A la hora de elegir transporte de unos lugares a otros debemos de tener en cuenta el consumo de combustible, las emisiones a la atmósfera, el precio del combustible, la distancia de los trayectos, etc. De esta forma podremos elegir qué medio de transporte es el más eficiente.
En este caso vamos a hacer un pequeño estudio y una evaluación de qué medio de transporte es más eficiente y menos contaminante para trayectos entre ciudades de Europa. ¿Quieres saber cuál es el mejor?
Medios de transporte
En Europa se produce tan sólo en 1% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero que se produce por el Sector de los Transportes. Estos datos son extraídos del Laboratorio de Ecoinnovación en un primer informe que ha emitido sobre las tendencias en movilidad. El informe ha sido realizado con la colaboración de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, Alstom, Transports Metropolitans de Barcelona y Railgrup y presenta un «análisis de la importancia de la ecoinnovación para la situación actual del sector de la movilidad.
Además, en el informe se plasman las distintas tendencias y casos reales sobre las empresas que demuestran de qué forma la ecoinnovación contribuye a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, que son las que provocan el cambio climático. También contamos con un ahorro en las materias primas y la energía, aumentando el valor de los aspectos intangibles que valora el mercado y es una buena estrategia que ofrece rentabilidad a las empresas.
¿Qué medio de transporte es el más eficiente?
Tras el estudio y la evaluación de todas las variables anteriormente nombradas, el informe asegura que el transporte ferroviario es el sistema de transporte terrestre más eficiente e incluso más que el marítimo. Para llegar a esta conclusión han tenido en cuenta las emisiones de CO2 por tonelada transportada. Como he mencionado antes, el transporte ferroviario supone menos el 1% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en el sector de los transportes. Además, dicho sector se ha comprometido a reducir sus emisiones en un 50% con respecto a los valores de 1990.
El objetivo más ambicioso que tiene el sector de los transportes es que para el año 2050, se pretende tener una situación de neutralidad en las emisiones de carbono. España cuenta con una red ferroviaria de más de 15.200 kilómetros. De ellos, 2.322 pertenecen a líneas de alta velocidad (España tiene la tercera mayor red de alta velocidad del mundo). La industria ferroviaria española exporta a más de 80 países. Más del 50% de las exportaciones de las pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas tienen como destino países de la Unión Europea.
Tenemos que tener en cuenta también que en la actualidad la red de metro a nivel mundial acoge a más de 100 millones de pasajeros al día. Haciendo la previsión que, para el 2050, el 70% de la población mundial vivirá en ciudades, tenemos que tener en cuenta que el transporte ferroviario se convertirá en un elemento importante en la sociedad.
Retos del transporte ferroviario
En el informe de las tendencias de ecoinnovación en la movilidad ferroviaria se identifican tres grandes retos que el sector de los transportes tendrá que superar. La primera que es la movilidad de los trenes favorezca el desarrollo sostenible ya que, gracias a sus pocas emisiones de gases de efecto invernadero, puede ser un elemento clave. La segunda es la digitalización, movilidad integrada y experiencia de usuario, porque el auge de las tecnologías de la información va a transformar la forma en la que nos planteamos la movilidad. Y la tercera se trata de desarrollar trenes e infraestructuras que sean más sostenibles para no perder competitividad en los mercados frente a elementos no renovables.
Mejorar el transporte ferroviario supone ofrecer mejores experiencias de trayecto puerta a puerta a sus usuarios formalizando un valor diferencial frente a otros tipos de trasporte. Es la solución modal más rápida en trayectos europeos entre ciudades, un 12% más rápida que el avión y con un 25% menos de emisiones de CO2, aunque el gran problema es la gran desintegración que existe en el ámbito internacional.