El legado de la energía hidroeléctrica en España: Historia y futuro

  • España tiene más de 100 años de tradición hidroeléctrica.
  • Existen dos tipos de centrales: de agua fluyente y de pie de presa.
  • Las comunidades con mayor capacidad instalada son Cataluña, Galicia y Castilla y León.

Presa hidroelectrica

España ha desarrollado su potencial hidroeléctrico durante más de 100 años, creando un sistema de generación hidroeléctrica altamente eficiente. La energía hidroeléctrica sigue siendo la tecnología renovable más madura en el país, especialmente por la geografía favorable y la presencia de numerosas presas, lo que permite aprovechar los recursos hídricos de manera óptima.

Energía hidroeléctrica: Tipos de centrales

El aprovechamiento hidroeléctrico en España se realiza en dos grandes tipologías de centrales:

  • Centrales de agua fluyente: Capturan una parte del caudal del río, lo turbina y luego devuelven el agua al cauce. Estas centrales tienen potencias menores, generalmente de hasta 5 MW, y suponen el 75% del mercado español. Un subgrupo de estas son las “centrales en canal de riego”, que aprovechan el desnivel en los canales de riego para generar electricidad.
  • Centrales de pie de presa: Utilizan reservorios de agua mediante presas que permiten regular los caudales. Estas centrales suelen tener mayores potencias, superiores a 5 MW, y representan el 20% del mercado. Dentro de esta categoría destacan las centrales de bombeo o reversibles, que además de generar energía en modo turbinación, pueden bombear agua hacia embalses superiores para almacenarla y utilizarla posteriormente.

Esquema de central hidroeléctrica

En España, existe una capacidad total de embalses de 55.000 hm³, de los cuales aproximadamente el 40% están destinados a la generación hidroeléctrica, una proporción destacada a nivel europeo y mundial. Las centrales de mayor tamaño son fundamentales para el equilibrio energético del país, especialmente para compensar la intermitencia de otras fuentes renovables como la eólica y la solar.

El auge y declive de la energía hidroeléctrica en España

Históricamente, la energía hidroeléctrica ha sido fundamental en el desarrollo energético de España. Durante la primera mitad del siglo XX, especialmente en los años cuarenta, más del 90% de la electricidad generada era de origen hidráulico. Sin embargo, con la diversificación del mix energético y la incorporación de otras energías renovables, la participación de la hidroeléctrica ha disminuido.

En 2014, la energía hidroeléctrica aportó el 15,5% de la producción eléctrica total, con 35.860 GWh generados, lo que supone una mejora del 5,6% respecto al año anterior. A pesar de este repunte, fue superada por otras tecnologías como la nuclear (22%) y la eólica (20,3%).

A día de hoy, España cuenta con una capacidad instalada de 17.792 MW en energía hidroeléctrica, lo que representa el 19,5% del total nacional. Las comunidades autónomas con mayor capacidad instalada son Cataluña, Galicia y Castilla y León, gracias a su abundancia de recursos hídricos.

Se espera que la capacidad hidroeléctrica continúe su crecimiento, a una velocidad moderada de entre 40 a 60 MW anuales. Esto permitirá que la energía hidráulica siga jugando un papel relevante en la transición hacia un sistema energético más sostenible.

Evolución histórica de la energía hidroeléctrica en España

La energía hidroeléctrica fue la principal fuente de electricidad en España durante gran parte del siglo XX. En los años cuarenta, más del 92% de la energía de origen renovable producida en el país provenía de las centrales hidráulicas. Este predominio continuó hasta la introducción de los hidrocarburos y la energía nuclear.

Con el paso del tiempo, la tecnología hidroeléctrica ha ido perfeccionándose. En 1881, se construía la primera central hidroeléctrica en Barcelona, marcando el comienzo de una era de innovación en la generación de electricidad. A medida que se fueron desarrollando nuevas tecnologías, como la corriente alterna, la capacidad de transportar electricidad a largas distancias mejoró significativamente, haciendo de la energía hidroeléctrica una opción viable y competitiva en todo el país.

Historia de la energía hidroeléctrica en España

A mediados del siglo XX, la construcción de grandes embalses, como el de Aldeadávila en el río Duero o el embalse de Alcántara en el Tajo, permitió suplir gran parte de la demanda eléctrica del país, convirtiéndose en piezas clave del sistema energético tanto por su capacidad de generación como por su papel en la regulación de los caudales.

Los últimos años han sido testigos de una relativa disminución en la producción hidroeléctrica en comparación con otras energías renovables. Sin embargo, la importancia estratégica y su capacidad de operar en combinación con la energía eólica y solar la mantienen en el centro de la transición energética.

Desarrollo tecnológico y potencial del sector hidroeléctrico

La modernización de las plantas hidroeléctricas ha sido un factor clave para que esta energía se mantenga como una opción competitiva dentro del mercado eléctrico. La rehabilitación y mejora de las instalaciones ya existentes han permitido aumentar su eficiencia, además de reducir los costes de operación y mantenimiento.

En los últimos años, se han desarrollado microturbinas hidráulicas con potencias inferiores a los 10 kW, lo que ha permitido llevar la electricidad a zonas aisladas sin necesidad de grandes infraestructuras. Estas microturbinas aprovechan la energía cinética de los ríos para generar electricidad de forma constante y a bajo coste.

La minihidráulica también ha ganado terreno en los últimos tiempos. Este tipo de centrales, con una potencia inferior a los 10 MW, tienen un reducido impacto ambiental y pueden instalarse en ríos pequeños sin necesidad de grandes embalses. Esto ha abierto la puerta a nuevas oportunidades de generación de energía en zonas rurales o de difícil acceso.

Hoy en día, España cuenta con alrededor de 800 centrales hidroeléctricas, muchas de ellas pequeñas instalaciones distribuidas por todo el territorio. Y aunque las grandes centrales, como Adeadávila o Alcántara, representan el 50% de la capacidad hidroeléctrica total del país, las pequeñas instalaciones siguen siendo una parte fundamental del sistema para el aprovechamiento de recursos a menor escala.

Presa hidroeléctrica en España

El futuro del sector pasa por seguir adaptando las infraestructuras existentes y maximizar el uso de la energía hidráulica, garantizando la sostenibilidad y la eficiencia energética. Con una regulación adecuada y un apoyo a nivel estatal, se espera que la energía hidroeléctrica continúe siendo una parte clave del mix energético español durante las próximas décadas, jugando un papel crucial en la lucha contra el cambio climático.

La energía hidroeléctrica es una parte esencial de la tradición energética de España. Aunque su protagonismo ha disminuido con el crecimiento de otras energías renovables, sigue siendo un pilar del sector eléctrico, tanto por su capacidad de generar energía limpia como por su papel estabilizador en el sistema eléctrico nacional.


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