El Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC) prevé que en 2017 se instalaron más de 60.000 MW eólicos en el mundo, con una tendencia positiva que muestra que la instalación anual subirá a alrededor de 75.000 MW en 2021. Según el Global Wind Market Report, presentado recientemente en Nueva Delhi, se espera que ese año el sumatorio de megavatios eólicos totales instalados llegue a los 800.000 MW, lo que prácticamente duplicaría la potencia actual instalada.
Durante 2016, se instalaron un poco más de 54.000 MW de energía eólica en más de 90 países, y 9 de ellos (incluyendo España) superaron los 10.000 MW instalados. Además, 29 países han superado los 1.000 MW. Gracias a esto, la capacidad acumulada mundial creció un 12,6%, alcanzando los 486.000 MW.
Meta 2050
El GWEC tiene una visión ambiciosa para 2050. Steve Sawyer, Secretario General de la organización, comentó que la energía eólica está compitiendo con éxito frente a otras tecnologías que reciben substanciales subsidios en todo el mundo. Además, genera nuevas industrias, crea cientos de miles de empleos y es un pilar fundamental para un futuro energético sostenible.
Sawyer subraya que es vital alcanzar un sistema energético de cero emisiones antes de 2050 para cumplir con los objetivos del cambio climático y desarrollo sostenible. La energía eólica juega un papel clave en reducir las emisiones y avanzar hacia un futuro donde la producción energética sea limpia y eficiente.
Penetración eólica global
Los niveles de penetración eólica continúan aumentando en todo el mundo, con Dinamarca liderando con un 40%, seguida por Uruguay, Portugal e Irlanda que superan el 20%. España y Chipre tienen alrededor del 20%, mientras que Alemania posee un 16%, China un 4%, y Estados Unidos un 5,5%. Curiosamente, Canadá también ha avanzado significativamente con un 6%.
En Europa, los precios de la energía eólica se han mantenido competitivos, especialmente en las subastas de eólica offshore, donde se han conseguido precios extremadamente bajos. Esto ha revitalizado el mercado europeo, que había mostrado signos de estancamiento. Países como Alemania han conseguido récords anuales de instalación con 6.440 MW añadidos en 2017, lo que resalta su papel de líder en energía limpia.
El aerogenerador más potente del mundo
Vestas y Mitsubishi han introducido un aerogenerador offshore de 9 MW, instalado en las costas de Dinamarca, que ha batido récords al producir 216.000 kWh en 24 horas. Este aerogenerador está preparado para operar de manera eficiente en vientos de entre 12 y 25 metros por segundo. Para poner esto en perspectiva, la energía generada en un solo día podría alimentar a un hogar español promedio durante más de 66 años.
El diseño del aerogenerador es impresionante, con una altura de 220 metros y palas de 83 metros. Este desarrollo supera el modelo anterior de 8 MW, mostrando cómo la innovación en energía eólica no tiene freno.
Crecimiento de la energía eólica en 2017
2017 fue un año crucial para la energía eólica, con una expansión notable en varias regiones del mundo. En particular, Asia lideró el crecimiento, con potencias mundiales como China e India a la cabeza. América del Norte también mostró un crecimiento considerable, mientras que Europa, aunque más estable, sigue avanzando hacia sus objetivos para 2020 con pasos seguros.
En América Latina, países como Uruguay, Chile y Argentina han tomado la delantera en la adopción de la energía eólica, compensando el estancamiento sufrido en Brasil debido a crisis políticas y económicas. En África, Kenia, Sudáfrica y Marruecos lideran el mercado eólico, y es notable el resurgimiento de Australia en el sector después de algunos años sin avances.
Retos para el futuro de la energía eólica
Si bien la energía eólica ha demostrado ser una tecnología clave en la transición hacia una energía limpia, aún enfrenta desafíos importantes. Según el Global Wind Energy Council (GWEC), uno de los mayores obstáculos es la tramitación de permisos, que en muchos países europeos no se realiza con la velocidad necesaria para cumplir con los ambiciosos objetivos de energía renovable.
