Las condiciones ambientales y la contaminación generada por el ser humano están provocando que alimentos básicos entren en grave peligro de extinción. Lo que parece inimaginable es ya un hecho: muchos de los alimentos que consumimos a diario enfrentan riesgos significativos en su producción, desde la sequía extrema hasta la sobreexplotación de recursos. Afortunadamente, aún estamos a tiempo de detener esta alarmante tendencia.
En este artículo te presentamos algunos de los principales alimentos en peligro de extinción, explicamos las claves que explican esta peligrosa realidad y lo que puedes hacer para ayudar a su conservación.
Alimentos en peligro de extinción
Según diversos estudios y organizaciones ambientales, los alimentos que están en peligro de extinción son, sorprendentemente, los más comunes en nuestras dietas. La combinación de cambio climático, malas prácticas agrícolas, y la sobreexplotación de recursos está reduciendo la disponibilidad de alimentos indispensables. Analizamos a continuación algunos de estos alimentos en riesgo.
Chocolate
El chocolate, uno de los deleites más consumidos y queridos por todo el mundo, enfrenta una grave amenaza. Ghana y Costa de Marfil son los principales productores de cacao, responsables del 53% del suministro mundial. Sin embargo, el cambio climático está provocando un aumento de la temperatura en estas regiones, lo que podría hacer que las áreas de cultivo de cacao sean inadecuadas para la producción en las próximas décadas. De hecho, para el año 2050, se estima que la mayoría de las plantaciones en África occidental serán demasiado cálidas para el cultivo exitoso de cacao.
Además de la sequía, las plagas, enfermedades y la sobreexplotación de las tierras para satisfacer la demanda global están contribuyendo a la disminución de las áreas aptas para el cultivo de cacao. En países como Costa de Marfil, se ha perdido más del 80% de los bosques en los últimos 50 años debido a la expansión masiva del cultivo de cacao.
Arroz
A nivel mundial, el arroz es el alimento básico para más de la mitad de la población, y sin embargo, está en grave riesgo. La alta demanda de agua para su producción en combinación con climas cada vez más secos y una mayor frecuencia de olas de calor provocadas por el cambio climático, están afectando severamente a este cultivo. Las áreas productoras, como el sudeste asiático, están enfrentando problemas de rendimiento, y se estima que la producción mundial de arroz podría disminuir drásticamente en los próximos años.
Patata morada
Extremadamente rica en antioxidantes, esta variedad de patata originaria de Perú está en peligro de extinción. Hace más de 70 años, su cultivo era común, pero hoy su presencia en mercados y mesas es mínima. La mayoría de las patatas moradas que sobreviven dependen de pequeños agricultores en las zonas andinas, que luchan contra los efectos de la sequía y la erosión del suelo. En Perú, por ejemplo, se estima que hay más de 4.000 variedades de patatas, muchas de las cuales están en riesgo debido a la pérdida de biodiversidad agrícola causada por la producción industrial masiva.
Su desaparición no solo afectaría a la biodiversidad, sino que también privaría a la población de un alimento nutritivo y culturalmente significativo.
Atún rojo
El atún rojo, una especie altamente valorada en la gastronomía, especialmente en la cocina japonesa, se enfrenta a un futuro incierto. Durante las últimas cinco décadas, las poblaciones de atún en el Atlántico europeo han disminuido un 90%, y un 50% en el Mediterráneo. Esto se debe principalmente a la pesca masiva, que ha puesto a esta especie al borde del colapso. Hoy en día, las iniciativas de conservación, como el aumento de la regulación y el control sobre las cuotas de pesca, son esenciales para evitar su extinción.
Café
El café es otro alimento icónico que se encuentra en peligro de extinción. El Real Jardín Botánico de Kew, en el Reino Unido, realizó un estudio alarmante sobre este cultivo, revelando que de las 124 variedades conocidas, al menos el 75% está amenazado. Las amenazas surgen principalmente por la necesidad de condiciones climáticas específicas que son cada vez más difíciles de cumplir debido a las alteraciones climáticas. Elevadas temperaturas y condiciones extremas, como fuertes sequías o precipitaciones intensas, están reduciendo significativamente la calidad y cantidad del grano de café.
Se estima que más del 80% de los terrenos de cultivo de café en América Central y Brasil estarán inservibles en 2050 debido a los efectos del cambio climático. Yendo más allá, otros informes como el del Instituto de Climatología de Australia advierten que para el año 2080 el café como lo conocemos podría desaparecer por completo.
Miel
Este producto esencial está en peligro debido al colapso global de las abejas, que juegan un papel vital en la polinización y, por lo tanto, en la producción de muchos cultivos. La disminución de las poblaciones de abejas está ocurriendo a un ritmo alarmante debido a la exposición a pesticidas, la pérdida de hábitat y, nuevamente, el cambio climático. Según estudios de la FAO, el 90% de las plantas con flores del mundo dependen de polinizadores como las abejas. Si las abejas desaparecen, no solo la producción de miel se vería afectada; también lo harían frutas, hortalizas y cultivos que forman parte de nuestra dieta diaria.
Las pérdidas en la producción de miel ya se están viendo reflejadas en países como Estados Unidos y España, donde los apicultores están reportando pérdidas anuales del 50% de sus colonias de abejas.
