La capa de ozono es una capa atmosférica que nos protege a todos los habitantes de la Tierra. Se encuentra en la estratosfera, una región de la atmósfera ubicada aproximadamente entre 10 y 50 kilómetros por encima de la superficie de nuestro planeta. Si no fuese por la capa de ozono la vida no se desarrollaría tal y como la conocemos. Sin embargo, existen diversas causas de la destrucción de la capa de ozono que está provocando su agotamiento.
En este artículo vamos a contarte cuáles son los diferentes causas de la destrucción de la capa de ozono, su importancia y qué se debe hacer para cuidarla.
Características esenciales
Una de las principales características de la capa de ozono es su capacidad para filtrar los rayos ultravioleta (UV) provenientes del sol. El ozono, una forma de oxígeno compuesta por tres átomos en lugar de dos, absorbe gran parte de los rayos UV-C y UV-B, los cuales pueden ser perjudiciales para los seres vivos. Esta propiedad protectora del ozono es fundamental para nuestra salud y la de los ecosistemas terrestres.
La capa de ozono se forma gracias a una serie de reacciones químicas complejas. La radiación solar, especialmente la luz ultravioleta, rompe las moléculas de oxígeno (O2) presentes en la estratosfera. Estos átomos de oxígeno libre (O) se combinan luego con otras moléculas de oxígeno para formar ozono (O3). Este proceso de formación y descomposición del ozono es continuo y equilibrado naturalmente.
Sin embargo, en las últimas décadas hemos enfrentado un problema preocupante: el adelgazamiento de la capa de ozono. Esto se debe principalmente a la liberación de sustancias químicas artificiales en la atmósfera, como los clorofluorocarbonos (CFC) y otros compuestos similares. Estas sustancias son liberadas por actividades humanas, como el uso de aerosoles, refrigerantes y disolventes.
Causas de la destrucción de la capa de ozono
Cuando los CFC y otros compuestos llegan a la estratosfera, son descompuestos por la radiación solar. Estos compuestos liberan átomos de cloro y bromo, que actúan como catalizadores en la destrucción del ozono. Un solo átomo de cloro puede destruir miles de moléculas de ozono antes de ser neutralizado.
Esta reducción en la cantidad de ozono en la capa de ozono es lo que se conoce comúnmente como «agujero de ozono». Aunque no es un agujero físico en el sentido literal, es una disminución significativa en la concentración de ozono en ciertas áreas de la estratosfera. Estas áreas, especialmente en los polos, experimentan una disminución drástica en la cantidad de ozono durante ciertas épocas del año.
Durante décadas, estas sustancias químicas fueron ampliamente utilizadas en diferentes sectores industriales y en productos de consumo comunes, como aerosoles, sistemas de refrigeración y disolventes. Su popularidad se debió a su estabilidad, no toxicidad y su capacidad para no reaccionar con otros elementos químicos en la troposfera, la capa más baja de la atmósfera.
Sin embargo, una vez liberadas a la atmósfera, estas sustancias químicas ascienden a la estratosfera, donde son descompuestas por la intensa radiación solar. Esta descomposición libera átomos de cloro y bromo, que actúan como catalizadores en la destrucción del ozono.
Estos átomos de cloro y bromo reaccionan con las moléculas de ozono, rompiéndolas y disminuyendo así la cantidad de ozono presente en la capa protectora. Un solo átomo de cloro puede destruir miles de moléculas de ozono antes de ser neutralizado. Lo peor de estas sustancias químicas es que pueden permanecer en la atmósfera durante muchos años, lo que significa que su impacto destructivo en la capa de ozono puede ser duradero.
La producción y el uso de estas sustancias químicas fueron regulados a nivel internacional mediante el Protocolo de Montreal, un acuerdo ambiental mundial firmado en 1987. El protocolo estableció la eliminación gradual de la producción y consumo de los compuestos que agotan la capa de ozono.
Consecuencias de la destrucción de la capa de ozono
Las consecuencias del acelerado deterioro o destrucción de la capa de ozono son muchas, aunque ciertamente todavía no creemos que nos pueda pasar a nosotros. Estos son algunos de los impactos que genera este problema ambiental.
Impacto en la salud humana
- Cáncer de piel: Es la enfermedad más conocida asociada a la radiación UV-B. Cuando tomamos el sol sin protegernos pensamos que no va a pasar nada porque las enfermedades no aparecen en el momento, sino con el paso de los años.
- Afecciones del sistema inmunológico: Actúa reduciendo la capacidad del organismo para protegernos de enfermedades infecciosas. La radiación UV-B altera las moléculas de ADN, provocando cambios en nuestro cuerpo.
- Trastornos de la visión: cataratas, presbicia (fatiga ocular).
- Problemas respiratorios: como el asma, debido al aumento de O3 en la atmósfera inferior, que es perjudicial a altitudes más bajas.
Efectos sobre los animales terrestres y marinos
Para los animales terrestres (perros, gatos, ovejas, cabras, vacas…) las consecuencias son similares a las de los humanos.
En cuanto a los animales marinos, la radiación UV-B que llega a la superficie de la Tierra afecta directamente al fitoplancton en el océano, reduciendo considerablemente su número y afecta al resto de la cadena alimentaria.
Efectos sobre las plantas
La radiación UV-B puede alterar el desarrollo de las especies de plantas, alterar el tiempo de floración, el crecimiento y reducir el rendimiento de los cultivos. La destrucción de la capa de ozono no está directamente relacionada con el efecto invernadero, aunque una gran parte de la sociedad pueda pensarlo. Sí tienen una cosa en común, que es el principal responsable de estos hechos. Si lo pensamos bien, todas estas consecuencias acaban afectando de una forma u otra al ser humano, que a su vez es causa y responsabilidad de la destrucción de la capa de ozono.
Consejos para evitar las causas de la destrucción de la capa de ozono
Finalmente, queremos darle algunos consejos sobre cómo proteger la capa de ozono de la destrucción, evitar que se desarrollen agujeros y ayudar a restaurarla.
- Evita los aerosoles que contengan CFC.
- Evita los productos que contengan halones, como algunos extintores.
- No uses los fertilizantes que contengan bromuro de metilo.
- Compra productos locales. Si los productos son locales, tienen que viajar menos o cero distancias, lo que significa que tienen emisiones mínimas o nulas.
- Utilizar alternativas al coche privado (transporte público, bicicletas, patinetes…) para evitar emisiones significativas de los gases mencionados anteriormente.
- Usa bombillas de bajo consumo, como las LED.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre las causas de la destrucción de la capa de ozono y su importancia.