La buganvilla es una de las plantas más valoradas para decoración de interiores y exteriores. Su uso va desde macetas de patio hasta cubrir muros, creando verdaderos tapices naturales. Lo más atractivo es la diversidad de colores de la buganvilla, que permiten personalizar jardines, terrazas y espacios interiores con una pincelada de naturaleza tropical. No obstante, muchas personas se preguntan exactamente cuántos colores existen y cómo cuidar adecuadamente esta planta para disfrutarla durante todo el año.
En este artículo exploraremos los diferentes colores de la buganvilla, cómo cuidarla, qué condiciones necesita y algunos consejos detallados para su mantenimiento.
Colores de la buganvilla
Los colores de la buganvilla ofrecen una gama que va desde el llamativo rojo y violeta, hasta tonos menos comunes como el amarillo, blanco y rosa. Sin embargo, existen variedades bicolor que mezclan tonalidades en sus brácteas, lo que hace que durante la floración cambien de color, algo que resulta muy atractivo en jardines y terrazas. Un ejemplo popular es la buganvilla que comienza con flores rosas y poco a poco pasa al blanco.
Además de las flores, algunas variedades de buganvillas presentan hojas bicolores con mezclas de verde y amarillo, mientras que otras producen flores de mayor tamaño, conocidas como buganvillas XL, que pueden trepar hasta alcanzar una altura de entre 10 y 12 metros.
Existen diferentes variedades de buganvillas que adoptan nombres específicos en función de su color o región de origen:
- Dorado o amarillo: Ideal para cubrir pérgolas gracias a su brillante contraste.
- Rosa Zahira: Un híbrido destacado por su naturalidad, originario de Almería.
- Naranja Lateritia: Ofrece un color vibrante perfecto para exteriores con exposición solar intensa.
- Blanco Albicans: Habitualmente cultivada en macetas grandes o jardineras.
Características principales de la buganvilla
El principal atractivo de la buganvilla no son sus diminutas flores, sino sus brácteas, las cuales se asemejan a pétalos y brindan el colorido vibrante que todos conocemos. Estas brácteas rodean a las flores reales, que son pequeñas y de color blanco.
La buganvilla se caracteriza por ser un arbusto trepador, perenne en climas cálidos, aunque en zonas más frías puede perder sus hojas en invierno. Con el apoyo de estructuras, como pérgolas o muros, puede llegar a alcanzar alturas de hasta 12 metros.
En climas con inviernos suaves, la buganvilla mantiene su floración durante gran parte del año, pero en zonas con climas más fríos puede necesitar cuidados adicionales. Las variedades modernas permiten que incluso el cultivo en macetas prospere en interiores, haciéndola ideal para protegerla de heladas.
Cuidados de la buganvilla
A pesar de su origen tropical, la buganvilla es una planta bastante resistente y adaptable a distintos climas si se toman las precauciones necesarias. Su resistencia al calor y su capacidad para conservar el color la convierten en una planta favorita para jardines y patios soleados. Sin embargo, es fundamental protegerla del frío extremo, ya que aunque algunas variedades soportan temperaturas de hasta -3ºC, la mayoría prefiere estar a resguardo durante el invierno.
Para mantener una buganvilla sana y frondosa, sigue estos consejos de cuidado:
- Ubicación: La buganvilla necesita al menos 6 horas diarias de sol directo. Colócala en una zona soleada, preferentemente orientada al sur.
- Riego: Riégala moderadamente. Durante el verano, si está en maceta, aplica riego dos o tres veces por semana; en el jardín, una vez por semana. Durante el invierno, reduce los riegos considerablemente.
- Fertilizante: La buganvilla en maceta se beneficiará de un fertilizante líquido cada 15 días en primavera y verano. Evita los excesos de fertilizante, ya que pueden dañar la planta.
- Poda: La poda es esencial para mantener su tamaño controlado. Realízala a finales de invierno o principios de primavera para fomentar una nueva floración.
Mantenimiento de la buganvilla
El mantenimiento de la buganvilla no es complicado, pero requiere regularidad. Al tratarse de una planta adaptada a suelos pobres, no necesita demasiado fertilizante en exteriores. Sin embargo, si la cultivas en macetas, un fertilizante líquido suave quincenal será lo ideal en primavera y verano.
El punto clave del mantenimiento es controlar el riego, ya que un exceso puede provocar plagas o enfermedades, especialmente si se mojan las hojas. En lugar de empapar el follaje, riega directamente en la base de la planta.
Otro reto es la poda. Si se deja sin podar, una buganvilla en suelo puede alcanzar grandes alturas, superando los 10 metros, por lo que es importante mantenerla a un tamaño manejable.
Problemas comunes: plagas y enfermedades
Pese a ser una planta resistente, la buganvilla no está exenta de plagas. Las más comunes son los pulgones, las cochinillas y la araña roja, todas ellas plagas que pueden afectar especialmente en climas muy cálidos y húmedos.
- Pulgones: Estos insectos pequeños suelen alimentarse de la savia, haciendo que las hojas se enrollen. Puedes reducir su presencia rociando con agua jabonosa.
- Cochinillas: Estas plagas crean una capa cerosa sobre las hojas, lo que afecta la fotosíntesis. Puedes eliminarlas manualmente usando un bastoncillo empapado en alcohol.
- Araña roja: Este ácaro, que aparece en ambientes secos, causa manchas amarillentas en las hojas. Pulverizar agua sobre las hojas puede prevenir su aparición.
Cómo plantar la buganvilla
Plantar una buganvilla es relativamente sencillo. La mejor época es la primavera, cuando no hay riesgo de heladas. Si la plantas en el suelo, asegúrate de elegir un lugar soleado y con buen drenaje.
En maceta, un sustrato universal mezclado con arena ayudará a mejorar la permeabilidad. Además, las macetas deben contar con agujeros de drenaje para evitar encharcamientos que puedan pudrir las raíces.
Si decides propagar la buganvilla a través de esquejes, selecciona esquejes semimaduros en verano o esquejes leñosos en invierno. En pocos meses, tendrás una nueva buganvilla lista para trasplantar.
Con estos cuidados y precauciones, tu buganvilla florecerá sin problemas, brindando color y vida a tu jardín o terraza durante todo el año.