Un invernadero que a la vez que pueda hacer crecer los cultivos en su interior pueda generar energía eléctrica es de lo más eficiente que podría existir. Pues existe y son conocidos como los invernaderos «inteligentes». En ellos, los cultivos de tomates y pepinos pueden crecer con la misma calidad y en la misma cantidad que en los invernaderos convencionales.
¿Quieres saber cómo funcionan estos invernaderos solares y la revolución que dará en la agricultura?
Invernaderos solares
Estos invernaderos son capaces de capturar la energía solar y transformarla en electricidad a la vez que pueden cultivar. Los invernaderos solares disponen de sistemas fotovoltaicos que seleccionan la longitud de onda adecuada de los rayos solares para generar electricidad de manera más eficiente y a un menor costo que los sistemas fotovoltaicos tradicionales. Los panales solares son transparentes y están incrustados en el techo con un tinte luminiscente de color magenta brillante que es capaz de absorber la luz y transferir energía a las tiras fotovoltaicas donde se produce la electricidad.
Gracias a la selección de determinadas longitudes de onda que absorben, permiten al resto pasar y permitir que las plantas crezcan sin ningún problema o limitación por falta de luz solar. Esta tecnología ha sido desarrollada por los coautores Sue Carter y Glenn Alers, ambos profesores de física en la UC Santa Cruz, quienes fundaron la empresa en 2012 para llevar la tecnología al mercado.
Los cultivos son todo un éxito
Para averiguar si la absorción de luz por parte de los paneles solares afectaba de alguna forma al crecimiento de los cultivos, se monitoreó la fotosíntesis de las plantas en tomates, pepinos, limas, pimientos, fresas, etc. El 80% de las plantas no se vieron afectadas, mientras que el 20% en realidad creció mejor bajo las ventanas magenta.
También se han descubierto que las plantas requieren un 5% menos de agua para crecer que en los invernaderos convencionales, por lo que esta tecnología también supone un ahorro en el agua.
La reducción de la energía consumida por los invernaderos se ha convertido en una prioridad ya que el uso global de invernaderos para la producción de alimentos se ha multiplicado por seis en los últimos 20 años.
Con esta tecnología la agricultura pasa a ser más sostenible, puesto que genera su propia energía y disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero.
Si queréis ver el estudio completo, está aquí: https://dash.library.ucsc.edu/stash/dataset/doi:10.7291/D10T0W