En el caso de la Unión Europea, la capacidad instalada en 2021 fue de 11 GW, muy por debajo de los 30 GW anuales necesarios para cumplir con el objetivo del 40% de energías renovables para 2030. Este cuello de botella normativo impacta tanto en la inversión como en la cadena de suministro eólica. En diversos países, los procedimientos de autorización son lentos y las normativas están desactualizadas, lo que dificulta la construcción de nuevos proyectos.
Desafíos económicos en la cadena de suministro eólica
La presión económica sobre el sector eólico también ha sido intensa en los últimos años. De acuerdo con WindEurope, cuatro de los cinco principales fabricantes de aerogeneradores europeos, como Siemens Gamesa y Vestas, enfrentaron pérdidas en 2021. Esto se debe en gran parte al aumento de los costes de materiales como el acero, y los problemas logísticos derivados de la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania.
Además, la escasez de componentes y el aumento en los precios de las materias primas han provocado que empresas cierren fábricas y reduzcan plantillas, lo que configura un panorama complejo para la producción de tecnología eólica a corto plazo. Este fenómeno pone en peligro los objetivos del Pacto Verde Europeo y las metas de independencia energética de la región.
El reciclaje de turbinas eólicas
Un aspecto fundamental en el desarrollo de la energía eólica es la prolongación de la vida útil y reciclaje de los componentes. Actualmente, la industria se enfrenta al desafío de gestionar los residuos plásticos de las palas de los aerogeneradores, que están fabricadas principalmente con plásticos reforzados con fibra de vidrio.
Iniciativas como el proyecto Life Refibre, financiado por la Unión Europea, trabajan en la valorización de la fibra de vidrio de las palas para reducir el impacto ambiental de los aerogeneradores en su fase de desmantelamiento. En Dinamarca, DecomBlades, un proyecto pionero en el reciclaje de palas eólicas, está investigando nuevos métodos para reutilizar estos componentes, minimizando así su disposición en vertederos.
Proyecciones para la energía eólica en 2024 y más allá
El ritmo de crecimiento de la energía eólica se mantendrá, pero es necesario aumentar drásticamente su capacidad de instalación para cumplir con los objetivos climáticos globales. De acuerdo con WindEurope, se espera que entre 2022 y 2026 la Unión Europea añada una media de 18 GW anuales de nueva capacidad eólica, lo que sigue siendo insuficiente para alcanzar los objetivos de 2030.
A nivel mundial, se estima que la capacidad de la eólica marina aumente significativamente en las próximas décadas, especialmente con el desarrollo de parques floating wind en lugares como el mar del Norte y las costas de España y Portugal. El sector también experimentará una mayor inversión en tecnologías híbridas, que combinan eólica con hidrógeno.
Uno de los mayores proyectos emergentes será el parque eólico Horizonte en Chile, que con una potencia proyectada de 778 MW, se convertirá en el mayor de América Latina. Este tipo de infraestructuras serán claves para avanzar en la integración de las energías renovables en las matrices energéticas nacionales.
En 2023, la generación eólica en España alcanzó un récord histórico de 62.569 GWh, representando el 23,5% del mix energético, con Castilla y León liderando la producción con 13.553 GWh. A nivel global, la energía eólica generó 437 TWh en 2021, cubriendo el 15% de la demanda de electricidad de la UE-27 y el Reino Unido, lo que subraya su papel crucial en la descarbonización de la matriz energética europea.
La transición hacia una economía verde impulsada por la energía eólica continúa siendo un objetivo claro, con fuertes inversiones y la implementación de nuevas políticas que permitirán a los países reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Sin embargo, el éxito dependerá de la capacidad de los gobiernos y las empresas para superar los desafíos normativos, económicos y tecnológicos que persisten en el sector.