Las energías renovables han dejado de ser una utopía y ya están ocupando un lugar destacado en los mercados energéticos globales. A medida que avanza la tecnología, relacionada con las renovables, se mejora en su eficiencia y capacidad de producción. Esto permite el desarrollo de soluciones energéticas que nos permiten aprovechar recursos naturales que antes considerábamos inalcanzables para generar energía eléctrica.
En los últimos años, países de todo el mundo han intensificado sus esfuerzos por mejorar la generación de energía proveniente de fuentes renovables. Un caso destacable es el de Portugal, que ha logrado lo que muchos pensaban imposible: abastecerse completamente de energías renovables durante cuatro días consecutivos.
Este hito no solo es un paso importante en la lucha contra el cambio climático, sino también una demostración de que vivir de energías renovables no es una utopía. Aunque ya se sabía que las fuentes renovables podían suplir una parte significativa de la demanda energética, Portugal ha demostrado que es posible cubrir el 100% de las necesidades eléctricas mediante estas tecnologías.
Las energías renovables y el autoabastecimiento
Durante cuatro días consecutivos, Portugal logró abastecerse completamente con energías renovables gracias a una combinación de energía eólica, solar, hidráulica y biomasa. El suministro ininterrumpido de electricidad a partir de estas fuentes marcó un récord significativo, superando los 107 horas sin necesidad de recurrir a fuentes no renovables.
Este logro ha sido posible en parte por las inversiones en infraestructuras energéticas renovables que el país ha realizado en los últimos años, y también por un conjunto de condiciones meteorológicas favorables, como fuertes vientos y abundante lluvia, que ayudaron a impulsar la producción hidroeléctrica y eólica.
A este avance se suman otros países europeos, como Dinamarca y Suecia, que también buscan independizarse completamente de los combustibles fósiles en el futuro cercano. Sin embargo, es Portugal quien ha dado un paso adelante más sólido con su logro, demostrando que este tipo de iniciativas en pro del autoabastecimiento energético son totalmente viables.
Además de la independencia energética, una de las mayores ventajas de este proceso es que durante esos cuatro días, las emisiones de gases de efecto invernadero en Portugal se mantuvieron prácticamente en cero**. Esto representa una acción directa y tangible en la lucha contra el cambio climático.
El papel crucial de la electrificación renovable
Uno de los factores que más ha contribuido al éxito de esta hazaña ha sido la diversificación de las fuentes de energía renovable. Según los datos, la energía hidroeléctrica representó el 53,1% de la electricidad producida durante esos días. La energía eólica, una de las más potentes y eficientes con las que cuenta Portugal, generó un 41,8%. La biomasa y la energía solar** también tuvieron un rol, aunque mucho más reducido, representando el 4,1% y el 1% respectivamente.
Es importante destacar que este éxito se debe no solo a la producción de energía, sino también a una correcta gestión de la misma. En algunas ocasiones, se utilizó el excedente de energía renovable para almacenar agua en represas mediante bombeo, lo que permitió generar electricidad de manera más eficiente cuando las condiciones meteorológicas no eran tan favorables.
Estas acciones son indicativas del gran potencial que tiene Portugal para convertirse en un referente energético en Europa y lograr un suministro de electricidad 100% renovable de forma permanente. El presidente de la Associação Portuguesa de Energias Renováveis, António Sá Costa, ha señalado que el país está en camino de autoabastecerse completamente a través de energías renovables antes del año 2030.
Vivir de renovables no es una utopía
Este logro no es más que el comienzo de una serie de cambios estructurales que Portugal está implementando. En el pasado, el país dependía en gran medida de combustibles fósiles para generar electricidad, llegando a producir casi un tercio de su energía a partir de centrales nucleares. Sin embargo, en los últimos años, la balanza ha comenzado a inclinarse hacia las energías limpias.
Desde el año 2000, Portugal ha instalado más de 12GW de capacidad renovable de un total de 18GW de potencia instalada. Este esfuerzo ha sido clave para reducir la dependencia de las fuentes no renovables y maximizar el uso de energías como la eólica, la hidráulica y la energía solar.
El camino hacia un sistema energético completamente renovable no ha sido sencillo, pero los avances de los últimos años demuestran que es un objetivo posible y alcanzable con la voluntad política, inversión y una gestión eficiente. Alemania, por ejemplo, ha tenido que pagar a sus ciudadanos en algunas ocasiones cuando ha producido un excedente de energía renovable que no ha podido almacenar, lo que refleja la importancia del almacenamiento en este tipo de sistemas.
“Este logro coloca a Portugal en una posición envidiable para afrontar el futuro energético, con potencial para hacer la transición a un sistema 100% renovable en las próximas décadas”, señaló la ONG portuguesa Zero.
Portugal sigue siendo un claro ejemplo de que el abastecimiento energético renovable a largo plazo es un objetivo realizable. A medida que las tecnologías en energía solar, eólica y otras fuentes se hacen más eficientes y baratas, el camino hacia un futuro libre de combustibles fósiles parece cada vez más alcanzable.
Gracias a estas medidas, el país ha logrado no solo una reducción considerable en sus emisiones de CO2, sino también una mayor independencia energética, lo que le permitirá protegerse de los vaivenes del mercado de combustibles fósiles y reducir su factura energética.