En el planeta existen numerosas especies que son endémicas. Esto significa que solo pueden encontrarse en un ecosistema específico y no en otro lugar del mundo. El pejelagarto es una de las especies endémicas más conocidas a nivel global. También se le conoce como catan o manjuarí, y es un pez carnívoro que habita en aguas dulces. Pertenece a la familia Lepisosteiformes, la cual está compuesta por 2 géneros y 7 especies diferentes.
En este artículo, te contaremos en detalle todas las características, hábitat, alimentación y reproducción del pejelagarto.
Características principales
El pejelagarto tiene un cuerpo alargado y cilíndrico, con una apariencia similar a un tubo. Su piel está cubierta por escamas ganoides con forma de diamante, las cuales forman una armadura protectora que lo defiende de los ataques de sus depredadores naturales. Este pez destaca por su hocico, que es desproporcionadamente grande en relación con el resto de su cuerpo, lo que le otorga una apariencia feroz.
El comportamiento del pejelagarto es territorial y agresivo, lo que le permite defender eficazmente su hábitat. Algunos ejemplares pueden llegar a medir hasta 3 metros de longitud y pesar alrededor de 130 kilos, aunque la media es de 100 kilos. Este depredador tiene una mandíbula muy resistente, equipada con dientes agudos y cortantes que le permiten desgarrar a sus presas con facilidad.
A pesar de su tamaño y peso, el pejelagarto tiene la capacidad de moverse a gran velocidad cuando necesita cazar, aunque generalmente es un nadador lento. Es un pez muy adaptable, capaz de vivir en condiciones acuáticas inhóspitas donde otras especies no podrían sobrevivir. Esta resistencia le ha permitido continuar existiendo incluso en entornos cambiantes a lo largo de millones de años.
Especies de pejelagarto
A nivel mundial, se conocen siete especies de pejelagarto, distribuidas entre dos géneros: Atractosteus y Lepisosteus. Cada una de estas especies posee características únicas, pero todas comparten las mismas adaptaciones que les han permitido sobrevivir durante millones de años:
- Atractosteus tropicus: La especie más conocida en México, y comúnmente pescada para el consumo humano en diversas regiones.
- Atractosteus spatula: Un gigante entre los pejelagartos, también conocido como el «pejelagarto aligator».
- Atractosteus tristoechus: Esta especie es endémica de Cuba y forma parte de importantes proyectos de conservación.
- Lepisosteus oculatus: Popular en la pesca recreativa debido a la dificultad que representa su captura.
- Lepisosteus platostomus: Se encuentra en los ríos y pantanos del sureste de Estados Unidos y es menos conocido fuera de su hábitat natural.
Área de distribución y hábitat del pejelagarto
El pejelagarto es endémico de las aguas dulces del este de América del Norte y América Central. Su distribución abarca desde Montana y el sur de Quebec, en Canadá, hasta Costa Rica, en América Central. Históricamente, la especie se encontraba en muchas más regiones, según lo demuestran fósiles hallados en África, Europa y Asia, pero la transformación del ecosistema por la acción humana ha restringido su alcance actual.
Al ser un pez de aguas tranquilas, el pejelagarto prefiere habitar en zonas pantanosas y lacustres, así como en ríos de curso lento con abundante vegetación acuática. La situación tranquila de estas aguas le permite ahorrar energía al desplazarse lentamente, para emboscar a sus presas con mayor efectividad.
A pesar de su preferencia por aguas dulces, se han reportado casos de pejelagartos que habitan en ambientes salobres y en las desembocaduras de ríos, demostrando su adaptación a distintos tipos de ecosistemas. Su capacidad para tolerar altos niveles de temperatura también le ha permitido sobrevivir en hábitats donde otros peces morirían.
Alimentación del pejelagarto
El pejelagarto es un depredador voraz cuya dieta está compuesta predominantemente por otros peces, aunque también puede alimentarse de crustáceos e incluso pequeñas aves acuáticas. Posee una mandíbula larga y resistente que está equipada con dientes muy afilados, lo que le permite atrapar y devorar a sus presas sin demasiada dificultad.
Este pez también es un carroñero oportunista. Si encuentra restos de peces muertos o animales en descomposición, no dudará en aprovecharlos para complementar su dieta. Durante las temporadas en las que la oferta de alimento disminuye, el pejelagarto muestra gran adaptabilidad y puede cambiar su comportamiento alimenticio para sobrevivir.
Reproducción del pejelagarto
La reproducción del pejelagarto ocurre entre abril y junio, en aguas dulces con abundante vegetación acuática que proporcione refugio. Durante esta temporada, las hembras pueden liberar hasta 8000 huevos, que eclosionarán en un periodo de aproximadamente siete días. Los huevos del pejelagarto son verdes, tóxicos y muy pegajosos, lo que les permite adherirse fácilmente a las superficies sumergidas.
Las crías, al nacer, no se alimentan de inmediato, sino que dependen de su saco vitelino durante su etapa inicial. Este órgano les proporciona los nutrientes necesarios hasta que son capaces de cazar pequeños peces u otros invertebrados acuáticos.
En cuanto al ciclo vital del pejelagarto, se estima que su esperanza de vida varía entre los 25 y los 40 años, haciendo de esta especie uno de los peces más longevos del mundo. A medida que crecen, los juveniles se independizan rápidamente, evitando ser depredados por otras especies acuáticas.
¿El pejelagarto está en peligro de extinción?
A pesar de las preocupaciones sobre su supervivencia debido a la sobreexplotación y la pérdida de hábitat, el pejelagarto no está actualmente en peligro de extinción. Las siete especies de pejelagarto siguen siendo abundantes en las zonas donde habitan. Esto es especialmente relevante en ciertas regiones, como el sureste de México, donde la pesca comercial y recreativa del pejelagarto es una actividad común.
Sin embargo, los esfuerzos de conservación deben mantenerse, principalmente debido a la degradación de las áreas naturales y la pesca indiscriminada en ciertas zonas. Aunque la carne del pejelagarto es comestible, su consumo no está muy extendido debido a la cantidad de espinas que posee, además de que sus huevos son altamente tóxicos para los humanos.
El pejelagarto sigue siendo una especie fascinante debido a su resistencia y su historia de supervivencia a través de los cambios evolutivos. A lo largo de los años, este pez ha captado la atención tanto de científicos como de pescadores, quienes lo consideran un ejemplo vivo de la capacidad de adaptación de la vida en la Tierra.