Sabemos que los vehículos de transporte generan un impacto significativo en la contaminación ambiental. Cada día, millones de automóviles y camiones emiten gases de efecto invernadero y partículas contaminantes que afectan gravemente la calidad del aire y contribuyen al cambio climático. En un esfuerzo por controlar y reducir estos efectos, la DGT (Dirección General de Tráfico) implementó en 2016 un sistema de etiquetas ambientales que clasifica a los vehículos según su nivel de contaminación.
Una de las preguntas más frecuentes que surge entre los conductores es: ¿Es obligatoria la pegatina de contaminación? En este artículo, responderemos esta duda en detalle y explicaremos la importancia de llevar la pegatina, sus características y cómo afecta a la movilidad en las áreas urbanas.
Pegatina de contaminación: Clasificación y características
Las etiquetas ambientales se introdujeron en España como parte de la estrategia del Plan Nacional de Calidad del Aire 2013-2016. Estas etiquetas no sólo permiten clasificar los vehículos según sus emisiones, sino que también ayudan a aplicar restricciones de acceso o circulación en muchas ciudades españolas, especialmente en Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Los vehículos se clasifican en cuatro tipos de etiquetas: 0 Emisiones (azul), ECO (verde y azul), C (verde) y B (amarillo). Estos distintivos no solo informan sobre las emisiones del vehículo, sino que permiten a las autoridades implementar políticas de tráfico eficaces para mejorar la calidad del aire en las ciudades.
- Nivel de emisión EURO: Indica qué normativa ambiental cumple el vehículo.
- Código QR: Proporciona información sobre el vehículo, incluyendo su antigüedad, tipo de combustible y nivel de emisiones.
- Matrícula y tipo de combustible: Varia según el distintivo. Los vehículos con etiqueta “0” y “ECO” especifican la energía que utilizan (eléctrica, híbrida o gas).
- Identificación DGT y FNMT: Certifica la autenticidad del distintivo.
Etiqueta de cero emisiones: Vehículos que menos contaminan
La etiqueta azul de cero emisiones destaca por identificar a los vehículos menos contaminantes, es decir, aquellos que operan con energías limpias. Los vehículos eléctricos, híbridos enchufables con una autonomía mínima de 40 km y aquellos de hidrógeno pertenecen a esta categoría. Estos automóviles tienen acceso prioritario y sin restricciones en gran parte de las Zonas de Bajas Emisiones ya que no generan prácticamente emisiones cuando circulan.
Entre los beneficios de tener este distintivo, está el poder acceder a zonas restringidas y estacionar de manera gratuita o a bajo coste en los principales centros urbanos.
Etiqueta ECO: Menos contaminación, pero con limitaciones
Los vehículos con el distintivo ECO también son considerados como de bajo impacto ambiental. La etiqueta verde y azul corresponde a vehículos híbridos enchufables con menos de 40 km de autonomía, híbridos no enchufables y vehículos que funcionan con gas (GLP o GNC).
Aunque estos vehículos tienen algunas restricciones en eventos de alta contaminación, por lo general, gozan de mayor libertad que los diésel o gasolina tradicionales. En situaciones extremas de contaminación, pueden verse afectados por prohibiciones de estacionamiento o ciertas áreas urbanas, pero aún tienen ventajas sobre los vehículos con etiquetas C y B.
Etiqueta C y B: Vehículos convencionales
Etiqueta C
Los vehículos con etiqueta verde C incluyen turismos con motor de gasolina matriculados a partir de 2006 y diésel a partir de 2014. Estos vehículos cumplen con las normativas más recientes de emisiones EURO 4, 5 y 6 para gasolina, y Euro 6 para diésel. Aunque estos vehículos generan más emisiones que los “cero emisiones” o los ECO, aún disfrutan de menos restricciones.
Etiqueta B
Los vehículos con etiqueta amarilla B son aquellos matriculados a partir de 2001 (gasolina) o 2006 (diésel). Estos vehículos cumplen la normativa Euro 3 para gasolina y Euro 4 y 5 para diésel. Aunque no están al mismo nivel que los vehículos con las etiquetas anteriores, siguen siendo permitidos en la mayoría de las áreas urbanas, aunque enfrentan más restricciones, especialmente en los episodios de alta contaminación.
¿Es obligatoria la pegatina de contaminación?
Actualmente, la pegatina de la DGT no es obligatoria a nivel nacional. Sin embargo, en ciudades como Madrid y Barcelona, su uso puede ser exigido. En el caso de Madrid, desde el 2019 es obligatorio tenerla visible en el parabrisas si se quiere ingresar en las zonas de bajas emisiones (ZBE) o en episodios de alta contaminación en la M-30. No llevarla en estas áreas puede conllevar multas de hasta 100 euros.
Si bien la DGT recomienda encarecidamente su colocación, especialmente para evitar problemas en las ciudades que implementan restricciones de tráfico, aún no es una exigencia para todas las áreas del país. Lo cierto es que, con la aprobación de leyes como la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, más ciudades comenzarán a exigir su uso en un futuro cercano.
La DGT sugiere colocarla en el ángulo inferior derecho del parabrisas o, en caso de motocicletas, en un lugar visible. Muchos conductores la colocan para evitar sanciones en las ciudades donde ya es obligatoria.
Llevar la pegatina de contaminación no es algo trivial. Mientras más ciudades españolas adopten las Zonas de Bajas Emisiones, mayor será la importancia de tenerla visible en tu coche si quieres evitar multas y disfrutar de las ventajas de circular sin restricciones en las zonas controladas por contaminación.