La Provincia de Buenos Aires ha dado luz verde a un proyecto que marcará un antes y un después en la generación renovable del país: se desarrollará e instalará el primer dispositivo argentino de energía undimotriz a escala real en la costa atlántica. La iniciativa, impulsada por el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos a través de la Subsecretaría de Energía, se articulará con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y el Foro Regional de Energía de Buenos Aires (FREBA).
El equipo se ubicará en la Escollera Norte del Puerto de Mar del Plata, con el objetivo de probar su rendimiento en condiciones reales, generar datos y aportar electricidad en el entorno inmediato. La financiación llegará mediante el Programa Provincial de Incentivos a la Generación de Energía Distribuida Renovable (PROINGED), cuyos recursos provienen del agregado tarifario renovable que abonan los usuarios en su factura eléctrica. La puesta en marcha en sitio se proyecta para entre finales de 2025 y comienzos de 2026.
Ubicación y actores del proyecto
El acuerdo se firmó en el Centro Bonaerense de Energías Renovables y congregó a las instituciones clave para su ejecución. Participaron el subsecretario de Energía, Gastón Ghioni; el presidente de FREBA, Fernando Pini; el secretario general del Foro, Gustavo Piuma Justo; el decano de la UTN Regional Buenos Aires, Guillermo Oliveto; y el coordinador del PROINGED, Ricardo Lospinnato. Este esquema de colaboración refuerza el vínculo entre Estado, universidad y sector productivo.
Además de posicionar a Mar del Plata como banco de pruebas de referencia, la iniciativa busca diversificar la matriz energética provincial y nacional con tecnología de desarrollo local. La UTN aporta más de una década de experiencia en investigación y prototipado, que ahora se trasladará al entorno marino real para su validación.
Cómo funcionará el equipo undimotriz
El dispositivo se basa en una boya que capta el movimiento del oleaje. Ese vaivén se transmite mediante un brazo de palanca a un sistema de conversión que transforma la energía mecánica en electricidad. En la escollera se montará una estructura con partes fijas y móviles, diseñada para resistir la acción del mar y operar de forma continua.
En la fase inicial, el conjunto permitirá medir la energía generada y alimentar puntos de alumbrado en la zona de instalación, además de registrar datos de operación para optimizar el diseño. Este enfoque de prueba en sitio posibilita ajustar la ingeniería y evaluar el comportamiento bajo distintas condiciones de oleaje.
Financiación y programas que lo hacen posible
El PROINGED aporta los fondos para I+D e implementación, administrados por la Subsecretaría de Energía junto con FREBA. Dichos recursos proceden del agregado tarifario renovable incluido en las facturas eléctricas de la Provincia de Buenos Aires, lo que permite impulsar pilotos estratégicos con impacto tecnológico y productivo.
De forma complementaria, la política provincial de innovación —con instrumentos como el Fondo de Innovación Tecnológica de Buenos Aires (FITBA)— apunta a consolidar cadenas de valor locales, incentivar patentes y promover transferencia de conocimiento desde la universidad hacia la industria.
Estado del proyecto y próximos pasos
La UTN Regional Buenos Aires acumula más de diez años de investigación en undimotriz y obtuvo patentes vinculadas al sistema en 2019. El equipo ya dispone de componentes clave fabricados y probados a escala, mientras que una empresa constructora avanza con las piezas restantes. La meta es completar el conjunto, realizar verificaciones finales y proceder a la instalación en la Escollera Norte dentro del cronograma previsto.
Según la planificación, el piloto servirá para validar rendimiento, fiabilidad y costes frente a otras fuentes renovables. A partir de estos resultados, se contempla escalar la tecnología con múltiples unidades o falsas escolleras con generadores, aprovechando el litoral marítimo en distintos puntos y, potencialmente, inyectando energía a redes cercanas.
Impacto en la matriz energética y oportunidades
Hoy, cerca del 16% del consumo eléctrico nacional proviene de renovables no convencionales, con predominio de la eólica y la solar. La undimotriz ofrece una recurso más predecible que el viento y el sol, y una elevada densidad energética, lo que la convierte en una candidata a complementar el mix en zonas costeras.
Además de la electricidad, este tipo de sistemas podría alimentar procesos de desalación o suministrar energía a equipamientos costeros e infraestructuras portuarias. A medio plazo, la acumulación de experiencia abre la puerta a centros de investigación especializados y nuevas aplicaciones industriales ligadas al mar.
Retos técnicos y sociales a considerar
El principal desafío reside en la robustez de los equipos frente a la corrosión, el oleaje extremo y el mantenimiento en ambientes salinos. La ingeniería del dispositivo debe equilibrar eficiencia, durabilidad y costes para lograr competitividad respecto a otras renovables.
En paralelo, la convivencia con usos habituales de la escollera —turismo, pesca y tránsito portuario— exige trabajo coordinado con la comunidad y las autoridades locales. El piloto permitirá ajustar aspectos de seguridad, señalización y operación, garantizando una integración ordenada en el entorno.
Con un esquema de colaboración público-académico y un plan de pruebas realista, Mar del Plata se perfila como el punto de partida de la undimotriz argentina: un proyecto de innovación aplicada que busca diversificar la matriz, generar conocimiento propio y explorar un recurso marino con margen para crecer si la experiencia confirma su viabilidad técnica y económica.
