Guadalajara tendrá una red de calor con biomasa para 6.000 vecinos

  • La red generará 80.000 MWh/año utilizando biomasa local.
  • El ahorro en facturas energéticas se estima en un 10% promedio.
  • Se reducirán 15.000 toneladas de CO2 anuales, mejorando la calidad del aire.

A falta de la confirmación oficial y presentación en los medios, todo parece indicar que la ciudad de Guadalajara contará en breve con una red de calor de biomasa que abastecerá de energía térmica a 6.000 vecinos. Así lo han adelantado tanto el Ayuntamiento como la empresa encargada del proyecto, Recursos de la Biomasa (Rebi), a varios medios de comunicación. Esta empresa, que ya gestiona redes de calor en varias ciudades de España, estaría manejando lo que será la cuarta de sus grandes redes, añadiendo Guadalajara a las instalaciones ya operativas en Soria (con una red en la capital y otra en Ólvega) y en Valladolid.

A principios de este año, el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, dio las primeras indicaciones sobre la nueva instalación durante la presentación de la Estrategia Local para Mitigar el Cambio Climático. “Los edificios residenciales tienen un importante peso en las emisiones relacionadas con el consumo de energía (398.854.478 kWh/año)”, afirmó. En este contexto, el Ayuntamiento está evaluando la viabilidad de una red de calefacción de distrito por biomasa que impactaría de manera directa en la vida de unos 6.000 vecinos, beneficiando tanto al medioambiente como a la economía de los residentes.

biomasa

La infraestructura de la red de calor en Guadalajara

Según los últimos detalles aportados por Guadalajara Diario, la red de calor cubrirá aproximadamente veinte kilómetros y la central de producción estará ubicada en el polígono del Balconcillo. Esta red tendrá una capacidad de producción estimada de 80.000 MWh/año y consumirá alrededor de 30.000 toneladas de astillas y pélets al año, los cuales serán provenientes de fábricas asociadas a Rebi. Las astillas y pélets usados estarán en su mayoría compuestos por material proveniente de la limpieza de los bosques de la Sierra Norte de Guadalajara y zonas aledañas, promoviendo así la revalorización de los recursos forestales locales.

La red seguirá expandiéndose dentro de la ciudad de Guadalajara conforme más vecinos y edificios públicos decidan conectarse. A nivel técnico, la instalación contará con cuatro calderas de 7 MW cada una, lo que dará un total de 28 MW de potencia para cubrir las necesidades de calefacción y agua caliente sanitaria de los vecinos.

Comparativa con otras redes de calor en España

La red de calor con biomasa que se instalará en Guadalajara se convertirá en la cuarta gran red de Rebi y una de las más grandes de uso residencial en España. Solo la red de Móstoles, que tiene planes de alcanzar a unos 7.500 vecinos, la superaría en cuanto al número de usuarios. En la actualidad, otras redes importantes que gestiona Rebi, como las de Soria Capital y Ólvega, han mostrado resultados muy positivos en cuanto a sostenibilidad ambiental.

En esta línea, un estudio reciente de emisiones realizado en la ciudad de Soria reveló que los valores de óxidos de nitrógeno de sus redes eran un 70% menores que los permitidos por la Directiva Europea 2015/2193, que regula las emisiones a la atmósfera procedentes de instalaciones de combustión de entre uno y cincuenta megavatios.

Beneficios ambientales de la red de calor en Guadalajara

Uno de los beneficios más destacados de esta nueva infraestructura es la reducción significativa de emisiones de CO2. Se estima que la red permitirá una reducción cercana a las 15.000 toneladas de CO2 al año, lo que contribuye de manera directa a la lucha contra el cambio climático. Si comparamos estas cifras, la cantidad de emisiones de dióxido de carbono evitadas equivaldría al trabajo de absorción de carbono que podrían realizar 290 hectáreas de bosque.

Además, al tratarse de tecnología de biomasa, el sistema logra aprovechar recursos naturales renovables a nivel local. El uso de astillas y pélets como fuente de combustible permite que materiales como los restos forestales, que habitualmente tendrían poco valor, se conviertan en un recurso con gran impacto ecológico. De esta forma, se contribuye a la correcta gestión de los bosques locales, previniendo incendios forestales y mejorando la biodiversidad de los ecosistemas.

