Fracking: Impacto ambiental y de salud, beneficios económicos y regulaciones

  • El fracking facilita la extracción de gas natural de forma antes inaccesible.
  • Genera preocupaciones medioambientales y de salud, incluyendo contaminación del agua y emisiones de metano.
  • Su regulación efectiva y la transición hacia energías renovables son cruciales para mitigar sus efectos negativos.

fracking

El fracking es una técnica ampliamente utilizada para extraer gas natural y otros combustibles fósiles de formaciones de roca subterráneas. Esta técnica, también conocida como fracturación hidráulica, implica perforar la tierra e inyectar una mezcla de agua, productos químicos y arena a alta presión en las formaciones rocosas, lo que provoca fracturas en las rocas y libera gas o petróleo que puede ser extraído. Este proceso ha sido ampliamente adoptado en países como Estados Unidos para aumentar la producción de energía, pero no está exento de efectos ambientales y de salud pública que generan una creciente preocupación.

El gas natural explotado mediante fracking se encuentra atrapado en los poros y fisuras de formaciones rocosas sedimentarias, especialmente en depósitos de pizarras y margas, donde la baja permeabilidad de las rocas impide su migración, lo que hace necesario el uso de técnicas como el fracking para extraerlo. Sin embargo, a pesar de sus beneficios económicos, el fracking ha sido objeto de intensas críticas debido a sus impactos negativos sobre el medioambiente.

¿Qué es el fracking?

El fracking implica la perforación de un pozo que puede ser vertical u horizontal, a través del cual se inyecta una mezcla de agua, arena y productos químicos a alta presión. Esta mezcla provoca pequeñas fracturas en las formaciones rocosas, lo que permite que el gas natural atrapado en los poros de la roca fluya hacia el pozo para ser recopilado. En principio, el fracking permitió la explotación de fuentes de energía antes inaccesibles, en particular el gas de esquisto o pizarra. Sin embargo, el proceso genera gran preocupación porque utiliza productos químicos agresivos y grandes cantidades de agua, además de liberar gases contaminantes.

Impactos ambientales del fracking

A nivel ambiental, el fracking tiene múltiples impactos que afectan a varios aspectos del entorno natural:

  • Contaminación del agua: Durante el proceso, existe el riesgo de que los productos químicos utilizados en la inyección a alta presión, así como el gas metano, se filtren en las aguas subterráneas. Además, el fracking genera grandes cantidades de aguas residuales cargadas de contaminantes, como hidrocarburos cancerígenos (benceno) y elementos radiactivos (radio), lo que supone una amenaza para fuentes de agua potable.
  • Escasez de agua: Aproximadamente el 90% del agua utilizada en el fracking no regresa a la superficie, lo que provoca una significativa reducción de los recursos hídricos disponibles, en especial en zonas donde el agua ya es un recurso escaso. El desvío del agua de ríos y acuíferos para las operaciones de fracking también puede tener serias consecuencias para la agricultura y el consumo humano.
  • Emisiones de metano y gases de efecto invernadero: El gas natural que se extrae está compuesto principalmente de metano, un potente gas de efecto invernadero que tiene un impacto negativo en el calentamiento global, siendo 85 veces más potente que el CO2. Las fugas de metano, tanto durante la perforación como en las fases de producción y almacenamiento, pueden contrarrestar cualquier beneficio obtenido al cambiar del uso de carbón al gas natural.
  • Sismos inducidos: Se ha comprobado que el fracking provoca terremotos en áreas geológicamente estables debido a las inyecciones de agua a alta presión en las profundidades de la tierra. Estos sismos son difíciles de predecir y representan una amenaza para infraestructuras y poblaciones.

