En todo el planeta, las energías renovables están adquiriendo cada vez más importancia, y dentro de ellas, la energía solar fotovoltaica es una de las que más ha crecido. Este aumento es clave para enfrentar los desafíos relacionados con el cambio climático y la independencia de los combustibles fósiles.
Para medir este crecimiento, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) realiza periódicamente estudios y balances. En uno de estos balances, correspondiente al año 2016, se determinó el incremento de la energía solar fotovoltaica a nivel mundial. En ese año, se añadieron 75 gigavatios (GW) al parque solar global, superando por primera vez los 300 GW totales instalados a nivel mundial. Este hito reflejó un claro avance en la adopción tecnológica de la energía solar.
Aumento de generación de energía solar fotovoltaica
Entre los países que más contribuyeron al incremento de la capacidad instalada en 2016 se encuentran China, Estados Unidos, Japón e India. China lideró el esfuerzo, añadiendo 34,5 GW, constituyendo casi la mitad del total global. Estados Unidos ocupó el segundo lugar con 14,7 GW, seguido por Japón con 8,6 GW e India con 4 GW. Estos cuatro países fueron los mayores contribuyentes a nivel mundial.
En Europa, destacaron países como Suecia y Francia, aunque su contribución fue inferior a la de las economías asiáticas y norteamericanas. Sin embargo, cabe mencionar que España apenas añadió 55 MW (0,05 GW), lo que refleja un bajo crecimiento en comparación con otros países. A nivel mundial, hasta 16 países lograron añadir más de 500 MW en 2016.
Este crecimiento es parte de la tendencia ascendente de la energía fotovoltaica. Según la AIE, el sector solar fotovoltaico ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años, cerrando 2016 con un total de más de 300 GW instalados en todo el planeta.
Perspectivas globales post-2016: Un futuro impulsado por el sol
Mirando más allá de 2016, la tendencia de crecimiento de la energía solar fotovoltaica ha seguido acelerándose. Para el año 2021, el total de capacidad instalada a nivel global ya había superado los 1000 GW, o 1 teravatio (TW), según datos de SolarPower Europe. China aún sigue siendo líder mundial, añadiendo 54,9 GW en 2021, mientras que Estados Unidos aportó 27,3 GW, India 14,2 GW y España 4,8 GW.
De acuerdo con expertos como Christian Breyer de la Universidad LUT de Finlandia, ningún otra fuente de energía ha crecido tan rápidamente como la fotovoltaica en las últimas dos décadas. Este rápido crecimiento se ha visto potenciado por la disminución continua de los costes de instalación y mejoras técnicas que han incrementado la eficiencia de los paneles solares. En algunas partes del mundo, el costo de generación de energía solar ya es más bajo que el de los combustibles fósiles tradicionales.
Instituciones como la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) prevén que para 2030 las instalaciones fotovoltaicas mundiales podrían alcanzar los 3 teravatios (TW) anuales, lo que implicaría un crecimiento exponencial respecto a los 300 GW de 2026. Según IRENA, la fotovoltaica es una de las tecnologías más prometedoras para reducir las emisiones globales de CO₂.
Comparativa y desafíos a futuro
Aunque el crecimiento de la energía solar fotovoltaica ha sido notable, este sector enfrenta también algunos desafíos significativos. Uno de los principales retos está relacionado con el impacto territorial. La instalación de grandes plantas fotovoltaicas requiere grandes extensiones de tierra, lo que genera inquietudes en torno a su impacto visual y medioambiental.
Sin embargo, expertos coinciden en que esta preocupación es fácilmente salvable. Por ejemplo, un estudio reciente demuestra que la superficie necesaria para alcanzar los objetivos de Net Zero en 2050, suponiendo una combinación de 200 GW de energía solar y 160 GW de energía eólica en España, representaría solo el 0,56% del territorio del país. Además, existen nuevas tecnologías como la agrovoltaica, que permiten combinar la producción agrícola con la generación de electricidad, optimizando el uso de la tierra y reduciendo su impacto ambiental.
En países como Alemania, se ha planteado la necesidad de reservar un 2% del territorio nacional para la instalación de energías renovables. Esta medida ha sido criticada en algunos sectores, pero muchos expertos sostienen que esta proporción de territorio puede ser compartida con otras actividades, como la agricultura o la ganadería.
El futuro de la energía solar fotovoltaica pasa también por nuevos desarrollos que minimicen su huella de carbono. En este sentido, destacan los programas gubernamentales en países como Estados Unidos, donde la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) ha impulsado la instalación de más de 950 millones de módulos solares, con incentivos para la producción nacional.
Oportunidades en el mercado internacional
A nivel mundial, el mercado de la energía solar fotovoltaica ha ofrecido oportunidades de inversión sin precedentes. Según SolarPower Europe, en 2021, la energía solar no solo superó a los combustibles fósiles y la energía nuclear en términos de capacidad añadida, sino que también fue la fuente de energía de más rápido crecimiento.
El crecimiento del mercado solar ha sido impulsado por dos factores principales: la disminución de los costes de las instalaciones solares y el acceso a facilidades financieras para la inversión en proyectos de energía renovable. En muchos países, los gobiernos han lanzado programas de incentivos para acelerar la transición hacia una economía baja en carbono.
Por ejemplo, en Arabia Saudita, una licitación de 300 MW en 2018 fijó el precio más bajo registrado hasta la fecha: 2,34 centavos de dólar por kWh, lo que refleja el potencial de la energía solar como fuente competitiva de energía. Además, Europa y otras regiones están invirtiendo en el desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía, lo que permitirá almacenar la electricidad generada por el sol para su uso en momentos en los que no brilla.
Para 2050, se espera que la capacidad solar fotovoltaica instalada en el mundo se multiplique por diez, alcanzando entre 10.000 y 23.000 GW, lo que cambiará sin duda el paisaje energético mundial.
La energía solar fotovoltaica se ha consolidado como una de las tecnologías clave para combatir el cambio climático, facilitar la transición energética y garantizar la seguridad energética mundial. Con una capacidad global instalada que sigue creciendo año tras año y avances tecnológicos continuos, la humanidad está cada vez más cerca de un futuro en el que la energía limpia y sostenible será accesible para todos.
Anticiparse mucho en las inversiones puede producir un colapso, como el de Zapatero y sus subvenciones, que ha obligado a quebrar a los primeros en gastarse el dinero por exceso de confianza y animados por las subvenciones zapateriles en las que o quiebra el Estado o los incautos que han invertido a la sombra zapateril, cuando la tecnología no estaba madura del todo. Lo zapateril debiera ser objeto de estudio en las universidades, políticas y económicas, de cómo no se puede ni debe hacer las cosas.Y no tirar de chequera como los nuevos ricos, al fin y al cabo es socialista, no sabe gastar ni invertir, cree que el Estado lo soluciona todo y el Estado, , es inoperante, ese Estado no existe, no es omnipotente, el Estado es lo que los ciudadanos pagan con sus impuestos y eso tiene un tope, la capacidad productiva, la productividad que el Estado no mira con su estructura funcionarial, mala asignadora de recursos.¡¡Y si no que se lo pregunten a las renovables y a la quiebra del modelo zapateril que no afecta sólo a las izquierdas.