En un mundo donde el agua dulce se está convirtiendo rápidamente en un recurso escaso, cada gota cuenta, más aún con la actual sequía y las precipitaciones en forma de inundaciones, evitando que se pueda almacenar dicha agua de lluvia de forma eficiente. Por eso, en este artículo mostraré algunas formas de ahorrar agua en casa y de reducir de paso la factura del líquido elemento que tanto se suele derrochar sin pensar que algún día se puede perder o encarecer de forma importante.
No solo beneficiará a tu economía familiar, también lo hará a todos, ya que así dispondremos de más de este recurso hídrico que tan vital es para la vida, para la agricultura, para los animales, para las plantas, para todo en definitiva…
Sequía: El problema del agua «fabricado»
Antes de comenzar, decir que no hay que alarmar a la población. Hay que usar este recurso de forma eficiente, pero no amenazar o anunciar de forma catastrófica como lo están haciendo en muchos medios de comunicación. ¿Motivo? Vivimos en la Tierra, ni en Marte, ni en Venus, ni en ningún otro planeta. Es el planeta azul del Sistema Solar, y un 75% es agua, y muchas veces se pasa esto por alto para centrarse solo en las reservas de agua dulce. Por tanto, se pueden hacer cosas para evitar que la gente muera de sed, o que se limite este recurso.
Si existe un problema con el suministro de agua, no es por falta de ella, sino simplemente por falta de previsión o por inacción de los políticos… Por eso pongo que es un problema «fabricado», puesto que en parte ha sido fomentado por la falta de infraestructuras y medios para poder almacenar o suministrar agua allá donde se necesite. Ya se habla de la descertización del sur de Europa, sin embargo, recuerda que hay zonas que llevan mucho tiempo siendo auténticos secarrales, como algunas zonas de Australia, y tienen agua, solo hay que buscar esas alternativas para ello.
Reservas de agua dulce en el mundo
Las reservas hídricas del planeta pueden ser naturales, tales como ríos, lagos, humedales, icebergs, glaciares, agua subterránea o acuíferos, y capas de hielo, o también pueden ser artificiales, construidas por el hombre, como presas, depósitos, etc. Sea como sea, una de las principales fuentes de agua dulce en el mundo son los ríos, lagos y acuíferos subterráneos, desde donde se suele obtener agua potable para el consumo humano, y también para la agricultura, ganadería e industria.
Aunque el 71% de la superficie terrestre está cubierta por agua, solo el 2.5% de ella es agua dulce. De esa cantidad, el 0.5% se encuentra en depósitos subterráneos y el 0.01% en ríos y lagos. A pesar de que el agua está distribuida por la Tierra, el 90% de los recursos disponibles de agua dulce del planeta están en la Antártida. Y más de 1100 millones de personas carecen de acceso directa a fuentes de agua potable, especialmente en África.
El consumo medio de agua por persona puede variar dependiendo del país y otros factores. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España, el consumo medio de agua en los hogares fue de 133 litros por habitante y día en el año 2020. Esto equivale a aproximadamente 48.545 litros o 48,545 metros cúbicos por persona al año.
En cuanto al consumo total de agua de toda la humanidad, es difícil de estimar debido a la variabilidad en los patrones de consumo en diferentes países y regiones. Sin embargo, se sabe que la demanda de agua potable se incrementa en niveles de 64.000 millones de metros cúbicos al año. Es importante tener en cuenta que este número incluye no solo el consumo humano directo, sino también el uso de agua en la agricultura y la industria…
Situación en España
La situación hidrográfica de España es compleja y ha sido objeto de atención en los últimos años debido a varios factores, entre ellos, la sequía que nos ha tocado vivir en este periodo histórico, como también las hubo en el pasado. Ahora el «cambio climático» se ha convertido en una especie de comodín para todo, y los políticos alegan que no faltará agua para consumo humano, cosa que no es cierta, ya que vemos cómo en diversas poblaciones, especialmente de Cataluña y Andalucía, ya ha habido cortes del suministro.
La sequía no es algo de ahora, sino que es algo que ha ocurrido muchas veces a lo largo de la historia. Por ejemplo, en España, desde que hay registros conocidos, algunos de los peores periodos de sequía fueron:
- Sequía de 1749 – 1753: durante este período, España experimentó una grave sequía que afectó a gran parte del país. Las precipitaciones fueron escasas, y las reservas de agua disminuyeron significativamente.
- Sequía de 1944 – 1946: tuvo un impacto devastador. Los embalses se quedaron al 15%, y las reservas de los acuíferos también descendieron. Hubo cortes de agua y graves consecuencias para el medio ambiente.
- Sequía de 1979 – 1983: a principios de los años 80, España enfrentó otra sequía importante. El este de España fue la región más afectada durante este período.
- Sequía de 1991 – 1995: los embalses se encontraban en niveles muy bajos (alrededor del 15%). Las reservas de los acuíferos también disminuyeron, y hubo cortes de agua en algunas áreas.
