Un coche híbrido es un tipo de vehículo que combina dos motores: uno de combustión interna, generalmente alimentado por gasolina, y otro eléctrico que funciona con una batería de alto voltaje. Esta conjunción le permite obtener lo mejor de ambos mundos: la eficiencia del motor eléctrico y la potencia del motor de combustión.
Sin embargo, esta combinación de tecnologías también puede generar complicaciones específicas, como averías tanto en el motor térmico como en el sistema eléctrico. En este artículo, te contaremos cuáles son los principales problemas de los coches híbridos y cómo se pueden solucionar.
Popularidad de los coches híbridos
Los coches híbridos han ganado popularidad a medida que los conductores buscan soluciones más ecológicas y eficientes. Y no es de extrañar: entre sus ventajas destacan el menor consumo de combustible y una reducción significativa en las emisiones de gases contaminantes. Sin embargo, el aumento de las ventas también ha puesto de manifiesto algunos problemas técnicos que afectan a este tipo de vehículos.
Comparados con los coches de combustión tradicional, los híbridos requieren menos mantenimiento, debido en parte a la menor cantidad de piezas móviles en el motor eléctrico. Además, el motor térmico de los híbridos es generalmente muy fiable. No obstante, la mayoría de las averías que experimentan los coches híbridos están relacionadas con su sistema eléctrico.
En Europa, la demanda de coches híbridos ha crecido significativamente, con un ascenso del 7,5% entre 2020 y 2021. Este tipo de vehículos ofrecen un ahorro en los costes de mantenimiento de hasta el 80% en diez años en comparación con un coche diésel. Y lo que es más, pueden llegar a ahorrar hasta el 90% en mantenimiento frente a un coche de combustión interna convencional.
¿Cuáles son las averías típicas que experimentan los coches híbridos?
Aunque los vehículos híbridos son conocidos por su durabilidad y eficiencia, no están exentos de sufrir fallos. A continuación, te mostramos las averías más comunes que pueden experimentar los coches híbridos.
El conector del servicio
Uno de los problemas más comunes en los coches híbridos es que, durante el proceso de recarga, el conector puede alcanzar temperaturas muy elevadas. Esto puede provocar que la pieza se estropee e incluso llegue a quemarse, impidiendo que el vehículo cargue correctamente.
Para evitar mayores complicaciones, es aconsejable revisar y, si es necesario, reemplazar el conector en las revisiones periódicas. De esta manera, se puede evitar un deterioro mayor y garantizar el correcto funcionamiento del vehículo.
Problemas con el cableado eléctrico
El cableado es otro de los componentes que puede fallar, especialmente cuando el coche supera los 60.000 kilómetros. Las altas temperaturas durante la carga del vehículo pueden hacer que el aislamiento del cableado se desgaste e incluso se queme, lo que podría generar un cortocircuito.
Detectar estos problemas a tiempo es fundamental, ya que un fallo en el cableado podría dañar la batería, lo que implicaría reemplazar todo el sistema eléctrico. Este tipo de avería es costosa, por lo que lo mejor es llevar el coche a un profesional en cuanto se detecten fallos.
Avería en la caja de cambios asociada al inversor
Esta es una de las averías más temidas, ya que el inversor es una pieza clave en el funcionamiento de los coches híbridos. Este componente cumple la función de convertir la energía almacenada en la batería en energía utilizable para el motor eléctrico. Además, la caja de cambios está asociada tanto al inversor como al alternador y al motor de arranque.
Si uno de estos componentes falla, tendrá un impacto directo en el rendimiento del vehículo. Aunque esta avería no es muy común, su reparación es costosa.
Batería de alto voltaje: un componente crítico
La batería de alto voltaje es uno de los componentes fundamentales en un coche híbrido. Con el tiempo, esta batería puede degradarse, lo que se manifiesta en una reducción de la capacidad de carga y un empeoramiento de la eficiencia del vehículo. Por lo general, este tipo de problemas empiezan a aparecer tras alcanzar los 200.000 kilómetros.
Si la batería se daña de manera irreversible, será necesario reemplazarla, lo que puede suponer un coste elevado. Además, es fundamental tener en cuenta las temperaturas altas, ya que pueden afectar negativamente a la batería.
Desgaste en frenos y amortiguadores
Debido al peso adicional del sistema eléctrico, los coches híbridos suelen tener un mayor desgaste en los frenos y la suspensión. Esto se debe a que, al combinar dos motores, los vehículos híbridos tienen un peso superior al de los coches convencionales.
Para evitar problemas mayores, es fundamental realizar revisiones periódicas del sistema de frenado y la suspensión, ya que el desgaste puede ser más rápido en comparación con un coche de combustión interna. El frenado regenerativo también contribuye a la carga de la batería, por lo que su correcto estado es esencial en el rendimiento general del coche.
Consejos para prevenir averías en coches híbridos
Para evitar problemas en los coches híbridos, es fundamental seguir algunas buenas prácticas de mantenimiento:
- Revisiones periódicas: Seguir el manual de instrucciones del fabricante es esencial para garantizar que se realicen todas las revisiones a tiempo, especialmente en lo que respecta a la batería.
- Revisión del sistema de refrigeración: Dado que el sobrecalentamiento es uno de los principales problemas en los híbridos, es recomendable revisar el sistema de refrigeración con frecuencia.
- Mantener limpio el radiador: Evitar la acumulación de suciedad entre el radiador y el condensador de agua ayuda a prevenir problemas con las altas temperaturas.
El mantenimiento preventivo es la mejor manera de asegurarse de que el vehículo esté siempre en las mejores condiciones. Esto no solo alarga la vida útil del coche, sino que también previene averías más costosas.
Coches híbridos de renting: una opción inteligente
El renting de coches híbridos es otra opción muy atractiva para quienes buscan una solución de movilidad más ecológica y económica. Uno de los beneficios de esta modalidad es que el mantenimiento del coche está incluido en la cuota mensual, lo que elimina la preocupación por reparaciones imprevistas.
Además, el renting incluye otros gastos como el seguro, la matriculación y la ITV, lo que representa un ahorro considerable en comparación con la compra de un coche híbrido. Al final del contrato, puedes optar por cambiar de vehículo o adquirirlo de manera definitiva.
Conducir un coche híbrido tiene muchas ventajas tanto para tu bolsillo como para el medio ambiente. Si decides utilizar uno, revisa siempre sus componentes críticos como la batería, el cableado y el inversor para evitar problemas que puedan llevar a reparaciones costosas. Un buen mantenimiento preventivo es clave para disfrutar de todas las bondades que este tipo de vehículos ofrecen.