Eficiencia energética y ahorro para los residentes

Otro aspecto importante a considerar es el ahorro económico que representará esta red para los vecinos que se conecten a ella. Según estimaciones de la empresa Rebi, los usuarios podrán observar un ahorro promedio del 10% en sus facturas de calefacción y agua caliente sanitaria. Este ahorro es posible gracias a la eficiencia del sistema de biomasa y a la reducción de los costos operativos en comparación con fuentes de energía tradicionales como el gas o el gasóleo.

Además, la red de calor contará con una plataforma web de gestión energética, que permitirá a los administradores de fincas realizar un control exhaustivo y en tiempo real del consumo de energía. Este sistema, que funcionará mediante fibra óptica, brindará una mayor transparencia y optimizará el uso de los recursos energéticos en cada edificio conectado.

Expansión y desarrollo del proyecto

El proyecto de la red de calor con biomasa en Guadalajara está diseñado para seguir expandiéndose en función de la demanda de los vecinos y otros edificios públicos o privados que deseen sumarse. En este sentido, ya se están evaluando planes de expansión a más zonas de la ciudad. Actualmente, la red está organizada en dos anillos y dos ramales:

  • El primer anillo abarca la calle General Vives Camino, calle Dr. Layna Serrano, avenida Castilla, Molina de Aragón, Paseo Dr. Fernández Iparraguirre, calle Brihuega y calle Alcalá de Henares.
  • El segundo anillo atraviesa la calle Dr. Layna Serrano, calle de la Virgen de la Soledad, calle Alonso Núñez de Reinoso, la calle Virgen del Amparo y el Paseo Dr. Fernández Iparraguirre.
  • De estos anillos parten dos ramales: uno continúa por la avenida del Ejército hacia la Escuela de Magisterio y el Palacio del Infantado, mientras que el otro pasa por la calle Dr. Layna Serrano.

Se espera que las obras de expansión continúen según la demanda de los vecinos interesados en conectarse a la red.

La trigeneración en Olot: un ejemplo a seguir

El proyecto de Guadalajara puede verse como una continuación de iniciativas similares en otras ciudades de España. Un claro ejemplo de innovación y sostenibilidad en la climatización urbana es el proyecto de red de climatización trigeneración en Olot, Girona. Esta es la primera red en España que combina la energía geotérmica, biomasa y paneles fotovoltaicos para proporcionar no solo calefacción y agua caliente, sino también refrigeración y electricidad al centro histórico de la ciudad.

La red de Olot abastece a diversos equipamientos públicos como el Museo Comarcal de la Garrotxa, el Mercado Municipal y la residencia Montsacopa, entre otros. La infraestructura se ha convertido en un referente de sostenibilidad, logrando ahorros anuales de unas 750 toneladas de CO2 y reduciendo en un 10% los costos energéticos en comparación con fuentes no renovables.

Impacto económico y social de la red de calor en Guadalajara

La creación y expansión de la red de calor en Guadalajara también tendrá un impacto económico significativo. Se espera que el proyecto genere alrededor de 60 puestos de trabajo, de los cuales entre 10 y 12 serán empleos directos en el mantenimiento de la red, mientras que el resto estarán relacionados con la actividad forestal y la logística de suministro.

Además, la inversión total estimada para la construcción, operación y mantenimiento de la red alcanza los 18 millones de euros. Este capital se destinará principalmente a la infraestructura necesaria para poner en marcha la red y a la creación de una planta de astillado en Alcolea del Pinar, que tendrá capacidad para producir hasta 50.000 toneladas anuales de astillas.

El beneficio para la comunidad no solo se refleja en términos económicos, sino también en la mejora de la calidad del aire y el bienestar de los ciudadanos al reducirse la contaminación y las emisiones derivadas de fuentes no renovables de energía. Guadalajara se posiciona, por tanto, como una ciudad que apuesta por la sostenibilidad y la transición hacia energías más limpias, sentando un precedente a seguir por otras ciudades españolas.

De esta manera, Guadalajara se une a la lista de ciudades comprometidas con la sostenibilidad energética y la lucha contra el cambio climático. La implementación de este tipo de redes, además de generar un impacto ambiental positivo y un ahorro económico considerable, permite a la comunidad local ser parte activa del cambio hacia un modelo energético más responsable, accesible y respetuoso con el medio ambiente.


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