
En los últimos años, las energías renovables han ganado un protagonismo indiscutible en la agenda energética mundial. En Europa, el Parlamento ha establecido objetivos ambiciosos para el 2030, solicitando que el 35% de la energía producida provenga de fuentes renovables. Este hito, además de ser un impulso enorme, desafía a las naciones a acelerar su transición energética.
El panorama europeo y la situación de España
Hasta la fecha, Suecia, Finlandia, Letonia, Austria y Dinamarca son algunos de los países europeos que ya han cumplido con los objetivos marcados para 2030. Suecia destaca con más del 54% de su energía proveniente de fuentes renovables, lo que demuestra un avance sobresaliente en comparación con otros países.
A pesar de que España ha logrado avances significativos, todavía queda un camino por recorrer. A finales de 2022, el país alcanzaba un 17% de energía renovable frente al total, lo que queda por debajo del 20% exigido por la Unión Europea para 2020. En contraste, Portugal, con condiciones meteorológicas y climáticas similares, ha alcanzado el 28%. La clave de esta discrepancia radica en una mayor inversión y apoyo a proyectos de energía renovable en el país vecino, especialmente en energía eólica y solar.
La propuesta europea para las energías renovables
Con el objetivo de acelerar la transición, la Comisión Europea ha propuesto aumentar las metas del 27% fijadas inicialmente para 2030 al 35%. Se trata de un cambio de gran envergadura que podría impulsar más iniciativas en infraestructuras energéticas renovables. No obstante, la decisión final sobre este objetivo aún depende de la ratificación del Consejo Europeo.
José María González, director general de APPA Renovables, recalca que la importancia de estos objetivos no radica únicamente en los números, sino en la señal clara que envían a la industria para priorizar las inversiones en renovables.
La situación en España
Aunque España ha estado en desventaja frente a otros países europeos, se han estado realizando esfuerzos para cerrar esta brecha. Uno de los mayores impulsos fue la celebración de tres gigantescas subastas de energías renovables en los últimos años, impulsadas por las presiones de la Unión Europea. Estas subastas permitirán que se instalen los MW necesarios para cumplir con los objetivos marcados.
Sin embargo, el país ha experimentado varios años de parón, en los que no se instaló ni un solo megavatio de nueva potencia en renovables, debido a las políticas restrictivas del anterior Gobierno español. Este freno ha sido identificado como uno de los principales motivos del retraso en la adopción de fuentes renovables.
Un ejemplo de la importancia de las energías renovables a nivel global se puede apreciar en China, donde se ha construido una carretera equipada con placas solares. Esto demuestra que las grandes potencias ya están apostando fuertemente por este tipo de energía, impulsados por la drástica reducción de costos en los últimos años.
Empresas españolas que apuestan fuerte por las renovables
Las empresas en España han comenzado a comprender el valor de las energías limpias y están redoblando sus esfuerzos para subirse al tren de las renovables. Empresas líderes en sectores como la banca y la construcción han comenzado a apostar por estas energías como estrategia clave para reducir sus emisiones y mejorar su imagen corporativa sostenible.
Bankia y Nexus Energía
Un caso concreto es Bankia, que ha firmado un acuerdo con Nexus Energía para abastecer todas sus sedes y sucursales con electricidad proveniente al 100% de fuentes renovables. Este contrato incluye un suministro de más de 87 GWh anuales, lo que generará importantes ahorros para la entidad bancaria.
Caixabank
Por su parte, CaixaBank también está apostando por las energías verdes al contribuir a una planta de biomasa en Viñales, Chile, para compensar sus emisiones de CO₂. La entidad ha demostrado su compromiso con la conservación del medio ambiente a través de la financiación de este proyecto que busca mitigar los efectos del cambio climático.
Un futuro prometedor
El objetivo de muchas empresas españolas del sector energético es alcanzar la autosuficiencia energética en 2040, generando el 100% de la electricidad a partir de fuentes renovables. Además, para 2050, el plan es haber logrado una descarbonización total del país.
No obstante, para que este futuro realmente se haga realidad, es necesario que el sector público y privado continúen apostando por políticas sostenibles y renovables a largo plazo. Solo de esta manera se podrá alcanzar el escenario ideal en el que ningún combustible fósil sea utilizado en España dentro de tres décadas.
España ya ha logrado avances importantes en la instalación de plantas eólicas y solares, y el futuro parece prometedor si se mantiene esta tendencia. Con grandes empresas como Iberdrola, Forestalia, Capital Energy y Nexus Energía liderando la carga, el país está encaminado hacia una transformación energética completa.