Sopla el viento y luce el sol sobre las grandes empresas mundiales. Cada vez son más las que apuestan por obtener la energía que necesitan de fuentes renovables. Afortunadamente, eléctricas españolas están entrando en el mercado para proveerla: un ejemplo claro es Iberdrola, que construirá un parque eólico para Apple.
Será en Montague (Oregón, EE UU), con una potencia de 200 megavatios, y entrará en funcionamiento en 2020, tras una inversión de 300 millones de dólares. El acuerdo de compra-vende de energía es hasta el 2040.
Pero esto no es todo, Iberdrola también desarrolla otros parques de viento en el país, como uno en Carolina del Norte para Amazon, que está a punto de ponerse en marcha, y otros en que funcionan a pleno rendimiento, como en Oregón y el estado de Washington para la multinacional de ropa deportiva Nike.
Estabilidad financiera y rentabilidad
Las fórmulas que se utilizan en la actualidad son crear un parque ad hocpara el cliente o bien dedicarle uno que ya esté funcionando.
Se trata de acuerdos bilaterales Power Purchase Agreements (PPA), en los que el parque sigue siendo propiedad de la eléctrica, pero en los que se fija un precio para la energía para un periodo largo; que suele ir de los 15 a los 25 años.
Según varios directivos de eléctricas, al cliente le asegura estabilidad financiera y al proveedor, rentabilidad.
RE100
La tendencia es general e incluye al sector público, pero son las grandes tecnológicas las que marcan el camino. La propia Apple, Facebook o Google forman parte del grupo RE100: 94 empresas que se han comprometido a usar el 100% de energía de fuentes renovables.
Bankia y Caixabank
Por desgracia no hay muchas españolas, tan solo dos. Una es Bankia, que acaba de adjudicar su contrato a la comercializadora Nexus Energía. Además, el banco tiene un sistema de captación de solar fotovoltaica en su sede de Valencia y este trimestre va a implantar otro similar en un edificio de Majadahonda.
Según el director de gestión logística de la entidad, el señor Francisco Javier Sánchez López; Con estas nuevas instalaciones, esperan ahorrar “14.000 kWh/año, lo que equivale a evitar la emisión de 5,6 toneladas de CO2”. La adhesión a la iniciativa se ha producido este año, pero, resalta el directivo, “Bankia lleva apostando por la adquisición de energía verde desde 2013”.
CaixaBank, miembro de RE100 desde el año pasado, aún no ha llegado al 100%, aunque pretende conseguirlo el año que viene. Por el momento, el 100% de la energía que se consume en sus servicios centrales y el 99,01% de la que se consume en los edificios y la red de oficinas de la entidad son de fuentes renovables.
La compañía apoya, asimismo, un proyecto en Perú para compensar las emisiones de dióxido de carbono derivadas de su actividad, luchando contra la deforestación amazónica y favoreciendo el desarrollo de los agricultores locales. En 2015 compensó 20.239 toneladas de CO2.
El crecimiento de la preocupación ambiental, además de por convencimiento, tiene que ver también con que las Administraciones públicas lo valoran en los pliegos de adjudicaciones, explica el presidente de la división de fotovoltaica de APPA (Asociación de Productores de Energías Renovables). “Casi todo el mundo asume que el futuro son las renovables. Hay empresas que no se preocupan tanto, pero también les hemos generado ahorro”.
Varios expertos señalan, que en España no se usa la fórmula predominante en EstadosUnidos, como el parque de Iberdrola para Apple: “porque los mercados de futuros de energía no tienen liquidez a largo plazo y nadie se atreve a hacer contratos a más de dos años vista”.
Máximos PROTAGONISTAS
El mayor comprador corporativo, Google, lleva una década invirtiendo en energía solar y eólica y pretende llegar a su objetivo del 100% renovable este año (en 2014 estaba en el 37%). En 2015 compró 5,7 teravatios/hora.
Ikea y la aseguradora Swiss Re fundaron la iniciativa RE100 en 2014; y se han comprometido a alcanzar el 100% renovable en 2020. Entre los miembros hay empresas de todos los sectores, desde telecos y tecnológicas a minoristas y alimentación.
Respecto a empresas automobilisticas: BMW ha fijado 2020 para alcanzar los dos tercios de su gasto en energía de fuentes renovables. GM se deja más margen: 2050, aunque en este caso, para el total.
