El papel y el cartón están hechos de madera, mayor es la cantidad consumida de papel y cartón y mayor es la destrucción de bosques. La ventaja del papel y del cartón es que es posible recuperarlo y reciclarlo para hacer otros papeles y cartones.
Aproximadamente el 60% del papel y del cartón se vuelve a recuperar para reciclarlo. La clasificación de envases de papel y de cartón en los contenedores permite su recuperación para volver a utilizarlos y hacer nuevo papel y nuevo cartón.
Por eso es importante colocarlos en los contenedores especiales para evitar la contaminación medioambiental. Una vez que el papel recuperado ha pasado por un proceso de limpieza, se obtiene la fibra celulósica prensada. Producimos residuos a diario y de todo tipo, pero si no podemos evitar la producción de residuos, sí que podemos controlar la cantidad de productos evitando su consumo innecesario o reutilizándolos al máximo.
El primer paso para controlar los residuos es evitar producirlos. Siempre que sea posible se deben elegir productos sin envases y sin embalajes innecesarios. El bolso de mano o la bolsa reciclable es una muy buena solución para limitar el uso de bolsas de plástico en los supermercados.
Las toallitas o toalla de papel pueden ser fácilmente reemplazadas por una esponja o toallas de microfibra. Contrariamente a la creencia popular, una toalla o pañuelo de papel no es reciclable. Una vez utilizado se considera como residuo para quemar.