Efectos en la salud humana

El fracking no solo afecta al medioambiente, sino que también tiene consecuencias directas sobre la salud, especialmente en las comunidades cercanas a los sitios de extracción:

  • Problemas respiratorios: La evaporación de los fluidos residuales en estanques a cielo abierto libera compuestos orgánicos volátiles a la atmósfera, que puede generar problemas respiratorios como asma y bronquitis. Además, la exposición prolongada a contaminantes como el sulfuro de hidrógeno puede causar presión arterial alta, anemia y cáncer.
  • Aumentos en la exposición al radón: Las zonas cercanas al fracking pueden experimentar altos niveles de radón, un gas radiactivo que se considera la segunda causa principal de cáncer de pulmón en el mundo, después del tabaquismo. El radón puede disolverse en las aguas subterráneas y liberarse en el aire, afectando a los habitantes próximos.
  • Daños neurológicos y reproductivos: Algunos de los productos químicos utilizados en el fracking pueden causar infertilidad, defectos en fetos e incluso daños cerebrales, debido a la exposición prolongada a sustancias tóxicas presentes en el agua o el aire. Estos efectos son especialmente graves en los trabajadores del sector y en las comunidades cercanas.

Impacto económico y sus controversias

El fracking ha sido defendido vigorosamente por muchas empresas y gobiernos debido a sus beneficios económicos inmediatos. Esta técnica no sólo genera puestos de trabajo directos e indirectos sino que facilita un acceso doméstico a fuentes de energía, lo que puede reducir la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles. Sin embargo, muchos críticos señalan que estas ventajas a corto plazo no compensan los costos ambientales y de salud a largo plazo.

Además, en muchos casos los puestos de trabajo generados son temporales, y las comunidades locales pueden verse afectadas por contaminación y problemas de salud mucho después de que las empresas hayan abandonado los sitios de extracción. A pesar del impulso económico inicial, a largo plazo, estas explotaciones pueden dejar a las comunidades con problemas irreversibles de salud y suelos contaminados difíciles de rehabilitar.

¿Cómo se puede regular el fracking?

Uno de los principales desafíos que enfrentan los gobiernos es regular de manera adecuada el fracking para minimizar sus impactos negativos. En algunos países, como Francia y Alemania, el fracking ha sido prohibido, mientras que en otros, como Estados Unidos, sigue siendo una práctica común. La regulación efectiva debe incluir:

  • Transparencia en los productos químicos utilizados: Muchas de las empresas involucradas en el fracking no divulgan la composición exacta de los fluidos que inyectan en el subsuelo, lo que dificulta la evaluación de su impacto en la salud y el medioambiente. Exigir la divulgación completa de estos productos es crucial para una regulación efectiva.
  • Protección de las fuentes de agua: Se deben implementar controles estrictos para evitar la contaminación de acuíferos y aguas superficiales. Esto incluye la mejora de las tecnologías de sellado de pozos y la gestión de residuos.
  • Limitaciones de emisiones de metano: Las fugas de metano deben ser monitoreadas y minimizadas, y los gobiernos deben imponer límites estrictos a las emisiones permitidas.
  • Evaluaciones sísmicas previas: Antes de iniciar las operaciones de fracking, se deben llevar a cabo evaluaciones detalladas de la estructura geológica de la zona para identificar riesgos de sismos inducidos.

Alternativas al fracking

A medida que aumenta la preocupación por los efectos negativos del fracking, muchos expertos y activistas abogan por el desarrollo de energías renovables como una alternativa más sostenible. El uso de energía solar, eólica y geotérmica no solo puede reducir la dependencia de los combustibles fósiles, sino que también tiene un impacto mucho menor en el ambiente y la salud humana. En última instancia, la transición hacia formas de energía más limpias puede ofrecer una solución sostenible al problema energético global sin comprometer la salud del planeta ni la de sus habitantes.

Resulta evidente que, aunque el fracking puede ofrecer beneficios económicos a corto plazo, sus efectos negativos sobre el medioambiente y la salud suponen un desafío considerable. Si los gobiernos y las empresas no adoptan medidas estrictas para mitigar estos efectos, las consecuencias de esta técnica serán profundas y duraderas.


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