Carne de potro
Desde 1997, el potro hispano-bretón, criado para la producción de carne, ha sido clasificado como una especie en peligro de extinción. Este es un manjar culinario especialmente valorado en España, pero cada año es menos viable debido al declive en los sistemas de cría extensiva. El régimen extensivo, donde los animales se crían en libertad en grandes áreas sin intervención humana constante, está perdiendo terreno ante las prácticas de producción industrial, lo que pone en riesgo esta carne autóctona.
Cerveza
Otro producto básico en la dieta de muchas personas es la cerveza, y también está en riesgo. La cebada, uno de los principales ingredientes para la fabricación de cerveza, requiere temperaturas relativamente frescas y abundante agua. Sin embargo, la sequía que afecta a diversas regiones del mundo, junto con el aumento de imprevistos climáticos como tormentas o intensas olas de calor, están provocando la caída de la producción de cebada, lo que hace que algunas cerveceras no puedan cumplir con la demanda en los próximos años.
Mejillones
Los mejillones están profundamente afectados por la acidificación de los océanos. En el Océano Pacífico, la disminución de la calidad de sus conchas debido a la reducción del pH en las aguas está reduciendo la producción de mejillones de calidad. Este fenómeno también afecta a otras especies marinas, como las ostras y los camarones, que dependen de sus conchas para sobrevivir. La acidificación está directamente relacionada con las emisiones de CO2, que aumentan la absorción de dióxido de carbono en los océanos.
Tomate roteño
El tomate roteño, una variedad tradicional cultivada en Cádiz, está al borde de la extinción. Esto se debe principalmente al aumento de la construcción en la región, que ha destruido muchas huertas donde estos tomates se han cultivado durante generaciones. Además de la pérdida de tierras de cultivo, la competencia con variedades industriales menos sabrosas pero más resistentes ha hecho que este tomate desaparezca del mercado en gran medida.
La preservación de cultivos tradicionales como el tomate roteño no solo es importante desde el punto de vista de la biodiversidad agrícola, sino también para proteger las raíces culturales y gastronómicas de regiones específicas.
Porque están algunos alimentos en peligro de extinción
Efectos de la sequía
Los efectos de la sequía están afectando gravemente al campo en regiones como España. Cultivos como el trigo, la cebada, la avena y muchos otros cereales de secano, han sufrido pérdidas casi totales en muchas de las principales áreas de cultivo. Incluso cultivos más resistentes a la sequía, como los olivares, también están siendo negativamente afectados. La pérdida de productividad de estos cultivos podría tener efectos devastadores en la seguridad alimentaria global.
En todo el mundo, regiones tradicionalmente agrícolas enfrentan grandes desafíos por los cambios en los patrones climáticos, lo que amenaza no solo la producción sino también la diversidad de los alimentos.
Efectos del cambio climático
El cambio climático tiene un impacto directo en la producción mundial de alimentos esenciales. Productos como el café, el cacao, el arroz y otros están experimentando las consecuencias de fenómenos asociados al cambio climático, como los aumentos en la temperatura y la variabilidad en las precipitaciones. Los países con economías fuertemente dependientes de estos cultivos, como Brasil o Vietnam, están viendo una disminución en las cosechas debido a condiciones climáticas poco favorables.
Además, los polinizadores, particularmente las abejas, están sufriendo enormes pérdidas debido al cambio climático. Un tercio de la alimentación humana depende directamente de los polinizadores, por lo que su declive tendrá repercusiones serias en la producción agrícola.
Disminución de la biodiversidad
El sistema alimentario actual ha favorecido la producción en masa de unas pocas especies más eficientes, lo que ha llevado a la disminución generalizada de la biodiversidad. Esto significa que estamos produciendo más alimentos, pero de una menor variedad. Un ejemplo claro de esto es el caso del plátano, donde la variedad Cavendish ha reemplazado a casi todas las demás. Esta falta de diversidad genética hace que los cultivos sean más vulnerables a plagas y enfermedades. Un hongo, conocido como el Mal de Panamá, está afectando gravemente al Cavendish, representando una grave amenaza para el suministro global de plátanos.
Sobreexplotación de recursos naturales
La sobreexplotación de los recursos naturales como el agua y el suelo, así como la pesca intensiva, son factores decisivos detrás de la amenaza a los alimentos. La sobrepesca está empujando a muchas especies marinas, como el bacalao y el atún rojo, al borde del colapso. La pesca ilegal añade un problema adicional, haciendo casi imposible que las especies se recuperen. Además, la sobreexplotación de tierras agrícolas ha contribuido a la degradación del suelo, lo que a su vez reduce la capacidad de los campos para producir alimentos.
Para enfrentar estos desafíos, es crucial adoptar prácticas de consumo sostenible, apoyar a los pequeños agricultores y apostar por productos locales y de temporada. Solo así podremos revertir esta alarmante tendencia.
Por lo tanto, aunque el escenario puede parecer sombrío, aún hay formas de contribuir a salvaguardar estos alimentos cruciales. Mostrando apoyo a empresas locales, reduciendo el desperdicio de alimentos y poniéndonos manos a la obra en la lucha contra el cambio climático, podemos marcar la diferencia.