Sistemas de almacenamiento energético

Almacenamiento energético

Desde que se comenzaron a utilizar las energías renovables ha existido y persistido un inconveniente. Los sistemas de almacenamiento de la energía. La energía renovable puede ser muy eficiente a la hora de generar picos de energía. Sin embargo, el problema que presenta es su almacenamiento. Poco a poco, la ciencia está desarrollando sistemas de almacenamiento cada vez más eficientes que están ayudando a las renovables a crecer.

¿Te gustaría conocer cómo funciona el almacenamiento de la energía renovable? En este artículo te lo vamos a contar todo. Sólo tienes que seguir leyendo 🙂

¿Qué son los sistemas de almacenamiento?

Sistemas de almacenamiento

Se trata de sistemas que se emplean para conservar cualquier forma de energía y poder liberarla cuando sea necesario. A la hora de liberar la energía no tiene por qué ser en la misma forma en la que se guardó. Por ejemplo, la clásica pila de toda la vida es un tipo de sistema de almacenamiento de energía.

De esta forma, estamos consiguiendo almacenar la energía para no desperdiciarla y utilizarla lo más eficiente posible. Es muy importante para las compañías eléctricas que el consumidor pueda utilizar energía cuando la necesite. Por ello, estos sistemas deben ir cada vez a mejor para aumentar la disponibilidad.

La solución del almacenaje energético se puede utilizar en muchos sectores. No sólo se piensa que el sector residencial y del consumidor es el que tiene demanda. Todo lo contrario. El sistema de producción a gran escala, como pueden ser las plantas de generación, necesitan también de sistemas de almacenamiento.

Tipos de sistemas de almacenamiento

Sistema de almacenamiento de baterías de litio

Dependiendo de la capacidad que existe a la hora de almacenar la energía, diferenciamos 3 sistemas distintos:

  • Almacenamiento a gran escala. Este sistema se emplea para aquellos lugares donde se trabaja con escalas de GW. En estos lugares se necesita almacenar la energía para los sistemas de generación, los de emergencia y los auxiliares. Por ejemplo, es empleado en las centrales hidroeléctricas para propiciar el salto de agua.
  • Almacenamiento en redes. Es el más conocido por las energías renovables y en la red eléctrica. Va almacenando energía a escala de MW. Por ejemplo, nos encontramos con los superconductores, los volantes de inercia o las baterías. Estas últimas son muy utilizadas en el mundo de la energía solar para los días menos productivos.
  • Almacenamiento del consumidor final. Son escalas más pequeñas del sector residencial donde se trabaja con kW. Podemos encontrarnos baterías y similares al anterior pero con menos cantidad de energía almacenada. Una batería de un móvil, de un televisor, por ejemplo.

Razones por la que se necesita almacenar energía

SmatGrid

SmatGrid

Por todo ello, se necesita almacenar la energía y estas son las tres razones por las que tiene gran importancia:

  1. Si tenemos energía almacenada podemos utilizarla sin demandar a la red eléctrica. Esto provoca que el suministro tenga mayor garantía y calidad.
  2. Las energías renovables se hacen cada vez más paso en los mercados conforme aumentan los sistemas de almacenamiento. Imaginaos poder generar toda la energía que podéis de forma ilimitada, casi gratis, limpia y sin contaminación y encima poder almacenarla. De esta forma se podría utilizar siempre que se quisiera sin problemas. Las energías renovables deben trabajar mucho en este sector para evolucionar aún más.
  3. Se desarrolla el SmartGrid. Se trata de la red eléctrica inteligente que nos permite bidireccionar la energía. Esto es, poder convertir las viviendas y negocios en pequeños productores. Con la energía renovable se puede generar electricidad y aportar la sobrante a la red eléctrica o recibirla en caso de demanda.

Demanda y almacenamiento

Desarrollo de instalaciones de almacenamiento energético

Por lo general se necesita almacenar la energía porque estamos completamente inadaptados entre el proceso de generación y consumo. El objetivo de la energía es estar a nuestra disposición cuando la necesitemos. De nada nos sirve tener un panel solar que nos aporte electricidad durante el día, pero que no pueda funcionar en la noche. Gracias a los sistemas de almacenamiento, podemos guardar la energía producida durante el día y emplearla cuando no hay sol.

En el caso de las energías renovables, el almacenamiento depende enteramente de los flujos naturales. Esto provoca que su producción no se ajusta al momento en el que nos hace realmente falta. Otro ejemplo de ello es la energía eólica. Hay que pensar que no siempre hace el mismo régimen de viento. Aunque estemos en una zona donde el viento sopla de una forma más frecuente, no siempre tiene la misma intensidad. En este caso, si hemos tenido buenas rachas de viento y podemos almacenar la energía, no tendremos ningún problema en el suministro cuando no sople tanto viento. Así podremos disfrutar de la electricidad ininterrumpidamente.

El objetivo que está teniendo cada vez más presente los sistemas de almacenamiento es potenciar y sacar el máximo partido a las renovables.

Almacenar energía no es nada nuevo

Almacenar la energía no es para nada una tecnología nueva. Existen baterías de plomo ácido con una antigüedad de más de 100 años. A lo largo de los años, con la evolución de las tecnologías, se han inventado y mejorado los sistemas. La eficiencia y los usos se han multiplicado para ofrecer la mejor comodidad y versatilidad a la hora de necesitar energía.

Es tal así que estos sistemas de almacenamiento han llegado ya al mundo de las renovables e intentan mejorarlas. El futuro de la energía se basa en estos sistemas aunque no se le da la importancia que necesita. Con energía renovable disponible al igual que la convencional, el suministro podría estar siempre garantizado. Además, no contaminaría nada y estaríamos combatiendo los efectos devastadores del cambio climático a escala global.

Uno de los sistemas de almacenamiento que más fuerza está cogiendo, y que está llamado a ser el futuro en acumulación para energías renovables (y presumiblemente también para vehículos eléctricos) es la batería de ion de Litio. Su precio es bastante elevado. Pero por su reducido peso y alta eficiencia puede que se acabe convirtiendo en el número uno.

Como se puede observar, almacenar la energía es un elemento fundamental en los sistemas eléctricos del futuro. Ya no sólo del futuro, sino también de este presente donde se necesita cada vez más la energía renovable.


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