- Sequía de 2016 – 2017: en el otoño de 2017, se registró una falta de precipitaciones y una reducción del agua en los embalses.
Además, en Europa, uno de los periodos más notables de sequía ocurrió en 1540. Desde noviembre de 1539 hasta los 11 meses siguientes, gran parte de Europa, incluyendo España, experimentó una sequía extrema con temperaturas abrasadoras y escasez de lluvias. Es decir, que el comodín «cambio climático» aquí no valía…
Siguiendo con el tema de España, y en cuanto al estado de los pantanos, los niveles de los embalses han disminuido considerablemente en los últimos 10 años. La reserva hídrica española se encuentra en niveles bajos en algunas zonas del territorio, especialmente crítica es la situación de Cataluña y en el levante sur. Andalucía también está bastante afectada, pero algo mejor que en esas otras zonas.
Finalmente, en cuanto a los cortes de agua en algunas poblaciones, la falta de lluvias y la sequía que sufre España desde finales de 2021 ha obligado a muchos municipios de varias comunidades autónomas a limitar el suministro de agua para garantizar el consumo humano, ese que a los políticos se les llena la boca asegurando que está garantizado. Muchos municipios han tenido que ser abastecidos por camiones cisterna, por lo cual la situación no es agradable. Por supuesto, teniendo en cuenta que Andalucía es la huerta de Europa, la alta dependencia de la agricultura del agua también está poniendo en riesgo este sector.
¿Qué pueden hacer desde los gobiernos?
Actualmente, con el agua, ocurre algo parecido como en el caso de las emisiones de CO2. No sé si sabrás que fue BP (British Petroleum) la que acuñó el término «huella de carbono» tras aquel desastre medioambiental ocurrido hace unas décadas. En 2000, BP se rebautizó como Beyond Petroleum, en una campaña de marketing para lavar su imagen, momento en el que crearon la primera calculadora online de la huella de carbono y casi que colgaron el problema a los individuos, a cada uno de nosotros. Como decir: «No, la culpa no la tienen las grandes corporaciones que contaminan. La culpa es de cada uno de las personas que emiten CO2 al ir en su coche, al enviar un email, o al realizar actividades cotidianas«. Un lavado de cerebro en toda regla.
¿Por qué digo esto? Pues porque con el agua ha pasado algo parecido. Es cierto que todos podemos ahorrar agua, y lo debemos de hacer. Pero no seamos tontos útiles, y miremos solo hacia lo que hacemos nosotros y no pidamos responsabilidades también a esas grandes industrias que consumen ingentes cantidades de agua, y no me refiero a la ganadería y la agricultura, que son otros de los sectores a los que tratan de desviar la problemática. Nuevamente, una hipocresía alarmante. Por ejemplo:
- Se estima que el 27% del agua consumida en la industria es empleada para la producción de papel y cartón.
- La industria de la moda es otra de las más contaminantes y que mayor cantidad de agua consumen.
- Lo mismo ocurre con la industria de los semiconductores, ya que por cada chip producido se necesitan unos 130 litros de agua pura.
- Otras industrias que también consumen grandes cantidades de agua son las químicas, con un 25% del total.
- La producción y transformación de metales también consumen grandes cantidades de agua, en torno al 13%.
- La doble moral de lo ECO se topa con el muro de la realidad una vez más con el caso de las baterías de litio para los «vehículos eléctricos». Para que te hagas una idea, para una batería de coche se necesitan unos 8 kg de litio. Para producir un kilogramo de litio se estima que se puede necesitar entre 400 y 2 millones de litros de agua, por se necesitarían entre 3200 litros de agua a 16.000 millones de litros…
Por tanto, el discurso de los políticos culpando al ciudadano no tiene sentido. Hay que mejorar la eficiencia de la industria para que consuman menos y se pueda reutilizar el agua. Además, como dije anteriormente, vivimos en el planeta del agua. ¿Cómo el bien más abundante puede ser escaso? Tenemos los mares y océanos para aprovecharlos, solo se necesita una infraestructura para el suministro a todos los puntos necesarios y una red de plantas desalinizadoras o desaladoras… Sin embargo, esto necesita una inversión de dinero bastante grande, culpar a los ciudadanos es gratis. Esa es la diferencia.
Desalinización: ¿es posible?
La cantidad de energía eléctrica necesaria para desalinizar agua puede variar dependiendo de la tecnología utilizada y de la salinidad del agua. De media, se puede requerir aproximadamente 3-10 kWh por metro cúbico de agua, es decir, por cada 1000 litros. Esto equivale a 0.003-0.01 kWh por litro de agua. Una energía eléctrica que puede provenir perfectamente de fuentes renovables, como puede ser la solar, la eólica, e incluso también de la maremotriz, geotérmica, etc. ¿Es posible? Claro, de hecho, ya hay varias plantas funcionando, algunas de ellas a baja capacidad. Por tanto, es cuestión de construir nuevas plantas y hacer funcionar las existentes al 100% para no tener problemas. Pero como digo, culpar a la gente que tarda más en ducharse o que abre el grifo demasiado es más barato que construirlas… ¡Ojo! No estoy diciendo que haya que derrochar agua, por favor, que no se me malinterprete…
¿Qué podemos hacer nosotros?
