La industria de las energías renovables tiene un mensaje bien explícito para la administración Trump acerca de traer puestos de trabajo a las comunidades rurales: salid de las minas de carbón y mirad al cielo.
Los desarrolladores y proveedores de parques eólicos en Estados Unidos tuvieron más de 100.000 trabajadores a finales de año y la industria solar dobla esa cifra, aparte de ser una fuente significativa de empleo para muchos de los estados rurales que ofrecieron soporte a la campaña de Donald Trump.
En comparación, el año pasado, los trabajos en las minas de carbón contaban con 65.791 puestos, por lo que se puede entender la importancia de no dejar de lado las energías renovables en territorio estadounidense. De hecho, la tendencia de empleo en el sector del carbón ha estado disminuyendo constantemente, con cada vez más empleos en riesgo debido a la transición energética.
Impacto de las energías renovables en la creación de empleo
Las energías renovables no solo son una opción sostenible para el medio ambiente, sino que generan más empleo que los combustibles fósiles. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), en 2020, las renovables emplearon a 12 millones de personas a nivel mundial, superando a los empleos generados por el carbón, el petróleo y el gas combinados. Esto es especialmente relevante en un contexto de crisis climática y transición energética.
En términos salariales, muchos de los trabajos en energías renovables, como la energía solar y eólica, ofrecen sueldos competitivos. Si bien es cierto que los salarios en algunos segmentos de energías renovables pueden ser más bajos en comparación con sectores como el gas natural, estos empleos todavía pagan más que la mediana nacional, lo que los convierte en una opción atractiva para quienes buscan estabilidad laboral a largo plazo.
Comparación con el sector del carbón
El empleo en el sector del carbón ha estado en constante declive. En Estados Unidos, el número de trabajadores de la minería del carbón pasó de 130.000 en 2012 a menos de 75.000 en 2020, según datos del gobierno estadounidense. Este descenso ha sido provocado por varios factores, entre ellos la transición hacia fuentes de energía más limpias y las políticas ambientales que buscan reducir las emisiones de carbono.
En términos de generación de empleo por megavatio (MW), las energías renovables también superan al carbón. Por ejemplo, para cada MW instalado, la energía solar fotovoltaica genera entre 0,37 y 0,48 empleos, mientras que las centrales de carbón generan menos de la mitad de esos números, con aproximadamente 0,29 empleos por MW. Además, se prevé que las energías renovables continúen liderando en términos de generación de empleo en los próximos años, lo que hará que el sector del carbón se vea aún más afectado.
El auge de las energías limpias
La expansión de las energías renovables también está beneficiando directamente a las comunidades que se quedaron fuera del crecimiento económico bajo el mandato de Barack Obama. Los desarrolladores y promotores de energía solar y eólica en Estados Unidos han invertido en zonas rurales, creando empleos y revitalizando la economía local.
De hecho, se espera que la industria de la energía eólica atraiga más de 60.000 millones de dólares en inversión privada en los próximos años, consolidando su relevancia en la transición hacia una energía más limpia. Esta inversión se traducirá, no solo en instalaciones adicionales, sino también en un aumento del empleo en áreas donde antes el empleo dependía del carbón.
El futuro del empleo en las energías renovables
IRENA proyecta que, para 2030, las energías renovables pueden crear hasta 24 millones de nuevos puestos de trabajo a nivel mundial. Un gran porcentaje de estos empleos se concentrará en la energía solar, que ya es la fuente de energías renovables que más empleo genera a nivel mundial, con aproximadamente 2,8 millones de empleos en 2020.
Este crecimiento no solo está impulsado por la necesidad de generar electricidad de manera limpia, sino también por los avances tecnológicos que están haciendo que la energía solar sea cada vez más económica. En muchos países, el costo de la energía solar ha caído por debajo de los 10 céntimos por kilovatio-hora, lo que la hace más competitiva que las energías fósiles.
Otra fuente de empleo en ascenso es el sector de los vehículos eléctricos, ya que las energías renovables están siendo utilizadas para alimentar estaciones de carga y suministrar energía a las redes eléctricas inteligentes que darán soporte a estos automóviles.
Aunque algunos sectores, como el gas natural, todavía ofrecen salarios más altos, la transición hacia una economía limpia necesitará muchos más empleos en energía renovable, lo que a su vez estabilizará a largo plazo el mercado laboral dentro de este sector.
La transición justa recomendada por la OIT e IRENA implica garantizar que los países promuevan políticas laborales que incluyan la igualdad de oportunidades, una mano de obra diversa y el acceso de los grupos marginados a los empleos de energías limpias.
Desafíos y oportunidades
Aunque las energías renovables ofrecen una gran cantidad de oportunidades de empleo, también existen desafíos. La cantidad de empleos en energías renovables no siempre está concentrada en las regiones donde se pierden empleos en el carbón. Por ejemplo, en comunidades que dependían completamente de la minería de carbón, la creación de nuevos empleos puede no ser suficiente para reemplazar las pérdidas.
Sin embargo, a medida que las tecnologías renovables se expanden y la transición energética se acelera, las oportunidades de empleo también crecerán más allá de las fronteras tradicionales. Las inversiones en infraestructuras como redes eléctricas inteligentes y estaciones de carga para vehículos eléctricos impulsarán aún más la demanda de trabajadores cualificados en sectores como la construcción, la ingeniería y el mantenimiento.
IRENA estima que con las políticas adecuadas, el refuerzo de las cadenas de valor locales y estrategias de formación, muchas de las personas que pierdan sus empleos en la minería podrán reciclarse profesionalmente e integrarse en la nueva economía verde.
El desarrollo de empleos verdes también requiere un mayor apoyo gubernamental, como lo refleja la Ley de Reducción de la Inflación en Estados Unidos, que se espera genere millones de empleos bien remunerados en energías limpias.
La transición hacia las energías renovables no solo es una necesidad ambiental, sino también una gran oportunidad económica, que podría transformar la realidad de muchas comunidades afectadas por el colapso de los combustibles fósiles.