El incendio que ha tenido lugar en La Peñuela de Moguer (Huelva) y que ha alcanzado el Espacio Natural de Doñana, nos ha hecho reflexionar sobre la importancia que tiene el mantenimiento y la buena conservación de este lugar.
Hoy, para recordar y conciencia a la población sobre la importancia que tiene Doñana, vamos a hablar un poco de lo que se quiere conservar y la importancia que tiene.
Parque Nacional de Doñana
El Espacio Natural de Doñana fue declarado como tal en 1999 y se integró en la lista de espacios naturales protegidos tanto el Parque Nacional como el Parque Natural. La ley que controla los Parques Nacionales es mucho más estricta que la de los Parques Naturales. Por el alto nivel de biodiversidad y la funcionalidad de los ecosistemas que existen en la zona de Doñana, es necesario que el régimen de protección sea mucho más alto.
Según la web de la Junta de Andalucía, el Espacio Natural de Doñana, que engloba a ambos parques, es la mayor reserva ecológica de Europa. Esto es debido a que el espacio natural de Doñana alberga una biodiversidad única, en la que destacan dos especies emblemáticas como son el lince ibérico y el águila imperial. Estas dos especies están hoy día en peligro de extinción. Además, las lagunas que existen en Doñana permiten a muchas aves a tener un lugar de paso, cría, reproducción y nido de muchas especies migratorias de África y Europa.
Un lugar con más de 100.000 hectáreas protegidas
Comprende una superficie protegida de 108.087 hectáreas, las cuales se reparten casi por igual entre las categorías de protección de Parque Natural (53.835 hectáreas) y Parque Nacional (54.252 hectáreas). Suena un poco irónico que se diga que estén protegidas las zonas cuando se ha producido un gran incendio y apenas se ha tenido prevención o protección sobre él. Sin embargo, sobre este espacio natural recae una larga lista de reconocimientos nacionales e internacionales que destacan la importancia de su patrimonio natural y cultural.
Lo primero que se protegió, declarado en el 1969, fue el Parque Nacional, joya de todo lo que se quiere conservar con una mayor necesidad. Los ecosistemas que posee son tan importantes para muchas especies que su estabilidad es muy frágil y su necesidad de conservarlo se hace imperativa. Recordamos que gracias a estos ecosistemas naturales aún se conservan especies emblemáticas como el lince ibérico y el águila imperial. La marisma es lugar de paso, cría e invernada para miles de aves europeas y africanas, lo que la convierte en un ecosistema de altísimo valor ecológico.
Doñana está declarado como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco (1994) y está integrado en la Red de Parques Nacionales. Para que un espacio natural sea Parque Nacional debe de tener un alto valor natural y cultural, debe de estar poco alterado por la actividad humana, tiene que albergar flora y fauna singular o formaciones geomorfológicas especiales que hagan que su conservación sea necesaria. Además, se declara de interés general de la nación por ser representativo del patrimonio natural español y está amparado por la ley.
También debe de tener una superficie lo suficientemente amplia para permitir su evolución natural y los procesos ecológicos naturales. De no ser tan grande superficialmente, estaríamos hablando de una reserva natural, cuyo régimen de protección es aún más alto. En los Parques Nacionales no existen núcleos urbanos habitables en su interior, salvo casos excepcionales. Por otro lado, en los Parques Naturales sí que se permiten núcleos urbanos.
Por su parte, el Parque Natural de Doñana, de reconocimiento autonómico, se declaró el 28 de julio de 1989 y está ubicado en el extremo sureste de la provincia de Huelva, suroeste de la de Sevilla y noroeste de la de Cádiz. La declaración de parque natural la hace por decreto el consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. Esta zona sirve de amortiguación de impactos humanos para actuar de “colchón” ante cualquier actuación.
Como podéis observar, lo que se intenta proteger en Doñana es emblemático de España, una biodiversidad única y unos espacios naturales con alto valor ecológico.