Las provincias catalanas de Barcelona y Tarragona están viviendo una situación cada vez más preocupante debido a una infestación generalizada de garrapatas en los últimos meses. Expertos han lanzado advertencias sobre estos parásitos, conocidos por alimentarse de la sangre de humanos y animales, y que también pueden transmitir diversas enfermedades. A continuación, te detallamos todo lo que debes saber sobre esta amenaza, cómo afecta a Cataluña y qué puedes hacer para protegerte de las picaduras de garrapatas.
Plaga de garrapatas en Cataluña
Uno de los focos de atención actual es la especie ‘Hyalomma lusitanicum’, que ha experimentado un crecimiento alarmante en Cataluña. Según el medio ‘RAC1’, esta especie se ha multiplicado rápidamente, representando riesgos tanto para los humanos como para diferentes animales salvajes. Si bien sus picaduras suelen ser indoloras, las garrapatas son portadoras de enfermedades que pueden ser graves.
La Generalitat de Cataluña, a través de la página web Gencat, advierte sobre algunas de las dolencias que pueden ocasionarse debido a una picadura de garrapata, entre ellas la fiebre botón, la enfermedad de Lyme, la encefalitis y la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Si bien estas enfermedades pueden ser preocupantes, un estudio de la Universidad de Zaragoza ha revelado que la presencia de virus peligrosos, entre ellos el de la fiebre hemorrágica, es mínima en la especie presente en Cataluña. Este dato es tranquilizador, aunque no elimina la necesidad de estar alerta.
Regiones afectadas por la plaga
Carlos Pradera, experto en plagas, ha informado que ocho comarcas de Cataluña, especialmente en áreas periurbanas de Barcelona y Tarragona, están en riesgo de sufrir una invasión significativa de garrapatas. Las comarcas amenazadas incluyen el Baix Llobregat, Garraf, Vallès Oriental, Vallès Occidental, Alt Penedès, Baix Penedès y el Maresme. En estas áreas, se ha constatado una del aumento de la presencia de garrapatas ‘Hyalomma lusitanicum’.
Este incremento de las garrapatas también coincide con el aumento de fauna como conejos y jabalíes, que actúan como huéspedes principales. La expansión de la plaga no se limita a áreas rurales, ya que también ha sido documentada en parques urbanos y zonas recreativas, lo que la convierte en un tema de preocupación pública por la cercanía a zonas habitadas.
Papel del cambio climático en la expansión
El cambio climático ha sido un factor clave en la propagación de las garrapatas. En las últimas décadas, se ha observado un aumento de temperaturas y estaciones más largas que favorecen la reproducción y supervivencia de estos parásitos. Las garrapatas encuentran en el clima cálido un ambiente idóneo para desarrollarse, lo que empeora la situación en comarcas como las mencionadas.
Además, el descontrol de las poblaciones de jabalíes y otros animales salvajes ha facilitado la dispersión de las garrapatas en los ambientes periurbanos de Barcelona y Tarragona. La escasez de inviernos fríos, que en el pasado mantenían a raya a estas poblaciones, ha agravado la situación, haciendo cada vez más difícil frenar su expansión.
Técnicas innovadoras de control: La metagenómica
Una investigación reciente llevada a cabo por Agustín Estrada-Peña, de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2), ha utilizado la técnica de la metagenómica para identificar con mayor precisión los virus que las garrapatas podrían portar. Este es el primer estudio de su tipo en España y sus resultados han sido fundamentales para determinar que, al menos en las provincias de Barcelona y Tarragona, los virus detectados en las garrapatas no representan un riesgo significativo para la salud humana.
Mediante la metagenómica, los investigadores lograron identificar cuatro virus de artrópodos en las garrapatas recolectadas, ninguno de los cuales supone un peligro sanitario para los humanos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los resultados obtenidos no se pueden extrapolar a otras regiones de España, ya que las condiciones climáticas y ecológicas varían considerablemente.
Cómo pican las garrapatas
El mecanismo de picadura de una garrapata es sofisticado y diseñado para no ser detectado por el huésped. Las garrapatas buscan señales como el dióxido de carbono que los seres vivos exhalan, y se adhieren firmemente a la piel del animal o humano que encuentran. Utilizan estructuras en su boca conocidas como quelíceros para cortar la piel y el hipostoma, un órgano en forma de aguja, para succionar la sangre.
Una de las razones por las que estas picaduras pasan desapercibidas es porque liberan saliva con anestésicos naturales, lo que reduce el dolor y la molestia que el huésped podría sentir. Esto les permite alimentarse durante horas o incluso días.
Enfermedades transmitidas por garrapatas
Entre las principales enfermedades que pueden transmitir las garrapatas se encuentran:
- Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo: Esta enfermedad es peligrosa y puede causar síntomas graves, como hemorragias y fiebre alta. Aunque su presencia en Cataluña aún es mínima, el riesgo no debe ser subestimado.
- Enfermedad de Lyme: Provocada por la bacteria Borrelia, puede causar complicaciones a largo plazo si no es tratada adecuadamente.
- Fiebre botonosa: Una enfermedad que genera fiebre alta y erupciones cutáneas.
- Encefalitis transmitida por garrapatas: Una infección viral que afecta el sistema nervioso central y puede conducir a inflamación cerebral.
Es importante tomar medidas de prevención, ya que el diagnóstico y tratamiento temprano pueden evitar complicaciones serias de estas enfermedades.
Prevención de picaduras de garrapatas
La mejor manera de protegerse de las picaduras de garrapatas es aplicar ciertas medidas preventivas cuando se realizan actividades al aire libre:
- Utilizar ropa de manga larga y calcetines altos para cubrir completamente el cuerpo, especialmente durante los meses cálidos.
- Aplicarse repelente de insectos autorizado. Estos repelentes pueden ser colocados tanto en la ropa como en la piel.
- Evitar caminar por áreas de vegetación alta o densa, donde las garrapatas suelen esperar.
- Revisar el cuerpo y las mascotas al regresar de áreas naturales para detectar posibles garrapatas adheridas.
Si encuentras una garrapata adherida a tu piel, lo ideal es retirarla con unas pinzas finas sin aplastarla y luego limpiar el área con agua y jabón. En caso de desarrollar síntomas como fiebre o erupciones cutáneas después de una picadura, se recomienda consultar al médico de inmediato.
El fenómeno de la infestación de garrapatas en Cataluña continúa siendo un tema de preocupación. Aunque las probabilidades de contraer una enfermedad peligrosa son bajas, una correcta prevención y detección temprana siguen siendo esenciales.