Mercado de carbono: integridad, regulación y compras corporativas

  • Expertos alertan: la integridad ambiental debe guiar el mercado de carbono para que cumpla su propósito de reducir emisiones.
  • Microsoft concentra gran parte de las compras de crĆ©ditos de remoción, mientras crecen dudas sobre costes, escalabilidad y "permanencia".
  • PEFC publica una guĆ­a para conectar certificación forestal y mercados voluntarios, con foco en calidad, trazabilidad y acceso a financiación.
  • Brasil avanza hacia una ley marco del mercado de carbono y se impulsa la agricultura del carbono como nueva vĆ­a de ingresos rurales.

Mercado de carbono

En paralelo, grandes compradores corporativos, nuevas guías de certificación para proyectos forestales y pasos regulatorios en países como Brasil dibujan un escenario que acelera la profesionalización del mercado voluntario de carbono. Plataformas de negociación y propuestas como la agricultura del carbono completan un panorama en el que la demanda crece, pero la exigencia de calidad y trazabilidad sube el listón.

Integridad y propósito del mercado de carbono

Especialistas reunidos en São Paulo insistieron en que el objetivo último del mercado de carbono es reducir emisiones a escala global, no perpetuarse como instrumento financiero. En esa lógica, si el mecanismo logra los objetivos climÔticos, su relevancia tendería a disminuir con el tiempo.

Para que eso ocurra, la prioridad pasa por blindar la adicionalidad y la permanencia del carbono almacenado, evitar la doble contabilidad y asegurar una verificación independiente. Un mercado creíble debe garantizar que cada crédito represente un beneficio climÔtico medible, con salvaguardas sociales y ambientales claras, y reduzcan la huella de carbono.

El III Foro Latinoamericano de Economía Verde sirvió como punto de encuentro para alinear herramientas financieras y marcos regulatorios con la integridad del sistema. En él se subrayó que un III Foro Latinoamericano de Economía Verde con vocación de impacto debe traducirse en proyectos bancables y resultados verificables sobre el terreno.

Finanzas verdes y papel de la banca de desarrollo

El ecosistema financiero regional estÔ moviendo ficha. Entre 2020 y 2023, las instituciones de desarrollo de Brasil movilizaron casi dos billones de reales en financiación sostenible, lo que evidencia el potencial de la banca pública y de desarrollo para traccionar inversiones climÔticas.

En esa línea se presentaron mecanismos como la subasta Eco Invest, que permite a los bancos captar recursos para proyectos verdes, y el fondo soberano del estado de Espírito Santo, que utiliza regalías del petróleo para financiar descarbonización. Son modelos replicables a escala estatal o incluso nacional, enfocados en acelerar la transición con criterios de eficiencia y transparencia.

Capital disponible, proyectos listos escasean en la Amazonia

La experiencia sobre el terreno en la Amazonia revela una brecha conocida: abunda el capital dispuesto a invertir, pero faltan proyectos suficientemente estructurados para recibirlo. La necesidad es clara: fortalecer la preparación técnica, el monitoreo y la trazabilidad para convertir promesas en resultados concretos.

La financiación combinada emerge como herramienta clave para reducir riesgos y atraer inversión privada. Al compartir garantías y mejorar la gestión de riesgos, la financiación combinada puede catalizar iniciativas que protejan bosques, impulsen medios de vida locales y ofrezcan créditos con estÔndares internacionales.

La gran demanda corporativa: Microsoft tira del mercado

En los mercados de remoción basados en tecnología, Microsoft se ha convertido en el principal comprador. Datos de AlliedOffsets indican que representa cerca del 80% de las adquisiciones históricas de créditos tecnológicos y alcanzó alrededor del 92% en el primer semestre del año. Su gasto acumulado rondaría los 8.000 millones de dólares en un mercado estimado en 9.500 millones hasta la fecha.

Mientras Amazon y Google participan con cuotas mucho menores, el gigante del software ha cerrado acuerdos que van desde el almacenamiento subterrÔneo de residuos orgÔnicos con la startup estadounidense Vaulted Deep hasta la captura de gases en producción energética y desechos con Hafslund Celsio, en Oslo. También ha comprado créditos del proyecto Deep Sky Alpha, que anunció recientemente la primera absorción directa de CO2 del aire a escala piloto en Norteamérica.

La apuesta corporativa convive con dudas razonables. Expertas del sector remarcan que un dominio tan marcado puede proyectar una imagen casi filantrópica del mercado, cuando su valor empresarial debería extenderse a industrias mÔs allÔ de la tecnología. AdemÔs, persisten interrogantes sobre la escalabilidad, el coste y la capacidad de almacenamiento geológico seguro.

