En la sociedad actual producimos infinidad de residuos diariamente. No sólo en cuanto a la cantidad, sino también en la variedad de materiales. Estamos acostumbrados a los residuos típicos, como los plásticos, envases, papel, cartón, vidrio y orgánicos, sin darnos cuenta que existen otros tipos de residuos que requieren un tratamiento específico para su reciclaje.
En este artículo, hablaremos específicamente de los residuos de las cápsulas de café. Aunque pueda parecer que estas cápsulas deben ir al contenedor amarillo como otros envases, la realidad es distinta. Existen mecanismos especiales desarrollados por empresas para la recogida y tratamiento adecuado de estos residuos. ¿Quieres saber más sobre el reciclaje de cápsulas de café?
Residuos de café
Las cápsulas de café no son consideradas envases según la Ley de envases y Residuos. Esto se debe a que la cápsula es indivisible del producto que contiene, a diferencia de botellas, latas o bricks. Por este motivo, no deben depositarse en el contenedor amarillo. Debido a su mezcla de materiales, requieren un sistema exclusivo para su reciclaje.
Para gestionar estos residuos, empresas como Nespresso y Dolce Gusto han implementado programas de recogida y tratamiento de cápsulas. Desde 2011, en España se han establecido más de 150 puntos de recogida para Dolce Gusto y casi 800 para Nespresso. Las compañías afirman que sus programas son capaces de reciclar el 75% de las cápsulas vendidas, aunque el número exacto de clientes que las devuelve sigue siendo incierto.
En algunos casos, el reciclaje de las cápsulas pasa por el vaciamiento manual de los posos de café, ya que es un paso importante para que las plantas de reciclaje puedan fácilmente tratar los materiales implicados, como el aluminio o el plástico.
Materiales reciclables
A pesar de los esfuerzos, el desconocimiento generalizado sobre la existencia de puntos específicos para el reciclaje de cápsulas sigue siendo un problema. Un estudio de la OCU reveló que solo el 18% de los consumidores recicla de manera efectiva estas cápsulas, mientras que el 73% continúa desechándolas en la basura.
En los centros de reciclaje, las cápsulas se procesan separando los materiales. El aluminio o el plástico se envían a plantas especializadas donde son reaprovechados. El aluminio, por ser un material completamente reciclable, puede dar lugar a más cápsulas o a objetos cotidianos como bolígrafos o relojes. El plástico, una vez triturado, se puede usar para fabricar bancos o parques infantiles.
El café restante en las cápsulas se usa en la fabricación de compost, que luego se utiliza como abono en la agricultura. Este compost es especialmente útil para enriquecer suelos dañados por la erosión o incendios, ayudando a devolver nutrientes vitales al terreno.
¿Qué son las cápsulas de café?
Una cápsula de café es un pequeño envase hermético que contiene una porción de café molido, diseñada para ser usada con cafeteras específicas. Las cápsulas, generalmente de aluminio o plástico, protegen el contenido de la luz, el aire y la humedad, asegurando su frescura hasta el momento de uso.
Aunque el uso de cápsulas ha simplificado la preparación de café, también ha suscitado preocupaciones por su impacto ambiental. El creciente volumen de residuos ha impulsado a diversas marcas a desarrollar soluciones de reciclaje.
- El aluminio es el material más utilizado en cápsulas como las de Nespresso, siendo 100% reciclable.
- Las cápsulas de plástico, como las de Dolce Gusto, también pueden ser recicladas, aunque su impacto ambiental es mayor.
El aumento del consumo de estas cápsulas hace que el reciclaje sea una necesidad. En España, por ejemplo, se consumen decenas de miles de toneladas de cápsulas al año, lo que convierte su correcta gestión en todo un reto ambiental.
¿Dónde tirar las cápsulas de café?
Como hemos mencionado, las cápsulas de café no deben ir al contenedor amarillo ni al de orgánico. La mejor opción es llevarlas al punto de recogida específico de la marca que consumes.
Nespresso, por ejemplo, cuenta con más de 4.000 puntos de recogida en tiendas propias, supermercados, y centros reciclaje. Dolce Gusto también tiene habilitados más de 2.000 puntos para la recogida de sus cápsulas. Marcas como Tassimo o I’or también han implementado iniciativas similares.
Si no encuentras un punto de recogida cercano, otra opción es llevar las cápsulas al contenedor gris o de restos, aunque esta no es la solución ideal. Además, algunas cápsulas hechas de material compostable o biodegradable también requieren ser llevadas a puntos limpios específicos o instalaciones de compostaje.
Algunas personas, para reducir el impacto de las cápsulas de café convencionales, optan por cápsulas reutilizables, las cuales se pueden rellenar con café molido y usar tantas veces como se desee.
Fases del proceso de reciclado
El proceso de reciclado de cápsulas de café pasa por varias fases importantes:
- Recogida y clasificación: Las cápsulas son llevadas a centros de reciclaje donde se separan los materiales principales (plástico, aluminio y café). Este es el paso clave para evitar que las cápsulas terminen en vertederos.
- Separación de posos de café: Este paso es crucial, ya que los restos orgánicos de café no pueden mezclarse con los materiales reciclables. Se utiliza maquinaria especializada para vaciar las cápsulas.
- Reciclaje de materiales: El aluminio y el plástico se funden o trituran en nuevas formas, mientras que el café se convierte en compost que puede utilizarse para fertilizar cultivos agrícolas.
Este sistema permite reducir el impacto ambiental de las cápsulas, y el acceso a programas de reciclaje específicos ayuda a evitar que lleguen a vertederos, donde pueden tardar décadas en descomponerse.
Además de los sistemas de reciclaje proporcionados por las marcas, cada vez más consumidores optan por cápsulas biodegradables y reutilizables que reducen significativamente el impacto negativo en el medio ambiente.
Reciclar adecuadamente las cápsulas de café no solo es un aporte al cuidado del medio ambiente, sino una tendencia creciente que cada vez más personas adoptan.