La calidad del aire en Madrid ha sido motivo de preocupación durante años debido al tráfico intenso y otras actividades urbanas que generan emisiones contaminantes. Para hacer frente a esta problemática, el Ayuntamiento lanzó el Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático, conocido también como Plan A, una estrategia integral destinada a reducir de forma drástica los niveles de contaminación en la ciudad y mejorar la salud pública.
Una de las principales causas de la contaminación atmosférica en Madrid es el tráfico de vehículos, que representan una parte significativa de las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) y partículas en suspensión. El Plan de calidad del aire tiene como objetivo la reducción de estas emisiones a través de diferentes iniciativas.
Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático
En marzo de 2017, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la delegada del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, presentaron el Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático, cuyo presupuesto supera los 540 millones de euros. La meta del plan es convertir a Madrid en una ciudad más sostenible, mejorando la salud pública, reduciendo las enfermedades cardio-respiratorias relacionadas con la contaminación y aumentando la esperanza de vida de los ciudadanos.
El Plan A cuenta con más de 30 medidas divididas en cuatro grandes áreas:
- Movilidad sostenible: Prioriza el transporte público y la movilidad personal, como las bicicletas o vehículos eléctricos, incentivando el uso de zonas de bajas emisiones.
- Gestión urbana baja en emisiones: Mejora de la eficiencia energética en edificios e instalaciones municipales, promoviendo energías renovables y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.
- Adaptación al cambio climático: Aumenta los espacios verdes urbanos y mejora la gestión del agua para reducir el impacto del cambio climático en la ciudad.
- Sensibilización ciudadana y colaboración interadministrativa: Campañas para informar a los ciudadanos sobre las mejoras y cómo pueden ayudar a mejorar la calidad del aire.
Las principales medidas a adoptar
Una de las medidas más destacadas del plan es la creación de zonas de bajas emisiones. A partir de 2020, se implementará un control más estricto del acceso de los vehículos más contaminantes a estas zonas, limitando su circulación. Los vehículos sin distintivo ambiental (basado en el etiquetado de la DGT) se verán especialmente afectados. Esta es una estrategia crucial para reducir las emisiones en las áreas más densamente pobladas de la capital.
El plan también contempla una limitación en el aparcamiento en las zonas más céntricas. Se incluirán medidas restrictivas en base al etiquetado ambiental de los vehículos, favoreciendo a aquellos que generan menos emisiones o son directamente cero emisiones.
Otra medida importante es la mejora en la infraestructura de transporte público: la renovación de autobuses de la EMT por vehículos eléctricos o híbridos, la ampliación de las redes de metro y tren y la mejora de la infraestructura ciclista con nuevos carriles bici.
Objetivos de reducción de emisiones
El plan tiene como uno de sus principales objetivos la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para el año 2030, en línea con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París. Esto se logrará con medidas como la electrificación del transporte público, la promoción de energías renovables y la mejora en la eficiencia energética de los edificios.
También se espera que con la implementación de estas medidas disminuyan las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) y partículas en suspensión (PM10 y PM2.5), dos de los principales contaminantes del aire en Madrid que afectan negativamente a la salud cardiovascular y respiratoria de los ciudadanos.
Inventario de emisiones y seguimiento
Desde el año 2003, la Comunidad de Madrid elabora anualmente un Inventario autonómico de emisiones a la atmósfera, en el que se evalúan las fuentes contaminantes y su impacto. Este inventario es clave para diseñar y ajustar políticas de control de emisiones, y arroja resultados consistentes con el Inventario Nacional de emisiones.
Gracias al seguimiento anual, se puede observar la evolución de los gases contaminantes, incluyendo óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre (SO2), amoniaco (NH3) y otros compuestos orgánicos volátiles. Esto permite ajustar las medidas del Plan de Calidad del Aire para garantizar que se cumplen los objetivos a largo plazo.
Este plan es un paso importante hacia una reducción significativa de la contaminación en la ciudad, pero su éxito depende en gran medida de la colaboración ciudadana y la implementación efectiva de sus políticas.
El Plan de Calidad del Aire de Madrid no solo mejora la calidad del aire, sino que también se alinea con los compromisos internacionales sobre cambio climático, marcando un camino claro hacia una ciudad más saludable y sostenible.