La transición energética hacia las energías renovables es una prioridad que deberían tener todos los países del mundo. Sin embargo, al ser un proceso costoso y lento, puede ir acompañado de una mejora significativa en la eficiencia energética que ayuda a ahorrar en materias primas, disminuir la contaminación y reducir los costes generales sobre la economía doméstica y nacional.
Un consumo responsable basado en el ahorro de la energía es clave para mejorar la eficiencia energética. Además, contribuye a reducir la contaminación y es una herramienta crucial en la lucha contra el cambio climático. En este artículo, discutimos cómo mejorar la eficiencia energética y damos recomendaciones detalladas para implementar mejoras tanto en el hogar como en otros sectores clave como el transporte y la industria.
Eficiencia energética
A la vez que avanzamos hacia la transición energética con el uso de energías renovables como la eólica y solar, es igualmente vital la mejora de la eficiencia energética de los aparatos y sistemas que utilizamos a diario en todos los sectores. Esto implica usar solo la energía que realmente necesitamos, lo que puede mejorar considerablemente la calidad de vida en los hogares, disminuir sustancialmente las facturas de luz y gas, y reducir los efectos negativos sobre el medioambiente.
En los hogares, una gestión adecuada de la energía y una mejora del consumo como, por ejemplo, adoptar medidas como el uso de sistemas de calefacción y refrigeración eficientes, puede suponer hasta un 22% de ahorro en la factura, según diferentes estudios. Pero no solo eso, también se contribuye directamente a la reducción de gases de efecto invernadero, un objetivo que persigue el Acuerdo de París y que necesitamos para mitigar los efectos del cambio climático.
El concepto de eficiencia energética, lejos de ser complejo, engloba pequeñas acciones del día a día que a largo plazo tienen un impacto muy significativo. Aunque gran parte de este proceso depende de las mejoras que pongan en marcha las industrias energéticas, el uso consciente y eficiente de los electrodomésticos en nuestros hogares es crucial. Y es aquí donde podemos contribuir activamente desde nuestras casas.
Recomendaciones para mejorar la eficiencia energética
Una de las formas más accesibles de mejorar la eficiencia energética en los hogares es mediante sistemas de calefacción eficientes, como los que funcionan a gas natural. Este tipo de sistemas tienen un gran poder calorífico, lo que reduce la cantidad de energía necesaria para conseguir los mismos resultados en comparación con otros sistemas menos eficientes.
Otras pequeñas acciones también son fundamentales para reducir significativamente el consumo, lo que se traduce en pagar menos en las facturas de luz y gas:
- Comprobar que los radiadores están libres de aire y purgarlos de ser necesario.
- Cerrar las llaves de paso de radiadores en habitaciones que no se están utilizando.
- No bloquear los radiadores con muebles o ropa para que el calor se distribuya de manera eficiente.
- Mantener un buen aislamiento en puertas y ventanas para evitar fugas de temperatura.
Además, es recomendable usar termostatos programables que ajusten la temperatura de acuerdo al uso y necesidades del hogar. Se ha demostrado que mantener la calefacción a 20 grados durante el día y entre 16-18 grados durante la noche es suficiente para sentirse cómodo y al mismo tiempo reducir el consumo. Por cada grado adicional que subamos, el consumo de energía puede aumentar entre un 5% y un 8%, lo que aumenta considerablemente los costes.
Asimismo, es fundamental tener en cuenta la calidad de los electrodomésticos que adquirimos. Aquellos que cuentan con la etiqueta de eficiencia energética de clase A representan una opción mucho más eficiente que los de clase G, ya que los primeros consumen hasta un 22% menos.
Automatización y uso de energías renovables en el hogar
Además de los electrodomésticos eficientes, la automatización de los sistemas eléctricos y de climatización en el hogar también puede ser clave para conseguir el máximo ahorro energético. El uso de sistemas de domótica que optimicen la iluminación, el aire acondicionado y los aparatos eléctricos cuando no están en uso puede ayudar significativamente a reducir el consumo.
Otra medida que puede suponer un gran ahorro es el uso de energías renovables, como la instalación de paneles solares. Aunque la inversión inicial es alta, los beneficios que se obtienen a largo plazo, tanto en términos económicos como ambientales, son muy elevados. Las viviendas que incorporan energías renovables pueden llegar a ser autosuficientes energéticamente y, además, pueden generar ingresos adicionales con la venta de excedentes de energía a la red.
