Las Tablas de Daimiel bate récords con su censo de aves

  • Récords de reproducción en especies clave como el pato colorado y la malvasía cabeciblanca.
  • Primera cría de flamenco en el Parque Nacional, con al menos 51 pollos registrados.
  • Recuperación de especies amenazadas como el porrón pardo y la cerceta pardilla.
  • Mejora hídrica: 563 ha inundadas (32,47%), muy por encima de 2024.

Censo de aves en Las Tablas de Daimiel

El último censo de aves acuáticas del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel ha dejado cifras inéditas, con un impulso notable en la reproducción de varias especies y un hito muy esperado: la primera nidificación confirmada de flamenco común en este humedal manchego.

Detrás de este salto está la mejora del nivel de agua en los últimos meses. Ahora mismo hay 563 hectáreas inundadas (32,47% del terreno inundable), muy por encima de las 137 hectáreas (7,9%) registradas por estas fechas el año pasado, un cambio que, sin echar las campanas al vuelo, explica buena parte de los resultados positivos obtenidos.

Situación hídrica y alcance del censo

Las administraciones autonómica y estatal destacan que el censo de aves acuáticas procede del seguimiento exhaustivo y sitúan estos datos entre los mejores de la serie 1980–2025 en el parque. Las cifras reflejan parejas reproductoras, número de polladas y pollos observados, ofreciendo una fotografía fiable de la temporada de cría.

Especies con máximos de reproducción

El pato colorado, emblema de Las Tablas, ha marcado un techo histórico con entre 1.350 y 1.400 parejas, consolidando al humedal como posible principal núcleo reproductor en España y uno de los referentes a nivel europeo para esta especie.

La malvasía cabeciblanca también vive un año excepcional: se han contabilizado 90–95 parejas, con 74 polladas y alrededor de 454 pollos, otro valor de récord en el espacio protegido.

Especialmente relevante es el repunte del porrón pardo (en peligro crítico), con 28–32 parejas, al menos 14 polladas y unos 98 pollos, que colocan al parque como un núcleo clave de cría para la especie en España.

El porrón europeo tampoco se queda atrás, con 500–550 parejas, cifras que igualan los mejores años registrados en el humedal.

Nidificaciones inéditas y especies amenazadas

Por primera vez se confirma la cría de flamenco común en Las Tablas, con al menos 51 pollos detectados, lo que indica que el hábitat ha ofrecido condiciones adecuadas para su reproducción y refuerza el valor ecológico del espacio.

También se ha constatado la primera reproducción de fumarel común en el parque, con una población nidificante de 20–25 parejas, dato poco habitual en España para esta especie catalogada como amenazada.

En el caso de la cerceta pardilla (en situación crítica), el censo registra tres parejas y la observación de una hembra con siete pollos, lo que evidencia una mejora del hábitat.

El fumarel cariblanco presenta un contingente notable con alrededor de 1.300 parejas, reforzando la importancia de Las Tablas como área de reproducción esencial para aves acuáticas coloniales.

Ardeidas y otras acuáticas destacadas

Entre las ardeidas, la garza imperial suma 50–55 parejas distribuidas en cuatro garceras, consolidando su presencia reproductora.

La garceta grande alcanza 52–57 parejas, mientras que la garcilla cangrejera aporta 7–9 parejas que confirman su recuperación tras años de ausencia; además, se ha verificado la reaparición de garcilla bueyera en el enclave.

En zambullidores y somormujos, el zampullín cuellinegro reúne 330–350 parejas y el somormujo lavanco alcanza 180–195, uno de los mejores registros de la serie; por su parte, la gaviota reidora suma en torno a 490 parejas.

Como dato relevante de conservación, se han censado 19 ejemplares de escribano palustre iberoriental, subespecie en estado de conservación muy delicado, lo que otorga al parque una posición de relevancia como núcleo reproductor.

Gestión, conservación y retos

La Administración regional, a través de Susana Jara (Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad), valora los datos como muy positivos y subraya que la disponibilidad de agua —en cantidad y calidad— ha sido determinante. El Gobierno autonómico mantendrá la coordinación con el Ministerio para la Transición Ecológica para asegurar la conservación del humedal.

Con el cambio climático como contexto, el enfoque pasa por mantener una gestión hídrica eficiente y continuar en la restauración de hábitats y en el seguimiento científico, garantizando que estas tendencias favorables sean duraderas y contribuyan a la conservación a largo plazo.

La fotografía que deja el censo evidencia que Las Tablas de Daimiel se consolidan como un refugio de primer nivel para las aves acuáticas, con récords de cría, nuevas nidificaciones y una mejora ambiental palpable que, con buena gestión, puede traducirse en estabilidad duradera para las poblaciones más sensibles.

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