Superbacterias: qué son, características, riesgos y cómo prevenirlas

En el campo de la microbiología, el término superbacterias ha ganado una preocupante relevancia en los últimos años. Estas bacterias, resistentes a múltiples antibióticos, han causado que muchos tratamientos médicos se vuelvan ineficaces, lo que representa un serio desafío para la salud pública mundial. A medida que estas bacterias desarrollan resistencia, los tratamientos médicos previamente efectivos pueden dejar de funcionar, lo que conduce a complicaciones inesperadas, mayores costos sanitarios y un aumento en la mortalidad.
En este artículo, te explicaremos en detalle qué son las superbacterias, cuáles son sus características, su importancia para la salud humana, y cómo es posible prevenir su propagación. Además, analizamos casos específicos de superbacterias y las estrategias clave para protegernos de ellas.
¿Qué son las superbacterias?
Las superbacterias son cepas bacterianas que han desarrollado resistencia a múltiples antibióticos, lo que las convierte en difíciles de tratar con los fármacos comunes utilizados en la medicina. Desde la aparición de los primeros antibióticos, las bacterias han ido evolucionando, encontrando mecanismos genéticos de resistencia para adaptarse y sobrevivir a estos fármacos. En la actualidad, estas cepas resistentes pueden incluso sobrevivir a los antibióticos más poderosos, creando un gran desafío para los profesionales de la salud.
El proceso de evolución de estas bacterias se acelera cuando los antibióticos se utilizan de manera incorrecta o abusiva, tanto en la medicina humana como veterinaria. Esto provoca un fenómeno conocido como resistencia antimicrobiana. Cuando un antibiótico se utiliza repetidamente o en dosis incorrectas, algunas bacterias desarrollan mutaciones que les permiten sobrevivir, replicarse y, eventualmente, transmitir su resistencia a otras bacterias.
La propagación de las superbacterias a nivel global dificulta el tratamiento de infecciones comunes y complica procedimientos médicos críticos como trasplantes de órganos, quimioterapias o cirugías mayores. Sin medicamentos antimicrobianos efectivos para tratar infecciones, estos procedimientos se vuelven extremadamente riesgosos.
¿Dónde se encuentran y cómo se diseminan?
Las superbacterias pueden encontrarse en una variedad de entornos, como hospitales, hogares, comunidades y el medio ambiente en general. Si bien se asocian en mayor medida con las infecciones nosocomiales (infecciones adquiridas en hospitales), pueden estar presentes en cualquier parte.
- En hospitales, las superbacterias suelen ser más prevalentes debido al uso constante de antibióticos y la presencia de una gran cantidad de personas inmunodeprimidas.
- En la comunidad, las superbacterias pueden diseminarse por contacto directo con personas infectadas, objetos contaminados o alimentos.
Además, algunas superbacterias pueden no causar infección de inmediato, ya que muchas forman parte de la flora bacteriana normal del cuerpo humano. Esto es, colonizan nuestro organismo sin necesariamente provocar una enfermedad, lo que puede hacer que sea más difícil identificar su presencia hasta que generan complicaciones mayores.
Algunas bacterias resistentes, como el Staphylococcus epidermidis, que es común en la piel, pueden incluso cumplir funciones protectoras, al impedir que patógenos más agresivos colonicen la piel o mucosas. Sin embargo, en poblaciones vulnerables como los pacientes hospitalizados, estas bacterias pueden causar infecciones serias.
Principales superbacterias
Con el paso del tiempo, varias superbacterias se han hecho célebres por su capacidad para resistir los antibióticos convencionales. Aquí algunos ejemplos:
- Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM): Causa infecciones graves en la piel, huesos y pulmones. El SARM es particularmente peligroso en entornos hospitalarios.
- Klebsiella pneumoniae resistente a los carbapenémicos (KPC): Puede producir neumonía severa e infecciones urinarias. Esta bacteria es resistente a los carbapenémicos, antibióticos de última línea.
