Con el auge de los coches eléctricos y la transición hacia una movilidad más sostenible, términos como EV, BEV, PHEV, EREV y FCEV se han convertido en parte del vocabulario habitual para muchos conductores. Sin embargo, estas siglas pueden generar confusión, especialmente para quienes se adentran por primera vez en el mundo de los vehículos electrificados. En este artículo, vamos a desgranar cada una de estas siglas de forma detallada para que las comprendas a fondo.
Si estás pensando en adquirir un coche híbrido o eléctrico, o simplemente quieres entender mejor las nuevas opciones de movilidad que ofrece el mercado, esta guía te será de gran ayuda. En este artículo vamos a enseñarte qué significan estos acrónimos y cómo se relacionan con la tecnología aplicada en los vehículos actuales.
EV y BEV: Vehículos Eléctricos de Batería
Las siglas EV (Electric Vehicle) y BEV (Battery Electric Vehicle) hacen referencia a los vehículos eléctricos puros. Estos coches funcionan exclusivamente mediante uno o varios motores eléctricos que obtienen su energía de una batería recargable. Al no tener un motor de combustión, no generan emisiones contaminantes.
Los EV o BEV deben recargarse conectándolos a una red eléctrica, ya sea desde casa, en puntos de recarga pública o en estaciones de carga rápida. Algunos modelos populares de esta categoría incluyen el Tesla Model 3, el Nissan Leaf y el Hyundai Ioniq 5. Además, estos vehículos suelen disfrutar del distintivo ambiental Cero de la DGT, lo que les da acceso a múltiples beneficios en las ciudades.
HEV: Vehículos Híbridos No Enchufables
El término HEV (Hybrid Electric Vehicle) se refiere a los coches híbridos convencionales que combinan un motor de combustión interna (generalmente de gasolina) con un motor eléctrico. Estos vehículos no necesitan enchufarse, ya que sus baterías se recargan mediante la energía recuperada durante la frenada o con la ayuda del motor de combustión.
Los HEV destacan por su eficiencia en el consumo de combustible y son ideales para quien busca una transición entre los coches de combustión tradicional y los eléctricos. Entre los modelos más conocidos se encuentran el Toyota Prius y el Kia Sportage HEV. Estos vehículos suelen contar con la etiqueta ECO de la DGT.
PHEV: Vehículos Híbridos Enchufables
Los PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle) son híbridos que incorporan una batería de mayor capacidad que puede recargarse conectándola a la red eléctrica. Esto les permite circular en modo 100% eléctrico durante trayectos más largos, generalmente entre 40 y 60 kilómetros, dependiendo del modelo.
Esta configuración hace que los PHEV combinen las ventajas de los vehículos eléctricos con la autonomía extendida que proporciona su motor de combustión. Algunos ejemplos destacados son el Mitsubishi Outlander PHEV y el Hyundai Tucson PHEV.
EREV: Vehículos Eléctricos de Autonomía Extendida
Los EREV (Extended Range Electric Vehicle) son menos comunes en el mercado. Estos vehículos funcionan principalmente con un motor eléctrico, pero incorporan un pequeño motor de combustión que actúa como generador para cargar la batería cuando esta se encuentra en niveles bajos. El motor térmico no se utiliza para mover el coche directamente.
Un ejemplo icónico de este tipo de vehículo es el BMW i3 REX, que destaca por ofrecer una solución intermedia entre los eléctricos puros y los híbridos enchufables, incrementando la autonomía sin depender exclusivamente de un enchufe.
MHEV: Vehículos Híbridos Ligeros
El MHEV (Mild Hybrid Electric Vehicle) o híbrido ligero utiliza un sistema de propulsión que combina un pequeño motor eléctrico con un motor de combustión. Este motor eléctrico no es suficiente para mover el coche por sí solo, pero sí para asistir en aceleraciones, alimentar componentes auxiliares y optimizar el consumo de combustible.
Los MHEV son una excelente opción para quienes buscan mayor eficiencia energética sin realizar una inversión significativa en tecnología eléctrica. Modelos como el Ford Puma MHEV y el Kia Stonic pertenecen a esta categoría.
FCEV: Vehículos de Pila de Combustible
Finalmente, encontramos los FCEV (Fuel Cell Electric Vehicle). Estos vehículos utilizan hidrógeno como fuente de combustible para generar electricidad mediante una reacción química en la pila de combustible. La electricidad resultante se almacena en una batería, que alimenta el motor eléctrico, mientras que el único subproducto de este proceso es vapor de agua.
Los FCEV son una de las opciones más limpias disponibles actualmente, aunque su implantación es limitada debido a la escasez de infraestructura de recarga de hidrógeno. Algunos modelos destacados son el Toyota Mirai y el Hyundai Nexo.
Con esta guía, ahora tienes una visión clara de lo que significan las siglas más habituales en el universo de los coches eléctricos e híbridos. Conocer estas diferencias te ayudará a tomar decisiones más informadas si estás pensando en adquirir un vehículo electrificado. Además, te permitirá comprender mejor cómo funciona esta tecnología que está revolucionando la movilidad en todo el mundo.