de electrodoméstico es un mundo, tenemos la etiqueta de eficiencia energética que nos permite saber el consumo detallado de este aparato en cuestión. Además, nos permite conocer otras características importantes como lo son el ruido que ejerce mientras está funcionando, el agua que consume (en caso de ser lavadoras, lavavajillas, etc.) y la potencia máxima que tiene (esto está relacionado con la potencia eléctrica contratada que se tiene en el hogar).
Etiqueta de eficiencia energética
El uso de esta etiqueta como referencia necesaria para su compra o no es esencial de cara al ahorro energético. Cuando vamos a comprar un electrodoméstico no solo debemos mirar el precio, sino lo que nos costará en un futuro. Hay que pensar que lo que nos cueste el electrodoméstico en un momento determinado no es tan condicionante como lo que nos va a gastar con su uso durante años.
Vamos a poner un ejemplo para que se entienda mejor. Si compramos una lavadora que vale 300 euros pero tiene una eficiencia energética A+ nos estará consumiendo más a lo largo de toda su vida útil que si compramos una lavadora que vale 800 euros, pero que tiene una eficiencia A+++. Es decir, en ese momento estaremos gastando 500 euros más en la adquisición de la lavadora. Sin embargo, las lavadoras suelen durar, por lo general, más de 10 años. En 10 o más años, seguro que la que tiene eficiencia A+++ te ha ayudado a amortizar e incluso ahorrar bastante en el consumo de la luz.
A priori, cuando vamos a comprar un electrodoméstico, nos fijamos solo en el modelo y el precio. El consejo es pensar en el aparato en cuestión y los usos y el tiempo estimado que nos van a servir. Una vitro cerámica, una televisión, un microondas, son electrodomésticos que duran muchos años y que merece la pena mirar por su eficiencia. De lo contrario, nos encontraremos sorpresas cuando leamos el precio de la factura de la luz.
Vamos a analizar el consumo de los dos electrodomésticos más importantes del hogar.
¿Cuál es el consumo de la nevera y la lavadora?
Nevera
Estos son dos aparatos que no pueden faltar en un hogar. Son algo imprescindible y que se tienen que usar sí o sí. La nevera debe estar siempre activa y no tiene apenas descansos. Por otro lado, la lavadora se pone de media entre 2 y 4 veces por semana, dependiendo del número de personas que viven en el hogar y de su modo de vida. Por ello, son dos electrodomésticos que van a ejercer un consumo importante en el hogar y que se verá reflejado en la factura.
La nevera en sí no consume demasiada energía. No es algo que necesite de mucha energía para enfriar los alimentos. Sin embargo, lo que hace que su consumo sea mayor es que está siempre conectada. Esta es la razón por la que una nevera se lleva casi el 20% del consumo total de energía de un hogar. Este es motivo suficiente para que, a la hora de comprar una nevera, estemos analizando con peños y señales la etiqueta de eficiencia energética. Elige aquellas neveras que sólo consumen 170-190 KWh al año. Esto se traduce tan solamente en 20-30 euros anuales.
Una vez analizado esto, se llega a la conclusión que, si la nevera vale más cara por ser más eficiente, a la larga nos saldrá rentable porque su consumo será menor.
Lavadora
Pasemos ahora al caso de la lavadora. Para saber cuánto consume una lavadora hay que tener en cuenta varios factores. No sólo nos debemos fijar en la etiqueta de calificación energética, sino que también tener en cuenta la duración de los ciclos de lavados que vamos a realizar más a menudo y la temperatura a la que pongamos el agua.
No es lo mismo lavar en ciclos largos y con agua caliente que poner ciclos exprés de 20 minutos y con agua fría. El consumo se dispara en dos extremos. De todas formas, la etiqueta energética nos va a dar un buen indicador del consumo general y sólo hay que hacer cuentas. Seguro que merece la pena optar por pagar algo más por la adquisición de la lavadora pero luego ahorrar en la factura en los años siguientes.
Espero que con esta información puedas conocer mejor qué aspectos tener en cuenta para ahorrar en la factura de la luz y conocer más sobre el consumo de los electrodomésticos más importantes.