- Enterococcus faecium resistente a la vancomicina (ERV): Responsable de infecciones urinarias complicadas. La resistencia a vancomicina da lugar a infecciones difíciles de tratar.
- Neisseria gonorrhoeae: Responsable de la gonorrea. Algunas cepas son conocidas como supergonorrea por su resistencia a los antibióticos habituales como la azitromicina.
¿Cómo se desarrollan las superbacterias?
Las superbacterias han surgido mayoritariamente por el uso inadecuado de antibióticos, tanto en humanos como en animales. Factores como interrumpir un tratamiento antes de tiempo, usar antibióticos para infecciones virales, o incluso el uso en la ganadería para promover el crecimiento de animales sanos son precedentes del desarrollo de estas bacterias.
Cuando las bacterias son expuestas repetidamente y de manera innecesaria a estos medicamentos, terminan desarrollando mecanismos de defensa. Estos mecanismos pueden incluir enzimas que destruyen antibióticos, cambios en las paredes celulares para impedir la entrada de los fármacos o la expulsión activa de las moléculas que se intentan usar para eliminarlas.
En el ambiente hospitalario, el control deficiente de las infecciones o una higiene inadecuada también son factores que contribuyen a la aparición y transmisión de las superbacterias. El personal sanitario debe estar especialmente capacitado para evitar la propagación de estas bacterias, al igual que los pacientes y sus familias.
Importancia de las superbacterias para la salud global
Si bien no todas las bacterias resistentes son perjudiciales, el término superbacterias suele causar alarma debido a su fuerte vínculo con infecciones graves y difíciles de tratar. Sin embargo, a nivel microbiológico, algunas de estas bacterias forman parte del microbioma humano y pueden desempeñar funciones beneficiosas en nuestro cuerpo.
Por ejemplo, la microbiota intestinal, que contiene una variedad de bacterias resistentes, ayuda en la digestión y en la síntesis de vitaminas, como la vitamina K (clave para la coagulación sanguínea) y varias del complejo B, fundamentales para el metabolismo energético. De esta forma, aunque las superbacterias sean una amenaza en determinados contextos, también cumplen funciones clave en otros.
Cómo prevenir y protegerse de las superbacterias
La clave para enfrentar el aumento de las superbacterias está tanto en la prevención como en el uso adecuado de los antibióticos. Aquí algunos puntos clave:
- Uso responsable de antibióticos: Solo usar antibióticos cuando los recete un médico, respetar las dosis y completar todo el tratamiento prescrito.
- Higiene y control de infecciones: Lavar las manos con frecuencia, especialmente antes de tocar comida o después de ir al baño. En los hospitales, es crucial controlar el uso indiscriminado de antibióticos y garantizar la esterilización adecuada de los equipos médicos.
- Vigilancia de la salud pública: Los gobiernos y las organizaciones deben impulsar políticas para el monitoreo de la resistencia bacteriana a nivel local y global.
Principales tratamientos y futuro »
Actualmente, los médicos especialistas suelen utilizar combinaciones de antibióticos para tratar infecciones causadas por superbacterias. Dado que estas bacterias pueden resistir a un fármaco específico, combinar varios antibióticos aumenta las probabilidades de que la bacteria sea erradicada.
En algunos casos, se están empleando virus bacteriófagos, que atacan bacterias específicas sin dañar el tejido humano. Aunque los bacteriófagos aún están en fase experimental en la mayoría de países, estos representan una alternativa prometedora ante el incremento de la resistencia bacteriana.
Adicionalmente, se están desarrollando nuevos antibióticos para evitar la resistencia. Sin embargo, la solución más eficaz seguirá siendo utilizar estos medicamentos de manera adecuada y solo cuando sea estrictamente necesario.
El problema de las superbacterias es global y requiere la colaboración entre sectores, como los profesionales de la salud, los gobiernos, y el sector agrícola. La correcta implementación de medidas preventivas y el uso controlado de los antibióticos serán clave para evitar que las infecciones provocadas por superbacterias se conviertan en una causa predominante de mortalidad en el futuro.