La relación entre hábitat, ecosistema y nicho ecológico: diferencias clave y ejemplos

  • El nicho ecológico describe el rol que una especie desempeña dentro de un ecosistema.
  • Las especies compitiendo por el mismo nicho pueden llevar a una exclusión competitiva.
  • Especies puede tener nichos ecológicos similares en hábitats diferentes debido a la vicarianza.

Ecosistemas y nicho ecológico

Cuando se habla en ecología y medio ambiente acerca de hábitats, ecosistemas y nicho ecológico, muchas personas confunden estos términos. Mientras que hábitat, ecosistema y nicho son conceptos distintos, la gente tiende a usarlos de manera similar. Sin embargo, cada uno tiene una función y significado particular. En este artículo, explicaremos en detalle qué es un nicho ecológico, sus diferencias con el hábitat y ecosistema, y discutiremos ejemplos para ilustrar estos conceptos ecológicos cruciales.

¿Qué es un nicho ecológico de una especie?

hábitat y ecosistema

El nicho ecológico se refiere al rol o función que desempeña una especie dentro de un ecosistema y su relación con el entorno biótico (seres vivos con los que interactúa) y abiótico (factores no vivos como el clima). Esto incluye cómo la especie obtiene alimento, interactúa con otras especies y contribuye al entorno en el que vive.

Un ejemplo clásico es el del pingüino emperador. Su nicho ecológico lo describe como un depredador en las aguas frías del océano, cazando peces y crustáceos, y al mismo tiempo, siendo presa de depredadores como las orcas. Además, estos animales han desarrollado adaptaciones específicas para sobrevivir en ambientes extremadamente fríos, lo cual destaca otra característica del nicho: la adaptación a ciertas condiciones físicas del entorno.

Es crucial entender que el nicho no se refiere únicamente a la ubicación física (que sería el hábitat), sino a las interacciones que la especie tiene con su ambiente y otros seres vivos.

Nicho compartido y competencia

El concepto de nicho compartido surge cuando dos especies diferentes ocupan un nicho similar en un mismo ecosistema. En estos casos, algo importante ocurre: las especies entran en competencia interespecífica, lo que significa que luchan por los mismos recursos, como alimentos o territorio.

Un ejemplo común es el conflicto entre los zorros y lobos cuando compiten por presas en un mismo ecosistema. Eventualmente, una de las especies prevalecerá, mientras que la otra podría verse desplazada o sufrir una exclusión competitiva, donde una especie es expulsada o desaparece del ecosistema debido a la competencia.

No obstante, esto no siempre significa que la exclusión sea inmediata. En algunos casos, las especies pueden especializarse en diferentes recursos o adaptar su comportamiento para minimizar la competencia. Por ejemplo, una podría alimentarse de presas nocturnas, mientras la otra se mantiene activa durante el día. Este fenómeno es conocido como partición de recursos, y permite que ambas especies coexistan en el mismo ecosistema.

Mismo nicho en hábitats diferentes

Existen situaciones en las que especies distintas pero similares comparten un nicho ecológico, pero en hábitats diferentes. A estas se les conoce como especies vicariantes. Un buen ejemplo de esto son los monos del Viejo Mundo (África y Asia) y los del Nuevo Mundo (América).

Nicho ecológico

Hay dos teorías principales que explican cómo especies tan similares pueden vivir en localizaciones geográficas tan separadas. La teoría del dispersalismo sugiere que las especies pueden superar barreras geográficas como montañas u océanos, colonizando nuevos territorios y evolucionando de manera independiente. Esto podría dar lugar a nuevas especies con nichos ecológicos parecidos a los originales.

La otra teoría es la vicarianza. Según esta, las especies preexistentes se separan por barreras geográficas que se forman con el tiempo, como el movimiento de placas tectónicas, lo que da lugar a la evolución de nuevas especies en áreas diferentes. Sin embargo, ambas mantienen el mismo nicho ecológico básico.

Especies que comparten características pero no territorio

Es posible que dos especies compartan características y nichos similares sin vivir en el mismo territorio. Un claro ejemplo de esto es la relación entre el ñandú y el avestruz. Son animales diferentes que habitan en diferentes territorios geográficos, pero comparten un nicho ecológico muy similar en función de su ecología y comportamiento alimentario.

Animales con diferentes características

No obstante, no todas las especies que comparten un nicho deben tener características similares. Como mencionamos antes, un oso pardo y un oso polar tienen un antepasado común, pero sus características evolutivas les han permitido ocupar diferentes regiones geográficas sin cambiar radicalmente su nicho básico.

Ecosistema, hábitat y nicho: diferencias claras

Un concepto que frecuentemente se confunde es la diferencia entre hábitat, ecosistema y nicho ecológico. El hábitat es el lugar físico donde una especie vive. El ecosistema es un sistema más amplio, que incluye todas las especies e interacciones de un área y los factores abióticos. Por otro lado, el nicho ecológico describe el rol que desempeña cada especie en ese ecosistema, incluyendo cómo utiliza los recursos y se relaciona con otras especies.

Un claro ejemplo es la selva tropical. En este ecosistema, los hábitats pueden variar desde el suelo del bosque hasta las copas de los árboles. Dentro de estos hábitats, cada especie desempeñará su rol o nicho ecológico. Las aves podrían tener su hábitat en las copas de los árboles, mientras que los insectos y anfibios podrían vivir en el follaje del suelo. Ambos ocupan diferentes nichos dentro del mismo ecosistema.

La importancia de comprender estas diferencias radica en la necesidad de proteger estos sistemas para conservar la biodiversidad. Un ecosistema saludable con múltiples nichos ecológicos es más resistente y diverso, lo que proporciona estabilidad al entorno que habitamos.

Es vital tener en cuenta que la destrucción de hábitats puede llevar no solo a la extinción de especies específicas, sino también a la supuesta pérdida de nichos ecológicos, lo que afecta negativamente al equilibrio del ecosistema.

Entender los términos nicho ecológico, hábitat y ecosistema nos permite apreciar la complejidad de la naturaleza y la importancia de promover su conservación, en especial en un mundo donde los ecosistemas enfrentan constantes amenazas.


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