Hoy en día la energía eólica es una de las fuentes de energía renovable más utilizadas en el mundo. Su desarrollo técnico ha avanzado de manera notable durante las últimas décadas, siendo una de las tecnologías más eficientes en la generación de energía limpia. El aprovechamiento del viento es tan antiguo como la historia de la humanidad. Las primeras evidencias del uso de la energía eólica se remontan a 3000 a.C., cuando se utilizaban barcos a vela en el Nilo, y hacia el siglo XVII a.C. durante el reinado de Hammurabi en Babilonia, donde los molinos de viento permitían bombear agua para riego. En este artículo, exploraremos la historia de la energía eólica, desde sus orígenes hasta su evolución en la actualidad.
Orígenes e historia de la energía eólica
El uso de la energía eólica en la historia está documentado en diversas épocas y civilizaciones. Uno de los primeros usos del viento como fuente de energía fue la navegación y el comercio marítimo. Las velas de los barcos que surcaban el Nilo en el antiguo Egipto ya aprovechaban la fuerza del viento para trasladarse. Del mismo modo, en la antigua Mesopotamia se construyeron los primeros sistemas de riego que utilizaban molinos para bombear agua. Hacia el año 1000 de nuestra era, los molinos de viento ya eran comunes en el Medio Oriente y comenzaron a extenderse en Europa durante la Edad Media. Uno de los ejemplos más conocidos es el de los molinos de viento holandeses, utilizados para drenar pantanos y lagunas, así como para moler grano. Estos molinos multipala eran estructuras grandes y lentas, pero demostraron ser fundamentales en el desarrollo de la agricultura y la economía. En el continente asiático, especialmente en China hacia el 200 a.C., ya se había registrado el uso de molinos de viento para tareas como el bombeo de agua de pozos. Estos molinos chinos poseían una estructura de eje vertical, que se diferenciaba de los modelos occidentales de eje horizontal. Mientras tanto, en Persia, los molinos también se empleaban para el riego y la molienda de grano, lo que demuestra el uso generalizado y el conocimiento temprano de las ventajas del viento como fuente de energía.
El Renacimiento de la energía eólica y la Revolución Industrial
Con la llegada de la Revolución Industrial en el siglo XIX, el interés en la energía eólica disminuyó a medida que el carbón y el petróleo ganaban terreno como fuentes de energía predominantes. Sin embargo, los molinos de viento no desaparecieron por completo. En lugares alejados de las grandes ciudades, especialmente en zonas rurales, se seguían utilizando molinos para diversas tareas. En Estados Unidos, los molinos multipala sepopularizaron a finales del siglo XIX, sobre todo en las regiones rurales del oeste para el bombeo de agua. Estos molinos, de estructura simple pero efectiva, sirvieron de base para los primeros generadores de electricidad eólica, diseñados a principios del siglo XX. Uno de los avances más importantes ocurrió en 1887, cuando Charles F. Brush construyó lo que se considera la primera turbina eólica generadora de electricidad. Esta turbina tenía un gran tamaño, con 144 palas de rotor de madera de cedro, y aunque su eficiencia era limitada, fue un hito en el avance hacia la generación eléctrica mediante la energía eólica.
Los primeros aerogeneradores y el siglo XX
Durante la primera mitad del siglo XX, los avances en el diseño de aerogeneradores fueron lentos, pero notables. En 1931, se desarrolló un aerogenerador en Yalta con una capacidad de 100 kW, una cifra significativa para la época. Sin embargo, no fue hasta las décadas de 1930 y 1940 que la generación eólica comenzó a ser implementada en zonas rurales de EE.UU. con molinos que proporcionaban electricidad a granjas y hogares. El fabricante norteamericano Jacobs fue pionero en la producción de aerogeneradores para generar electricidad en áreas rurales con una capacidad de 3 KW durante la década de 1930. Este diseño permitió llevar electricidad a lugares remotos sin necesidad de conexión a la red eléctrica tradicional. En 1940, se construyeron los primeros molinos de viento de gran tamaño en Vermont, Estados Unidos, con una capacidad de generación cercana a 1 MW. Después de la Segunda Guerra Mundial, el uso de la energía eólica sufrió un retroceso considerable. El acceso barato al petróleo y el auge de las grandes plantas de generación eléctrica basadas en combustibles fósiles hicieron que la inversión en tecnología eólica se redujera drásticamente. Durante varias décadas, la energía eólica permaneció en segundo plano hasta que los eventos geopolíticos y los cambios económicos la colocaron nuevamente en el centro de la atención.
La crisis del petróleo y el resurgimiento de la energía eólica
El siguiente hito importante en la historia de la energía eólica tuvo lugar en la década de 1970. Durante esta época, la crisis del petróleo puso en evidencia la dependencia mundial de los combustibles fósiles y abrió la puerta al desarrollo de alternativas más sostenibles. La energía eólica resurgió como una opción viable y se comenzaron a desarrollar programas de investigación en varios países como parte de la búsqueda de fuentes de energía más limpias. Dinamarca se destacó en el desarrollo de aerogeneradores modernos durante la década de 1980 y se convirtió en líder mundial en la producción y exportación de equipos. Estos avances permitieron una disminución significativa en los costos de producción y una mayor competitividad en el mercado energético. Al comienzo del siglo XXI, la energía eólica ya había adquirido un papel relevante en el panorama energético global. Los aerogeneradores más grandes y eficientes, tanto en tierra (on-shore) como en el mar (off-shore), se desarrollaron para maximizar la producción en áreas con vientos constantes. El uso de materiales compuestos y el diseño aerodinámico de las palas también mejoraron considerablemente la eficiencia de estos dispositivos.
El auge de la energía eólica en el siglo XXI
Durante las dos primeras décadas del siglo XXI, la energía eólica ha experimentado un auge sin precedentes. En muchos países, ha superado la producción de electricidad de plantas tradicionales de combustibles fósiles, contribuyendo de manera significativa a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. En 2019, la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) informó que la capacidad mundial instalada de energía eólica alcanzó los 564 GW, lo que representa alrededor del 5% de la electricidad mundial. Hoy en día, aerogeneradores cada vez más grandes y potentes están siendo instalados en proyectos off-shore, donde las condiciones de viento son más favorables. Estas instalaciones pueden generar cantidades masivas de electricidad, suficiente para alimentar ciudades enteras. Países como Alemania, China y Estados Unidos han liderado la implementación de grandes parques eólicos, tanto en tierra como en aguas marinas. La energía eólica ha demostrado ser una de las tecnologías más prometedoras para el futuro en términos de sostenibilidad y generación de energía limpia. A medida que las tecnologías continúan mejorando y los costos de producción disminuyen, es probable que la energía eólica siga desempeñando un papel fundamental en la transición energética del siglo XXI. Con la creciente demanda de fuentes renovables, la energía eólica tiene un futuro brillante como una de las principales fuentes de energía a nivel global.
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QUE MIERDA DE PAGINA NO SIRVE UN CHOTO ENCIMA ME SAQUE UN 1 POR ESTA PAGINA PORONGA CHUPENSE UNA CHOTA