Las energías renovables en España han tenido un espectacular crecimiento en los últimos años. Este avance ha sido fundamental para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y contribuir a la lucha contra el cambio climático. España ha aprovechado la competitividad creciente de las energías limpias y su cada vez mayor penetración en el mercado, lo que le coloca en una posición destacada para liderar la transición energética en Europa.
El país se ha comprometido a alcanzar metas ambiciosas, buscando una descarbonización completa para el año 2050. Aún queda camino por recorrer, pero España está adoptando un enfoque integral para fomentar el crecimiento económico y la sostenibilidad a través de energías renovables. Abordar estos objetivos requerirá una inversión sostenida y un marco normativo claro, además de la participación ciudadana y el desarrollo de nuevas tecnologías.
Aumento de las energías renovables en España
En el año 2023, más del 50,9% de la electricidad generada en España provino de fuentes de energía renovable según datos de Red Eléctrica de España. Estas cifras han ido en aumento gracias a tecnologías como la energía eólica, fotovoltaica e hidráulica, favorecidas por las condiciones meteorológicas y un marco de inversión favorable.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) establece como objetivo alcanzar un 74% de generación eléctrica renovable para 2030. Este ambicioso plan incluye múltiples subproyectos para aumentar la capacidad de energía eólica y solar, con el fin de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y mejorar la eficiencia energética. Entre 2021 y 2030, la capacidad de generación renovable aumentará en 3 GW anuales.
Entre las fuentes renovables, la energía eólica ha ganado una posición prominente, proporcionando alrededor del 20% de la electricidad en el país. Por otro lado, la energía hidráulica, pese a haber sido históricamente la principal fuente renovable, ha visto disminuida su participación, aportando alrededor del 18% de la generación, en parte debido a la creciente adopción de la solar y eólica.
La energía no renovable en España
A pesar del impulso hacia las renovables, España aún depende de las fuentes no renovables, como el gas natural o el carbón. En 2017, el 17,4% de la electricidad provenía de centrales térmicas de carbón, aunque esta cifra ha disminuido drásticamente en los últimos años debido a las políticas de descarbonización. La reducción de estas fuentes es esencial para cumplir los compromisos del Acuerdo de París y la Agenda 2030.
El uso de combustibles fósiles presenta diversas implicaciones económicas y ambientales. España ha dependido históricamente de la importación de petróleo y gas, un gasto que en 2017 alcanzó los 33.000 millones de euros, además de depender de mercados energéticos volátiles, lo que aumenta la vulnerabilidad. Por otro lado, la energía nuclear, aunque no emite CO2 durante su operación, tiene desafíos importantes en cuanto a la gestión de residuos y seguridad.
Retos y oportunidades futuras
España cuenta con uno de los mayores potenciales solares de Europa, pero aún no ha logrado aprovechar completamente este recurso. A pesar de tener regiones con elevados niveles de radiación solar, como Córdoba y Sevilla, en ocasiones se ha recurrido a combustibles fósiles para satisfacer la demanda energética en lugar de sacar pleno provecho de la energía solar.
No obstante, el país está avanzando a pasos agigantados. La energía solar ha crecido exponencialmente en la última década, llegando a cubrir más del 5% de la demanda en 2020, y se espera que continúe este crecimiento gracias a políticas de fomento como la Estrategia Nacional de Autoconsumo. La tecnología fotovoltaica, en particular, es la energía renovable de más rápido crecimiento en la Unión Europea.
El marco normativo también está evolucionando para crear un entorno adecuado para la inversión privada y fomentar la participación de los ciudadanos a través de comunidades de energías renovables. Además, la innovación en almacenamiento de energía y el desarrollo de tecnologías emergentes como la eólica marina son áreas clave en las que España espera liderar en los próximos años.
El futuro de las energías renovables
Con el objetivo de alcanzar un 100% de energías renovables en 2050, España tiene una gran oportunidad para liderar la transición energética en Europa. Para lograrlo, será necesario continuar aumentando la inversión en infraestructuras, mejorar la eficiencia energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. La participación activa de los ciudadanos, no solo como consumidores, sino como generadores de energía, será clave en este proceso.
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno español destina importantes recursos para impulsar esta transformación, con una inversión total estimada de 3.165 millones de euros para proyectos vinculados a energías renovables innovadoras, autoconsumo y comunidades energéticas. Estos esfuerzos también permitirán crear empleo, mejorar la competitividad del país y generar beneficios sociales y económicos a largo plazo.
España ha logrado grandes avances en energías renovables. Si continúa por este camino, está destinada a convertirse en un referente mundial en sostenibilidad y energía limpia.
Solo aclarar que a mayor temperatura menor redimiendo de las placas fotovoltaicas, es decir, da igual que en Sevilla o Córdoba tengamos 45º si no que lo importante es la radiación solar, independiente a las temperatura pero no a las horas de sol.
Un saludo