Cuando buscamos qué potencia de luz contratar, es vital comprender cómo funciona este concepto para no pagar de más con una potencia excesiva o sufrir apagones constantes por no tener suficiente. Tener claro qué potencia de luz contratar es crucial para optimizar tanto el gasto económico como el confort en tu hogar. Si contratas muy poca potencia saltarán los plomos al encender varios electrodomésticos, y si contratas mucha, estarás pagando de más.
A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber para elegir la mejor potencia eléctrica para tu casa, ajustada a tus necesidades y evitando derroches.
Qué es la potencia eléctrica
Para saber qué potencia de luz contratar, primero debemos entender qué es la potencia eléctrica. La potencia es la cantidad de energía que se consume o se genera en un tiempo determinado. Se mide en vatios (W) o kilovatios (kW), donde 1 kW equivale a 1000 W. Esto significa que la potencia eléctrica indica la cantidad de dispositivos que puedes conectar simultáneamente sin exceder la capacidad contratada.
Una forma fácil de verlo es pensar en la potencia como el ancho de una autopista: cuanta más potencia tengas, más carriles habrá para que los dispositivos eléctricos de tu hogar funcionen sin que se produzcan interrupciones.
La relación entre energía y potencia es sencilla, ya que la potencia mide la velocidad a la que se consume la energía. Si conectas varios electrodomésticos de gran consumo al mismo tiempo, necesitarás más potencia para evitar que salten los plomos.
Tener en cuenta este concepto es fundamental para saber cuántos kilovatios necesitas para que todos tus aparatos funcionen sin problemas a la vez y hacer que tu consumo eléctrico sea eficiente.
Preguntas frecuentes sobre qué potencia de luz contratar
Algunas de las preguntas más comunes que se hacen los usuarios cuando enfrentan la tarea de contratar una potencia adecuada están relacionadas con los electrodomésticos que se pueden usar simultáneamente. La {“tensión”} o potencia contratada varía dependiendo de varios factores, como el número de electrodomésticos y la magnitud de la vivienda.
No depende tanto del tamaño de la casa, ya que podrías vivir en una vivienda grande con pocos electrodomésticos, o en una pequeña con muchos aparatos. Lo relevante es saber cuántos dispositivos se utilizan a la vez.
Por ello, es importante no solo contar el número de electrodomésticos, sino también saber cuántos de ellos son de elevado consumo, como la lavadora, horno o aire acondicionado. Dependiendo de cuáles uses al mismo tiempo, deberás ajustar la potencia contratada.
Reglas para aprender qué potencia de luz contratar
Para ayudarte a tomar la mejor decisión, aquí tienes algunas reglas fundamentales sobre la contratación de la potencia que necesitas:
- Regla 1: Cuanto mayor sea la potencia contratada, mayor será el coste fijo en tu factura. Por lo tanto, deberás ajustar la potencia contratada lo más preciso posible para pagar lo justo.
- Regla 2: No bajes demasiado la potencia pensando que así ahorrarás. Si contratas menos de lo necesario, saltarán los plomos cada vez que uses varios electrodomésticos a la vez. Pero, si te quedas corto, te tocará subir la potencia después y eso puede salirte más caro.
- Regla 3: Recuerda que la instalación eléctrica también tiene sus límites. No todas las viviendas permiten tener potencias muy altas, lo que puede forzarte a cambiar la instalación eléctrica si quieres aumentar la potencia más allá de cierto límite.
Cálculo de la potencia necesaria
Para calcular la potencia recomendada para tu hogar, es necesario hacer una lista de los electrodomésticos que tienes y los que podrías usar al mismo tiempo. El objetivo es prever cuánta potencia necesitas en esas situaciones de mayor consumo. Aparte de eso, debes considerar también el tipo de instalación:
- Monofásica: La más común en viviendas, este sistema reparte toda la carga eléctrica en una única fase.
- Trifásica: Este sistema divide la carga en tres fases, lo que se traduce en un reparto más eficiente de la electricidad cuando se trata de grandes consumos.
En España, las potencias más comunes para hogares están entre los 3,45 kW y 4,6 kW. Sin embargo, dependiendo del tamaño de la vivienda y los electrodomésticos conectados, te podría convenir una potencia superior.
Cómo calcular la potencia eléctrica de tu hogar
La forma más precisa de calcular la potencia de luz necesaria es hacer un cálculo manual sumando la potencia de todos los electrodomésticos que vayas a tener conectados al mismo tiempo. Afortunadamente, hay varios métodos para hacerlo, algunos más rápidos como calculadoras online, o bien puedes hacer la suma manual.
- Método manual: Suma la potencia de todos los electrodomésticos y dispositivos que vayas a usar frecuentemente a la vez. Luego aplica un factor de simultaneidad (generalmente entre 0,3 y 0,5). Por último, añade entre 1 o 2 kW para tener en cuenta la iluminación y otros aparatos menores.
- Asesoramiento profesional: Contrata a un electricista para que revise tu instalación y realice un cálculo acorde a tus necesidades.
Ejemplo: Si tienes una vivienda bien equipada con electrodomésticos como lavadora, lavavajillas, horno y nevera, la potencia total que absorberían sería aproximadamente 5.5 kW. Aplicando un factor de simultaneidad de 0.3, obtendrías una potencia de 1.65 kW. Sumando 1 kW más para iluminación y otros aparatos, obtendrías una potencia mínima recomendada de 2.65 kW.
Esta potencia sería adecuada para una vivienda pequeña o mediana, pero si enciendes más electrodomésticos simultáneamente, deberás contratar una potencia superior.
Qué afecta el cálculo de la potencia eléctrica
Existen varios factores que influyen en la potencia eléctrica que necesitas contratar en tu vivienda:
- Electrodomésticos y tipos de aparatos: Tener más aparatos potentes o usarlos más a menudo incrementará tus necesidades de potencia.
- Personas en la vivienda: Cuantas más personas haya en el hogar, más electrodomésticos estarán en uso al mismo tiempo.
- Tamaño de la vivienda: Viviendas más grandes con más electrodomésticos requieren más potencia.
- Organización del consumo: Si puedes evitar usar electrodomésticos de gran consumo a la vez, es posible que necesites menos potencia.
Al contratar la potencia adecuada, lograrás un equilibrio entre el coste y tu comodidad diaria; para evitar que se corte la luz o gastar más de lo necesario.
Ajustar la potencia contratada puede generar ahorros mensuales sin afectar el uso de tus electrodomésticos, siempre y cuando calcules bien las necesidades según tu vivienda y hábitos de consumo.