Transporte eficiente: Combustibles alternativos y bajas emisiones
El transporte es uno de los sectores que más contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero, y por ello, también es crucial mejorar la eficiencia energética en este ámbito. Los vehículos que funcionan con gas natural son una alternativa real y eficiente a los vehículos de gasolina o diésel.
Esta opción ofrece ventajas económicas palpables: por ejemplo, con el mismo presupuesto, un vehículo a gas natural puede recorrer hasta el doble de distancia que uno a gasolina y un 56% más frente a uno de gasoil. Aunque el gas natural no es una fuente de energía renovable, su impacto ambiental es significativamente menor en comparación con los combustibles tradicionales, lo que lo convierte en una solución de transición hacia un futuro más eficiente desde el punto de vista energético.
Otras medidas para mejorar la eficiencia energética en el transporte
Adoptar hábitos de conducción eficiente también puede marcar una gran diferencia en el consumo de combustible:
- Conducir moderadamente, evitando aceleraciones y frenazos bruscos.
- Mantener la presión adecuada de los neumáticos, ya que esto reduce la resistencia al avance y, con ello, el consumo de combustible.
- Planificar los trayectos con antelación para evitar atascos y recorrer menos kilómetros.
El uso del transporte público en lugar de vehículos privados también es una medida muy importante. Además, el uso compartido de vehículos reduce tanto el consumo energético como la emisión de gases nocivos. Finalmente, ir a pie o en bicicleta siempre es la opción más eficiente.
Normativas sobre eficiencia energética
La normativa sobre eficiencia energética ha avanzado considerablemente en los últimos años, especialmente en Europa, que ha impulsado diversas directivas y regulaciones para alcanzar objetivos más ambiciosos. Uno de los hitos más importantes fue la adopción del Pacto Verde Europeo en 2019, como parte de la estrategia de descarbonización de la UE de cara a 2050.
En la misma línea, el Parlamento Europeo ha aprobado objetivos más estrictos para 2030, como la reducción colectiva del consumo de energía en un 11,7%. Esto implica que los países de la UE deberán ahorrar una media del 1,5% de energía cada año, con medidas que afectan a sectores como la administración pública, edificios, empresas, centros de datos, sistemas de calefacción urbana y transporte.
En España, se han aprobado diferentes reales decretos y planes estratégicos que buscan incentivar la eficiencia energética, como el Real Decreto Ley 18/2022 o el Sistema de Certificados de Ahorro Energético, introducido en 2023, que permite a las empresas acreditar sus ahorros de energía mediante la emisión de certificados.
También se está fomentando la implantación de tecnologías renovables, como el biogás y el hidrógeno verde, dentro de los mecanismos de transición energética. La legislación actual prohíbe la financiación de calderas de combustibles fósiles, a partir de 2025. Esto se traduce en un incremento del uso de energías limpias en edificios públicos y privados, y un mayor incentivo para que los ciudadanos inviertan en eficiencia energética.
Además de las normativas europeas, las comunidades autónomas de España están impulsando sus propios programas de apoyo a la eficiencia energética. Esto incluye subvenciones para la rehabilitación de edificios con el objetivo de reducir su consumo de energía primaria.
Es importante que todos estemos informados y hagamos uso de estas oportunidades para avanzar hacia una sociedad más sostenible y económicamente más eficiente.
La eficiencia energética mejora la calidad de vida, reduce el impacto negativo en el medio ambiente y proporciona beneficios económicos que nos ayudan a vivir de manera más consciente y responsable.
Lo principal para ahorrar es el aislamiento; ventanascon marco de pvc, cajones bien aislados y acristalamientos adecuados.Lo mismo con paredes y techos, hay que aislar antes de pasar a otras medidas.Despues ir cambiando a led aquellas zonas donde la luz pasa más horas encedida: comedor, cocina y alguna habitación.Los electrodomésticos cuando se cambian buscar los máxima eficiencia o los de segundo nivel de eficiencia.
Aparte tener la potencia eléctrica adecuada y discriminación horaria.
En invierno bajar persianas cuando se va el sol y en verano en las horas de máximo calor también hay que bajarlas al menos a la mitad y del todo en habitaciones donde no se entre.
Hay muchas cosa que hacer, pero en mi caso en 2 años he pasado de un consumo medio de 260kwh a 200 en la actualidad.Eso, la bajada de potencia a 3,45 y la discriminación horaria hacen que haya meses en los que pago menos de 35€.
Saludos y buena energia!