La creciente contaminación en las grandes ciudades y los efectos graves del cambio climático y el calentamiento global obligan a las ciudades a buscar sistemas de transporte menos dañinos con el medioambiente. La mayoría de las emisiones contaminantes en las ciudades provienen del transporte. Con millones de vehículos en funcionamiento, las consecuencias para los ciudadanos y el planeta son notables.
Para hacer frente a estos problemas surge la ecomovilidad, un concepto orientado a lograr una movilidad más sostenible en las ciudades, con el objetivo de reducir el impacto medioambiental del transporte. ¿Quieres saber más sobre qué es la ecomovilidad y sus características? Sigue leyendo.
¿Qué es la ecomovilidad?
La ecomovilidad es un concepto que surge ante la necesidad de integrar la ecología en el transporte. La movilidad de una ciudad depende de numerosos factores, como el tipo de combustible, la infraestructura vial, la red de transporte público, los carriles bici y más. Por ello, es necesario implementar medidas que reduzcan la contaminación generada por el transporte.
La ecomovilidad engloba todos los sistemas de transporte que permiten desplazar personas y mercancías de manera que se preserve y proteja el medioambiente. Esta forma de movilidad ayuda a reducir la contaminación y, según el principio del desarrollo sostenible, satisface las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras.
Otro de los nombres de la ecomovilidad es movilidad sostenible. Aunque algunas personas la asocian únicamente con caminar, usar bicicletas o el transporte público, no se limita únicamente a estas acciones. La ecomovilidad implica una combinación de medios de transporte menos contaminantes y una red de infraestructuras adecuada que permita un tránsito más eficaz y menos perjudicial para el entorno.
Importancia de la ecomovilidad
El transporte sostenible en las ciudades es clave para mejorar la calidad del aire y frenar el aumento de problemas respiratorios entre los ciudadanos. La contaminación atmosférica es un asesino silencioso que agrava enfermedades como el asma y otras afecciones respiratorias y cardiovasculares.
Actualmente, la ecomovilidad está ganando terreno en la sociedad. Cada año, la huella ecológica derivada del transporte aumenta significativamente. Aunque las acciones individuales pueden parecer insignificantes, el impacto global es considerable debido al elevado número de vehículos circulando a diario.
El uso extendido de vehículos alimentados por combustibles fósiles es uno de los principales responsables del incremento de las emisiones. Por ejemplo, cada vehículo personal emite toneladas de CO2 al día. Este problema es aún mayor en el transporte de mercancías, a menudo vinculado a la economía y el crecimiento, pero que presenta una gran huella de carbono. Es aquí donde se deben aplicar medidas que refuercen la ecomovilidad.
Un dato preocupante es que casi el 40% de las emisiones en las ciudades provienen del transporte comercial. Reducir el uso de vehículos contaminantes no solo contribuiría a mejorar la calidad del aire y la salud pública, sino también a disminuir los costos sociales derivados de la congestión del tráfico, los accidentes y la pérdida de competitividad.
Soluciones que propone una movilidad sostenible
La ecomovilidad ofrece soluciones para mejorar la eficiencia del transporte en las ciudades. Un ejemplo claro es este dato: en una calle de 3,5 metros de ancho pueden circular unas 2.000 personas en coche. Si esas personas usan bicicletas, el número se eleva a 14.000; caminando, a 19.000; en tren ligero, 22.000; y en autobús, 43.000. Esto demuestra que elegir el modo de transporte adecuado tiene un impacto enorme.
Entre las acciones que implementa la ecomovilidad, se incluyen:
- Fomentar el uso de sistemas públicos de bicicletas en las ciudades.
- Priorizar el transporte público sobre el privado.
- Aumentar las zonas peatonales para reducir el uso de automóviles.
- Restringir el acceso de coches a ciertas áreas urbanas.
- Promover el uso compartido de vehículos y maximizar su ocupación.
Además, la infraestructura vial desempeña un papel crucial en la movilidad sostenible. Las calles y carreteras deben estar diseñadas para minimizar tanto las distancias a recorrer como los atascos, ya que estos últimos generan niveles desproporcionadamente altos de contaminación.
También es fundamental el uso de vehículos con combustibles más limpios y con cero emisiones, como los coches eléctricos. Si la electricidad se genera a partir de fuentes renovables, estos vehículos prácticamente no generan impacto ambiental. En este sentido, la electrificación del transporte urbano será clave.
Sertrans y la ecomovilidad
El transporte de mercancías es responsable de alrededor del 40% de las emisiones en las ciudades. Conscientes de ello, empresas como Sertrans llevan años enfocadas en reducir el impacto de sus operaciones logísticas adoptando prácticas de ecomovilidad.
Entre las medidas implementadas por Sertrans, se destaca la planificación de rutas para reducir el tiempo y las emisiones. Los conductores actualizan las rutas en tiempo real, disminuyendo así también las distancias recoriertas y las ineficiencias.
Además, se ha optimizado el uso de sus vehículos mediante el alquiler de flotas más grandes, lo que reduce el número de viajes y, por lo tanto, las emisiones generadas. Finalmente, Sertrans ha incrementado el uso del transporte intermodal, combinando el transporte terrestre con otros medios menos contaminantes.
La ecomovilidad presenta importantes desafíos, pero su implementación es vital para garantizar un futuro sostenible. Adoptar prácticas sostenibles en el transporte urbano no solo beneficia al medio ambiente, sino también a la salud y las economías locales.