Desde hace unos días, se desarrolla en Hilton de Buenos Aires (Argentina) uno de los congresos más importantes del sector de las energías renovables de todo Latino américa.
Por los debates, conferencias, reuniones … pasaron todos: desde desarrolladores, a funcionarios de varios países, empresas, bancos y analistas especializados en pensar los mercados.
Airec 2017 (Argentina)
La directora del congreso es Rosa Elswood, ella expuso algunas ideas sobre cómo son las perspectivas para la Argentina en materia de renovables.
– ¿Por qué hicieron este año el evento en la Argentina?
En Green Power, cuando escribimos las agendas de nuestros congresos, siempre empezamos desde cero y con procesos bastante rigurosos e intensos de investigación. Hace 6 meses empezamos a hacer entrevistas con 85 líderes del sector de energías renovables, del mundo financiero y especialistas ambientales y a partir de ese proceso de investigaciones nos dimos cuenta de que el mercado argentino tenía un montón de oportunidades para el futuro de las renovables. Lo que se necesitaba era una plataforma para que la industria se junte y escuche sus ideas, estrategias y desafíos.
– ¿Por qué la Argentina se volvió un foco? ¿Tiene que ver con las regulaciones, tiene que ver con los recursos naturales?
Son muchos factores. El mundo tiene los ojos puestos en Argentina porque hay un cambio de paradigma y también porque se está cambiando el marco regulatorio. Desde que se creó la ley dedicada a las energías renovables se ha evolucionado y se han desarrollado las regulaciones para promoverlas. Ahora tienen hasta el año que viene los grandes consumidores de energía para asegurar que un 8% de la energía que consumen vengan de fuentes limpias. Y eso acelera a la industria.
– También hay una cuestión de precios, ¿no?
Sí. Hablando de precios también es importante decir que el costo de las tecnologías renovables ha bajado un montón. Ahora tiene sentido invertir en renovables no solo por cuestiones medioambientales, sociales o por responsabilidad moral, sino también desde el punto de vista económico y financiero. Esto es porque las tecnologías son más baratas, los precios no son tan altos como antes y es mucho más competitivos si los comparamos con los combustibles.
– ¿Cuáles son los desafíos de la Argentina?
Creo que algo que se aprendió después de las primeras rondas de Renovar es que hay que ser realista en cuanto a los precios a los que se llegan. No todos los proyectos que ganaron han conseguido financiación. Y creo que es algo que se ha aprendido. Otro de los desafíos es el contenido local, que también es una oportunidad porque hace que haya creación de empleos a nivel local y es una muy buena oportunidad para desarrollar los proyectos desde el inicio.
– ¿Qué recomendaciones haría desde el punto de vista financiero o de acceso a la financiación?
En estos días escuchamos a Michael Ekart de Citigroup, que recomendó al público que tenga cuidado con los precios al planificar para Renovar 2. Si se cuidan los precios eso va a traer inversiones de bancos de desarrollo y de fondos de inversión privados. Hay que tener cuidado y ser realistas.
De hecho, de los países vecinos, no solo Argentina está apostando por las renovables, podemos encontrar varios ejemplos. El exponente más claro puede ser Uruguay
Uruguay
¿De que forma un país pequeño sin reservas conocidas de petroleo pudo bajar el precio de su electricidad, reducir su dependencia del petróleo y ser líder en energías renovables?
En los últimos 10 años, Uruguay ha logrado algo que parecía imposible, convertirse en el país con mayor proporción de electricidad generada a partir de energía eólica en América Latina y uno de los principales en términos relativos a nivel mundial.
Condiciones favorables para la energía eólica
¿Cómo logró Uruguay diversificar de forma tan radical su matriz energética? El país tiene condiciones excelentes para la energía eólica, tan favorables que sorprendieron hasta a los propios técnicos.
«A nosotros también nos sorprendió porque somos un país cuyo relieve es una semillanura, un país muy chato. Y cuando en 2005 se comenzaron a hacer las medidas pensamos que sólo algunos lugares podían tener buena disposición para estos parques eólicos. En cambio las medidas nos permitieron ver que tenemos una estabilidad de buenas mediciones de viento durante todo el año», señaló Otegui.
La velocidad del viento es variable, por lo que un aerogenerador trabaja mayormente por debajo de la potencia nominal para la que fue diseñada.
Por ello, el principal indicador de la eficiencia de un parque eólico es el factor de capacidad, la relación entre la energía que se genera efectivamente en un período, y la que se hubiera producido si hubiese estado funcionado sin parar a potencia nominal.
«Sin entrar en demasiados detalles técnicos, es comprobado ya que los parques en Uruguay de 50 MW alcanzan factores de capacidad de entre 40% y 50% para modelos de aerogeneradores tales como V80, G97, V112 y otros». En cambio, los parques eólicos en EE.UU., por ejemplo, funcionaron en 2014 a una capacidad de 34% en 2014, según datos del Departamento de Energía de ese país.
Planear a 25 años
Más allá de las condiciones favorables, un factor crucial fue la planificación de la política energética a 25 años. El plan energético 2005-2030 fue además aprobado, como política de Estado, por todos los partidos políticos con representación parlamentaria, algo que no es común, siempre hay intereses por medio.
La planificación energética a 25 años aportó un marco de estabilidad para inversores y atrajo empresas privadas internacionales.
Según Otegui, «no se ofrecieron subsidios», sino licitaciones con «transparencia y seguridad al inversor».
«Se les garantiza el precio que ofertaron y ese precio se ajusta por una paramétrica que también se acordó. Ellos saben perfectamente desde el momento que se presentan cuáles son las pautas y cómo se va ajustar ese precio y son contratos que pueden ser hasta 20 años«.