Cada uno de nosotros tenemos derecho a disfrutar del líquido elemento, imprescindible para la vida. Y tenemos derecho de disfrutarlo para beber o para cualquier otra actividad. Al igual que tenemos ese derecho, también tenemos un deber, y es no derrocharla o malgastarla. Y para ello, voy a dar algunos consejos que puedes seguir para ahorrar agua en casa, pero sin dejar de aprovechar este bien:
Grifos de bajo consumo
Una de las cosas que puedes hacer es cambiar todos tus grifos por unidades de bajo consumo, o si ya tienes grifos nuevos, existen también economizadores para instalar a los existentes.
Lavabo-cisterna
¿Y si aprovechamos el agua de lavarnos las manos o la cara para la cisterna? Sería ahorrar gran cantidad de litros cada vez que vayamos al baño, y eso lo puedes tener con este lavabo-cisterna.
Lavavajillas eficiente
Aunque lavar los platos en el lavavajillas ahorra agua frente a hacerlo a mano, hay algo extra que podemos hacer, y es comprar un lavavajillas más eficiente, como estos tres.
Lavadora eficiente
Al igual que el lavavajillas, otro de los electrodomésticos que consume agua es la lavadora, por lo que no hay que descuidar este aspecto, comprando alguna de estas lavadoras de las que menos agua consumen.
Riego eficiente
Además, si tienes jardín o macetas en casa, también tienes opciones para reducir el consumo de agua y mantener tus plantas en el mejor estado. Para ello, aquí tienes algunas sugerencias de productos, como el riego automático, o los kits de riego por goteo, o una boquilla para la manguera del jardín que ahorre agua.
Deshumidificador
¿Qué tiene que ver un deshumidificador de aire con el agua? Pues bien, estos aparatos no solo pueden reducir la humedad de tu hogar, evitando los malos olores, los hongos, y humedades de pared, así como reducir la corrosión de metales, fallos en aparatos electrónicos debido a una alta HR ambiental, etc., sino que a la par que hacen esto, recolectan grandes cantidades de agua del aire. Pueden obtener varios litros en unas horas de funcionamiento, y con este agua puedes, por ejemplo, regar las plantas, evitando así tener que consumir agua del grifo.
Detector de fugas
En España, cada año se pierden más de 700.000 millones de litros de agua debido a fugas y averías en las redes hidráulicas. Esta cantidad equivale al consumo doméstico anual de casi 14 millones de personas. Nosotros tenenos la responsabilidad de avisar al personal de mantenimiento del ayuntamiento si vemos una fuga, pero también podemos evitar fugas en casa por averías o por descuidos, como cuando nos vamos de vacaciones y dejamos un grifo abierto, o algo falla en nuestra ausencia…
Recolectar agua de lluvia
La lluvia es un gran aliado, sin embargo, cuando llega, no solemos aprovecharla. Para hacerlo, existen depósitos para recolectar el agua de la lluvia y así almacenarla para, por ejemplo, regar el jardín o las plantas.
Fosa séptica
Si tienes una casa rural sin una red de alcantarillado, no viertas el agua a los ríos o al campo, ya que esto puede terminar contaminando acuíferos y ríos. Usa una fosa séptica subterránea como esta. En algunos casos podrás incluso aprovechar el agua para riego de plantas una vez tratada. Por ejemplo, si separas los desagües de las aguas negras (fecales o del váter) de las aguas grises (ducha, lavabo, cocina, lavadora,…), puedes usar las grises para este fin. Existen en el mercado depuradoras para aguas grises que puedes instalar en casa y aprovechar el agua.
Piscina de sal
Usa una piscina con clorador salino, este tratamiento por sal puede alargar la vida frente a otros tipos de tratamientos, evitando que la tengas que renovar más frecuentemente. Con un buen mantenimiento podrías tenerla lleva con el mismo agua durante 7 años, e incluso a veces más. Incluso puedes reutilizar el agua de la piscina una vez decidas vaciarla. Para ello, puedes usar una destiladora.
Uso de destiladoras
Las destiladoras pueden usar agua del grifo, agua de la lluvia, etc., la cual se hervirá y el vapor será recogido por un alambique, donde se enfriará en el serpentín para volverla a condensar y que salga en forma de agua líquida pura. Esto se puede usar para beber, para el agua para la plancha, para la cafetera, etc., sin dejar resíduos de cal.
Para situaciones de supervivencia o emergencia
Para finalizar, aunque no sea un modo de ahorrar agua, sino de obtener agua potable para beber en situación extrema, puedes usar estos otros artículos que te recomiendo.