Desde tiempos ancestrales, el ser humano ha intentado predecir el comportamiento del clima para adelantarse a los fenómenos naturales. Erupciones volcánicas, tifones, inundaciones, terremotos o tsunamis son ejemplos de eventos de gran magnitud que hemos intentado prever para reducir sus consecuencias. Sin embargo, en lugar de centrarnos en predecir lo impredecible, ¿por qué no aprovechar las manifestaciones naturales que ya existen para obtener algún tipo de beneficio?
Estos fenómenos liberan inmensas cantidades de energía. Por ejemplo, las tormentas tropicales y los huracanes contienen poderosos vientos que podrían servir para generar energía eólica. Entonces, surge la pregunta: ¿cómo podemos aprovechar estos fenómenos y transformar su inmensa energía en algo útil?
Energía generada por el viento
El viento es una fuente de energía inagotable y clave en eventos catastróficos como huracanes y tormentas tropicales. Las ráfagas pueden alcanzar hasta 257 km/h e incluso generar más de 9 billones de litros de lluvia en algunas tormentas severas. La cantidad de energía liberada por fenómenos como los huracanes supera la de todas las armas nucleares del mundo combinadas. La labor de científicos alrededor del mundo es capturar, aprovechar y almacenar esa energía.
Actualmente aprovechamos el viento con la energía eólica, pero los aerogeneradores convencionales no están preparados para soportar condiciones extremas. Las instalaciones actuales están optimizadas para vientos de hasta 90 km/h. Sin embargo, los huracanes superan ampliamente estos límites, lo que requiere mejoras significativas en la tecnología.
Uno de los avances importantes ha sido el desarrollo de turbinas capaces de operar con vientos de hasta 144 km/h. Aunque este es un progreso notable, sigue lejos de poder soportar velocidades de huracán, lo que plantea la necesidad de continuar innovando para gestionar vientos de hasta 260 km/h con una mayor frecuencia en el futuro.
¿Podemos frenar los huracanes?
Un tema interesante es si sería posible no solo aprovechar la energía de los huracanes, sino también reducir su impacto destructivo. Un estudio de la Universidad de Stanford ha simulado cómo un parque eólico offshore podría reducir la velocidad del viento en un huracán al 50%, incluso antes de que este llegue a tierra. Se necesitarían miles de turbinas, con palas de 120 metros de diámetro, instaladas sobre el nivel del mar, para mitigar los efectos de un huracán de gran tamaño.
Este enfoque no solo ayudaría a capturar su energía, sino que disminuiría sustancialmente las olas e inundaciones que provocan. Sin embargo, una instalación de tal magnitud no está aún al alcance debido a los costes elevados. No obstante, la evolución tecnológica y la mejora de los materiales podrían hacer esto más factible en el futuro.
¿Es viable aprovechar la energía de huracanes?
China está liderando avances importantes en este campo. En las costas de Fujian, se ha instalado la turbina eólica marina GWH252-16MW, que batió récords de producción de electricidad en 24 horas, generando 384,1 MWh durante los vientos del tifón Haikui. Esto fue posible gracias a su diseño de ajuste en tiempo real de las palas, lo que permite que las turbinas sigan operando bajo vientos de hasta 80 km/h, mientras que otros aerogeneradores convencionales se apagan para evitar daños.
La turbina GWH252-16MW también tiene la capacidad de operar bajo condiciones extremas como los tifones, permitiendo una recolección de vientos fuertes para generar energía. Esta es una tecnología prometedora para el futuro, ya que podría ser sistemáticamente utilizada en áreas propensas a huracanes.
En paralelo, otras alternativas como la turbina altaeros BAT no han alcanzado su máximo potencial comercial, pero muestra el interés en capturar energía de fenómenos atmosféricos a grandes altitudes. Diseñada para aprovechar vientos extremados, esta turbina voladora aún representa una innovación en espera de comercialización.
El papel de las turbinas eólicas marinas
Parte del futuro de la energía eólica para lidiar con huracanes radica en la instalación de parques eólicos offshore, lejos de la costa. Las grandes extensiones de estos parques podrían reducir la velocidad de los vientos huracanados en más de 140 km/h, según simulaciones informáticas. Esto tendría un efecto positivo no solo en la generación de energía, sino también en la prevención de desastres naturales en las costas al reducir las olas y el impacto de la tormenta.
Expertos como Mark Z. Jacobson y Cristina Archer sostienen que si el huracán Katrina hubiera atravesado un parque de estas dimensiones, su impacto habría sido mucho menor, transformándose en una tormenta tropical al llegar a tierra.
De esta forma, la energía eólica marina no solo es una fuente de electricidad limpia, sino que también juega un papel crucial en la reducción del impacto climático en la tierra. Este es un camino a seguir, pero requiere importantes avances en material y tecnología para que estas ideas sean factibles a gran escala.
El desarrollo de tecnología para aprovechar fenómenos como los huracanes es un área fascinante y con un claro potencial de crecimiento en el futuro. Los científicos y empresas de todo el mundo siguen investigando formas de hacer no solo más eficiente, sino también más segura la recolección de energía de vientos extremos, lo que podría marcar una diferencia importante en las áreas más afectadas por estos eventos.