La actual realidad demuestra que el sistema económico y las fuentes de energías basados en combustibles fósiles no solo generaron contaminación sino una gran desigualdad social en el planeta. Por lo que millones de personas en el mundo no tienen acceso a la electricidad.
Para cambiar esta difícil realidad se necesita del compromiso de estados, sectores empresarios y del resto de las sociedades para que las energías renovables limpias lleguen a todos.
La cooperación e integración entre países puede facilitar la tarea de afianzar y profundizar la expansión de las energías renovables limpias como instrumento para desarrollar económicamente a los países más atrasados y sacar del estado de pobreza a poblaciones enteras y mejorar la calidad de vida de las mismas.
Las energías renovables deberían democratizar el mercado de la energía y bajar el nivel de dependencia de los países ya que todos cuentan con variedad de recursos naturales y fuentes de energía renovables en sus territorios.
La ONU desde hace varios años promueve las energías limpias como una herramienta útil y necesaria para disminuir la pobreza. Gran parte de las energías limpias el insumo o materia prima principal es gratis como el sol, viento, las olas del mar, agua, el calor,etc por lo que solo se debe invertir en tecnología para aprovechar estas recursos y abastecer tanto a ciudades como a zonas aisladas o alejadas del planeta.
Uno de los grandes desafíos del siglo XXI es reemplazar al petróleo como fuente de energía y combustible por energías renovables y limpias, pero también sacar de la pobreza a millones de personas, mediante un sistema económico que realmente aproveche eficientemente los recursos energéticos, que sea más inclusivo y solidario.
El contenido del artículo se adhiere a nuestros principios de ética editorial. Para notificar un error pincha aquí.
Sé el primero en comentar