Machu Picchu se hunde: causas y cómo detener el deterioro

  • Machu Picchu se hunde 15 cm al año debido a la erosión y afluencia turística.
  • Geólogos advierten sobre la inestabilidad del terreno y deslizamientos.
  • Medidas de prevención como límites de acceso y reforestación buscan mitigar el riesgo.

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Machu Picchu, situada en los Andes peruanos, es un sitio arqueológico que destaca por su importancia histórica, cultural y arquitectónica. Construida por la civilización inca en el siglo XV, esta ciudadela es considerada una obra maestra de la arquitectura precolombina y un testimonio impresionante de la ingeniería avanzada de los incas. No obstante, existe una creciente preocupación: el Machu Picchu se hunde. Este fenómeno ha generado alarma tanto a nivel local como internacional, afectando al turismo y provocando medidas urgentes de conservación.

En este artículo, analizaremos en profundidad por qué Machu Picchu se está hundiendo, las soluciones que se están implementando y la relevancia histórica y cultural de este emblemático lugar. El objetivo es ofrecer claridad sobre las causas, las medidas preventivas que se están tomando y el impacto global que esto supone para la humanidad.

Machu Picchu se hunde

exceso de turistas

El deterioro de la tercera maravilla del mundo ha encendido las alarmas. Según los estudios más recientes, el suelo de Machu Picchu se hunde entre 10 y 15 centímetros cada año, un ritmo preocupante que amenaza no sólo su infraestructura, sino también su valor arqueológico y cultural. El principal culpable de este fenómeno es la combinación de factores geológicos y la gran afluencia de turistas, que supera los dos millones anuales.

Aunque Machu Picchu ha resistido durante siglos desde su construcción, la presión constante de los visitantes está acelerando el deterioro, sumado a las características de su ubicación. La ciudadela fue edificada sobre terrenos inestables y en una zona donde las precipitaciones y los deslizamientos de tierra son comunes. Estas condiciones hacen que el sitio sea aún más vulnerable.

Para mitigar el impacto humano, algunos ingenieros y arqueólogos han sugerido medidas como la instalación de parrillas de drenaje, que ayudarían a reducir la velocidad de erosión del suelo y la acumulación de agua durante la temporada de lluvias. Sin embargo, estas acciones son insuficientes si no se controla el número de visitantes y el impacto que generan sobre el frágil terreno.

Otro esfuerzo significativo ha sido la prohibición del uso de zapatos con suela dura o tacones dentro de la ciudadela. Esta restricción busca preservar el terreno arqueológico, recomendando suela de goma o materiales suaves para minimizar el desgaste.

¿Por qué Machu Picchu se hunde?

Uno de los motivos más importantes detrás del hundimiento es la gran cantidad de visitantes diarios que recibe Machu Picchu. Los expertos indican que el tránsito continuo de turistas afecta la estabilidad del terreno, especialmente en las áreas donde la tierra ya es geológicamente vulnerable.

A esto se suma el hecho de que la ciudad está asentada sobre una zona sísmica activa con varias fallas geológicas. A largo plazo, lo anterior ha llevado a un movimiento del suelo que, si no es gestionado correctamente, podría resultar en deslizamientos catastróficos.

El Instituto de Investigación y Prevención de Desastres de la Universidad de Kyoto ha identificado una «línea de distorsión» en el suelo de la ciudadela. Según Kyoji Sassa, esta línea indica un desplazamiento de aproximadamente un centímetro al mes. Aunque el movimiento puede parecer pequeño, es lo suficientemente significativo para desestabilizar la estructura del terreno en su totalidad si no se toman medidas adicionales.

La erosión y la saturación del suelo durante las intensas lluvias son otro factor clave. Las terrazas agrícolas, que otrora eran un ejemplo de la capacidad de los incas para controlar el agua y la tierra, hoy sufren las consecuencias del desgaste. Sin los cuidados adecuados, el sistema de drenaje inca se ve sobrepasado, contribuyendo al hundimiento progresivo.

Medidas para prevenir el hundimiento

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Varias de las medidas más efectivas y de mayor alcance tomadas por las autoridades incluyen la reducción del número de turistas permitidos a diario. A partir de 2019, se limitó el acceso a 2.500 visitantes diarios, en lugar de los más de 5.000 que visitaban el sitio en años anteriores. Además de este control de aforo, se han habilitado senderos restrictivos dentro de la ciudadela para distribuir el flujo de personas y evitar el desgaste localizado del suelo.

Otra solución importante ha sido el uso de sensores y sistemas de monitoreo que permiten a los investigadores llevar un seguimiento en tiempo real de los movimientos del suelo. Con esta información, se pueden anticipar los puntos de mayor riesgo de deslizamiento, lo que ayuda a implementar medidas preventivas.

El Ministerio de Cultura de Perú ha impulsado proyectos de reforestación en las áreas circundantes a Machu Picchu. La vegetación no sólo ayuda a estabilizar el suelo, sino que también actúa como barrera natural contra la erosión.

Finalmente, se mantienen discusiones sobre el desarrollo sostenible del turismo, un enfoque que busca equilibrar la conservación del sitio con el flujo turístico. Las guías oficiales han sido formadas para educar a los visitantes acerca del impacto que pueden generar y de la necesidad de conservar este lugar.

Importancia cultural y arquitectónica de Machu Picchu

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No sólo desde una perspectiva arqueológica es vital proteger Machu Picchu. El sitio posee un significado cultural y espiritual incalculable para las civilizaciones andinas. El diseño de la ciudad revela una ciencia arquitectónica avanzada, con edificios que se alinean según las estaciones y los movimientos astronómicos.

La ciudad inca, con sus terrazas agrícolas y sistemas de canales, no sólo permitía el abastecimiento de alimentos, sino que también era un centro ceremonial y de observación astronómica. El Templo del Sol, uno de los edificios más emblemáticos, permite la entrada del solsticio a través de una ventana tallada de manera precisa, simbolizando la conexión de los incas con sus deidades solares.

En 1983, la UNESCO declaró Machu Picchu como Patrimonio de la Humanidad, reconociendo su valor histórico y arquitectónico. Hoy, sigue siendo una de las siete maravillas del mundo moderno, atrayendo a millones de visitantes anualmente.

El impacto que la pérdida de este sitio tendría en el patrimonio histórico y cultural del mundo es inconmensurable. Por ello, es fundamental que las medidas de preservación no solo se mantengan, sino que se incrementen para asegurar la supervivencia de Machu Picchu para las futuras generaciones.

Si bien el hundimiento de Machu Picchu es preocupante, en este artículo hemos visto que existen soluciones viables que, junto con una gestión turística responsable y un esfuerzo global, pueden ayudar a proteger este legado invaluable para la humanidad.


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