Después de una semana de trabajo intensivo en Nairobi, Kenia, la sexta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-6) llegó a su fin, subrayando la importancia de los esfuerzos de colaboración entre las naciones para abordar eficazmente el cambio climático. Esta reunión bienal culminó con la aprobación de 15 resoluciones, además de dos menciones y una declaración ministerial. La declaración ministerial, que se elaboró tras una reunión a la que asistieron más de 70 Ministros de Medio Ambiente el jueves, reafirmó su compromiso con la cooperación continua para alinear las políticas climáticas dentro de sus respectivos países.
En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre la UNEA-6 y qué se debe hacer para proteger al medio ambiente.
Qué es la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente
La Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente es el máximo órgano decisorio mundial en materia de medio ambiente y reúne a representantes de todo el mundo para discutir y tomar decisiones clave en la protección del entorno natural. En la UNEA-6, más de 5600 delegados de 190 países analizaron y debatieron medidas urgentes para combatir lo que se conoce como la triple crisis planetaria: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
Durante la Asamblea se abordan temas críticos como la gestión de recursos naturales (minerales y metales), la contaminación del aire y agua, la pérdida de biodiversidad y el impacto de los conflictos armados en el medio ambiente. Además, el evento es el espacio donde se generan resoluciones no vinculantes que, sin embargo, forman la base para tratados y políticas ambientales nacionales e internacionales.
Resoluciones de la UNEA-6
Entre las resoluciones aprobadas por la UNEA-6 destacan medidas para combatir las tormentas de arena y polvo, mejorar la gestión de desechos químicos y fomentar la extracción sostenible de minerales. También se refuerza la necesidad de considerar los factores ambientales en actividades como la minería, que serán esenciales en la transición energética.
La presidenta de la cumbre, Leila Benali, destacó la importancia de abordar también la contaminación del aire y los efectos de fenómenos extremos como las tormentas de arena, que, aunque a menudo ignorados, afectan gravemente a la salud y la economía de muchas regiones. La UNEA-6 reconoció que estos y otros problemas requieren un enfoque integral, por lo que las resoluciones aprobadas son un paso importante hacia políticas globales y nacionales.
Una de las resoluciones más importantes fue la referida a los llamados minerales para la transición energética, que incluyen materiales imprescindibles para tecnologías como baterías de vehículos eléctricos y turbinas eólicas. La resolución pide una extracción responsable que tenga en cuenta no solo el impacto ambiental, sino también las repercusiones sociales.
Adaptarse al cambio climático en medio de conflictos
La Asamblea también hizo énfasis en los desafíos específicos que enfrentan los países en conflicto o posconflicto. Durante la cumbre, Ucrania solicitó ayuda ambiental para las regiones afectadas por la guerra. La ministra Leila Benali y la directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, destacaron la necesidad de abordar los impactos ambientales de los conflictos armados, que incluyen la destrucción de infraestructuras, contaminación por residuos y daño a ecosistemas vitales.
El PNUMA ha llevado a cabo 25 evaluaciones en zonas de conflicto en los últimos años, incluyendo Gaza y otras regiones devastadas. A través de estas intervenciones, se ha evaluado la destrucción de tierras agrícolas y la contaminación de suelos y cuerpos de agua, subrayando la necesidad de una recuperación ambiental en las zonas afectadas.
Una resolución clave en la UNEA-6 pide a los países fortalecer la protección del medio ambiente durante y después de los conflictos armados, asegurando que las consecuencias ambientales de la guerra no aumenten los desafíos climáticos ya existentes.
Medidas urgentes para frenar la contaminación plástica
Un logro significativo de la UNEA-6 fue evitar cualquier estancamiento en la búsqueda de un tratado mundial vinculante para combatir la contaminación por plásticos. A pesar de la oposición inicial de algunos países, los ministros reafirmaron su compromiso de avanzar con la resolución 5/14, que había sido aprobada en 2022 y que buscaba negociar un tratado global sobre plásticos.
El comité intergubernamental encargado de esta tarea se reunirá en Ottawa y Busan en 2024, para avanzar hacia un tratado vinculante en 2025. Sin embargo, este proceso ha encontrado resistencia por parte de algunos países que buscan reducir la ambición del tratado. Según Greenpeace y otras organizaciones, es fundamental que el lenguaje del acuerdo respalde la eliminación total de la contaminación plástica para 2040, y que se reconozca el vínculo entre la crisis plástica y la crisis climática.
El papel de la ciencia y los jóvenes
La UNEA-6 también destacó el papel clave de los informes científicos en la toma de decisiones informadas. Durante la Asamblea, el PNUMA presentó varios informes, entre los que destacó la Perspectiva Mundial sobre la Gestión de Residuos, que concluyó que la humanidad debe reducir drásticamente la cantidad de basura que produce, y el Panorama Global de Recursos, que indicó que los recursos naturales se están agotando a un ritmo alarmante.
Además, la Asamblea subrayó la importancia de las nuevas generaciones en la lucha contra el cambio climático. Grace Catapang, una activista juvenil filipina, pronunció un discurso potente al abogar por una mayor ambición climática: «En mi corta vida he sido testigo de las devastadoras injusticias infligidas al medio ambiente». Este llamado a la acción resonó entre los delegados y se reflejó en varias de las resoluciones aprobadas.
Con la próxima Asamblea prevista para 2026, está claro que el medio ambiente sigue siendo una prioridad en las agendas internacionales. Las resoluciones adoptadas en la UNEA-6 proporcionan una base sólida para avanzar hacia un mundo más sostenible, donde el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación se aborden de manera integrada y eficaz.