El IPCC considera necesarias las remociones de CO2 para cumplir los objetivos climÔticos, pero la tecnología aún no ha sido probada a gran escala. La diferencia de precios también es notable: los créditos tecnológicos promedian en torno a 180 dólares por tonelada, frente a unos 35 dólares por tonelada en remociones basadas en la naturaleza, que aportan co-beneficios pero presentan mayores riesgos de reversión.

Microsoft, que ha visto crecer sus emisiones mÔs de una quinta parte por el impulso de la IA y la nube, aspira a ser carbono negativo a finales de la década. Para ello, combina compras con entregas en los años 2030 y 2040 con créditos destinados a compensar emisiones presentes, una cartera que, según MSCI Carbon Markets, ya se orienta en parte a su huella actual.

EstÔndares y certificación: la guía de PEFC para vincular bosques y créditos

En el frente de la calidad, PEFC publicó una nueva guía técnica para conectar su certificación forestal con los mercados voluntarios de carbono. El documento ofrece un marco prÔctico para demostrar contribuciones reales a la mitigación, garantizar permanencia, minimizar fugas y evitar la doble contabilidad, alineÔndose con los principales estÔndares internacionales.

La iniciativa cobra relevancia en países como Argentina, donde se estima un potencial de mÔs de 2.000 millones de dólares en inversión climÔtica hacia 2030 para proyectos forestales y agropecuarios. Sin embargo, la participación histórica ha sido modesta: algo mÔs de 60 proyectos registrados frente a un universo superior a 12.000 a nivel global.

MÔs allÔ del cumplimiento, PEFC subraya que sistemas de gestión robustos agilizan la documentación, reducen trabas operativas y maximizan la capacidad de captura. También pone el foco en los co-beneficios (biodiversidad, agua, seguridad laboral y bienestar comunitario), cada vez mÔs valorados por compradores exigentes.

La reducción de riesgos se apoya en auditorías anuales por terceros independientes y en una cadena de custodia reforzada. La nueva orientación incorpora definiciones armonizadas con normativas como el EUDR europeo, requisitos de auditoría mÔs flexibles y lineamientos claros sobre uso de marca en materiales certificados.

Hoy, mÔs de 294 millones de hectÔreas estÔn certificadas bajo estÔndares PEFC en 49 países y alrededor de 29.800 empresas cuentan con certificación de cadena de custodia. Estas cifras reflejan un estÔndar que ya actúa como pasaporte de acceso a mercados donde la sostenibilidad es condición de entrada.

Plataformas e instrumentos: el caso del Mercado Voluntario de BYMA

Las infraestructuras de negociación también ganan tracción. En Argentina, el Foro Valos compensó la totalidad de su huella a través del Mercado Voluntario de Carbono de BYMA, adquiriendo créditos generados por Genneia. La medición del evento arrojó una huella de 7 toneladas de CO2e, y la operación se realizó en un entorno con trazabilidad y transparencia.

Desde BYMA se remarcó la importancia de alinear financiación, transparencia y acción ambiental, reforzando el papel del mercado de capitales en la descarbonización. Para consultoras y desarrolladores, operar en plataformas reguladas y con visibilidad aumenta la confianza y facilita la participación de nuevos compradores.

Marcos regulatorios y polƭticas: Brasil busca reglas, EspaƱa explora agricultura del carbono

Brasil avanza en el Congreso con un proyecto de ley para regular su mercado de carbono. Según el ponente, el país concentraría alrededor del 15% del potencial mundial de créditos, pero solo aprovecharía cerca del 1%. La norma pretende aportar seguridad jurídica y previsibilidad, posicionando a Brasil como referente de la transición energética.

En Europa, se impulsa la agricultura del carbono como fuente adicional de ingresos para el campo. En España, propuestas políticas plantean remunerar prÔcticas como el laboreo mínimo, las cubiertas vegetales o el no laboreo, integrÔndolas con el nuevo reglamento europeo de certificación de eliminaciones (Reglamento UE 2024/3012) y fomentando sinergias con créditos forestales y de naturaleza.

El éxito de estas políticas descansarÔ en metodologías de certificación de eliminaciones específicas, mediciones rigurosas y mecanismos de acceso para agricultores y ganaderos, de modo que los beneficios económicos se distribuyan sin sacrificar la integridad climÔtica.

Con la presión de los objetivos climÔticos, el mercado de carbono entra en una fase de consolidación: mÔs exigencia en la calidad de los créditos, concentración de la demanda en grandes compradores, nuevos estÔndares de certificación y marcos regulatorios que buscan dar seguridad. La región latinoamericana, por capital natural y empuje financiero, estÔ bien posicionada si consigue transformar el capital disponible en proyectos sólidos y verificables.

Emisiones de gases
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