En la comunidad rural de Santa Rita, Nicaragua, un grupo de 20 mujeres ha logrado llevar a cabo una iniciativa que no solo transforma sus hogares, sino también el medio ambiente. Estas mujeres han aprendido a construir fogones ecológicos y paneles solares con la ayuda de capacitaciones impartidas por especialistas. Este innovador proyecto tiene como objetivo reducir los efectos contaminantes de los combustibles fósiles, disminuir los gastos en los hogares y mejorar la salud de las familias al reducir la exposición al humo dañino.
La importancia de los fogones ecológicos
Los fogones tradicionales de leña, utilizados por muchas familias en zonas rurales de Nicaragua, suponen un peligro para la salud debido a la exposición prolongada al humo. Además, el uso excesivo de leña contribuye a la deforestación y al agotamiento de los recursos naturales de las comunidades. En Santa Rita, las mujeres decidieron enfrentar este problema construyendo fogones ecológicos, los cuales están diseñados para reducir el consumo de leña y canalizar el humo fuera de las viviendas a través de un tubo de aluminio.
Estos fogones, elaborados principalmente con barro, son una solución simple pero eficaz. La estructura cerrada permite que el fuego se concentre, lo que genera una cocción más eficiente y disminuye considerablemente la cantidad de humo en el interior de las casas. Como resultado, las enfermedades respiratorias relacionadas con la inhalación de gases tóxicos se han reducido notablemente en la comunidad.
El proyecto está valorado en 40.000 dólares y es auspiciado por la Embajada de Alemania en Nicaragua. Gracias a esta colaboración, no solo se han construido los fogones, sino que también se han instalado paneles solares que proporcionan energía a los hogares de la localidad.
Beneficios para la salud y el medio ambiente
En Nicaragua, uno de los principales problemas asociados al uso de cocinas con fuego abierto es el impacto en la salud de las mujeres y niños, los principales afectados por la exposición diaria al humo. Las enfermedades respiratorias, dermatitis y problemas oculares son comunes en familias que cocinan con métodos tradicionales. Por ello, los fogones ecológicos representan un alivio significativo para la comunidad de Santa Rita.
Estos fogones no solo reducen el uso de leña, sino que al utilizar menos cantidad de materiales inflamables, como el plástico, ayudan a disminuir el riesgo de cáncer pulmonar y otras enfermedades respiratorias crónicas. A largo plazo, este proyecto tiene el potencial de mejorar la calidad de vida de las familias y proteger el medio ambiente mediante una menor deforestación para la obtención de leña.
En la isla de Ometepe, un proyecto similar liderado por la Asociación Sanito Nicaragua se destacó por la construcción de fogones ecológicos que utilizan materiales locales como tierra, ceniza y reciclables como botellas de vidrio. Este tipo de iniciativas son claves para fomentar la sostenibilidad en las zonas rurales de Nicaragua.
El uso de la energía solar: un paso hacia la sostenibilidad
Paralelamente a la construcción de fogones ecológicos, las mujeres de Santa Rita han recibido formación para instalar y mantener paneles solares. En una comunidad donde el acceso a la electricidad era limitado y poco fiable, estos paneles solares han marcado la diferencia. Equipados con 15 vatios de potencia, los paneles permiten cargar dispositivos electrónicos pequeños y estabilizan el consumo eléctrico, reduciendo en un 15% las facturas de los hogares beneficiados.
El uso de tecnologías solares no solo contribuye a reducir la dependencia de la red eléctrica, sino que también es una fuente de energía limpia y renovable, lo que contribuye a mitigar el cambio climático. En otras regiones de Nicaragua, como Totogalpa, la Cooperativa Mujeres Solares ha implementado soluciones similares con cocinas solares, hornos ecológicos y la venta de fogones solares. Este tipo de emprendimientos demuestra que, con el conocimiento adecuado, las energías renovables pueden transformar comunidades y ofrecerles nuevas oportunidades económicas.
Transformación de la matriz energética en Nicaragua
Nicaragua cuenta con un gran potencial para la producción de energías renovables. Sin embargo, solo el 10% de este potencial es aprovechado actualmente. El país tiene acceso a recursos naturales como el agua, el viento y el calor de los volcanes, que podrían ser utilizados para generar energía limpia y barata.
El gobierno de Nicaragua se ha comprometido a aumentar la proporción de energía renovable en la matriz energética del país. Se espera que para el año 2020, el 90% de la energía consumida en el país provenga de fuentes limpias. Este objetivo ambicioso solo es alcanzable si se siguen promoviendo proyectos como el de Santa Rita y otros en diferentes zonas rurales del país.
Proyectos similares en Nicaragua
En otras regiones de Nicaragua, también se están llevando a cabo proyectos similares para fomentar la energía sostenible. En Managua, más de 50 mujeres que trabajan en la elaboración de tortillas se han unido a la organización Hábitat para la Humanidad para reemplazar sus fogones tradicionales por ecofogones. Estos fogones mejorados utilizan menos leña, generan menos humo y permiten ahorros significativos en los costos asociados a la compra de leña.
Asimismo, se han implementado proyectos bajo la iniciativa de la Fundación Proleña, que promueve el uso de cocinas ecológicas entre mujeres de bajos recursos que dependen de la venta de productos alimenticios como tortillas y nacatamales. A través de estas tecnologías, las mujeres han logrado reducir el consumo de leña en un 50%, lo que representa una mejora inmediata en sus condiciones de vida.
Estos proyectos no solo generan un impacto ambiental positivo, sino que también ofrecen una alternativa económica viable para las mujeres que, muchas veces, son jefas de hogar y no cuentan con una fuente de ingresos estable.
El caso de las Mujeres Solares de Totogalpa es otro ejemplo de éxito en el uso de energías renovables. Estas mujeres han aprendido a usar cocinas solares para eliminar casi por completo el uso de leña, y ahora producen su propio carbón orgánico utilizando caña de maíz, lo que les permite ser autosuficientes en términos de energía y sostenibilidad.
Costos y sostenibilidad a largo plazo
Aunque la construcción de fogones ecológicos y paneles solares requiere una inversión inicial, los beneficios a largo plazo superan con creces los costos. En proyectos como el de la isla de Ometepe, la construcción de un ecofogón cuesta alrededor de 150 dólares, lo que incluye los materiales y los costos de mano de obra. Sin embargo, los hogares beneficiarios no solo reducen sus gastos en leña, sino que también mejoran su salud y el medio ambiente.
Por otro lado, en el proyecto de la Fundación Proleña, se ha logrado que el costo de cada cocina mejorada se reduzca significativamente mediante subvenciones que cubren el 50% del precio total. Esto ha permitido que mujeres de escasos recursos puedan acceder a esta tecnología económica y sostenible.
El compromiso de los beneficiarios también es clave para la sostenibilidad de estos proyectos. En muchos casos, como en Ometepe, los beneficiarios deben participar en talleres sobre reforestación y comprometerse a plantar árboles, lo que contribuye a restaurar el ecosistema local y garantizar un suministro sostenible de leña.
El éxito de estos proyectos demuestra que la energía renovable puede ser accesible para las comunidades rurales de Nicaragua, siempre que existan políticas adecuadas y apoyo de organizaciones internacionales y locales para promover su adopción.
Las mujeres de Santa Rita han demostrado que con el conocimiento adecuado y el apoyo necesario es posible transformar no solo sus hogares, sino también su comunidad. Los fogones ecológicos y los paneles solares representan una esperanza no solo para ellas, sino para todo el país, en su lucha por superar el uso de combustibles fósiles y garantizar un futuro más limpio y saludable para las generaciones venideras.