Pobreza energética: causas, consecuencias y soluciones globales

  • Más de 3.900 millones de personas sufren pobreza energética.
  • Se requiere un enfoque global para acabar con la pobreza energética y sus consecuencias.
  • Las medidas estructurales y paliativas juegan un papel crucial para mitigar el impacto.

pobreza energética en España

En el planeta Tierra habitan más de 7.000 millones de personas registradas. Probablemente, el número de personas que hay en el mundo sea aún mayor. Sin embargo, no todas las personas de este planeta disponen de recursos energéticos por igual. Como es común, la desigualdad energética está presente en todos los países del mundo, lo que genera situaciones de pobreza energética.

La pobreza energética afecta a alrededor de 3.900 millones de personas en todo el mundo. Es decir, más de la mitad de la población mundial no dispone de recursos energéticos dignos comparables a los de los países más desarrollados. Entre estos, 2.600 millones dependen de la leña para cocinar y alumbrar, una fuente ineficiente y perjudicial para la salud. En los casos más extremos, 1.300 millones de personas carecen de suministro eléctrico como tal.

Esto no solo impacta la vida diaria de millones de personas, sino que genera efectos colaterales que afectan la salud, la educación y el desarrollo económico. En África subsahariana, por ejemplo, el 80% de la población sin acceso a electricidad se enfrenta a los desafíos más graves.

¿Qué es la pobreza energética? Definición y dimensiones

La pobreza energética se refiere a la incapacidad o dificultad de un hogar para satisfacer sus necesidades básicas de energía, lo que les afecta en aspectos como climatización, iluminación, cocina y el uso de otros electrodomésticos esenciales. Según la Organización Mundial de la Salud, una vivienda debería mantener entre 18 y 22°C en invierno y 25°C en verano, algo que millones de hogares no logran debido a su situación de precariedad energética.

En los países desarrollados, el problema se centra más en el sobreesfuerzo económico para pagar las facturas, mientras que, en los países en vías de desarrollo, la carencia de acceso directo a fuentes modernas de energía, como la electricidad o el gas, agrava la situación.

Las principales causas de la pobreza energética son tres: elevados precios de la energía, bajos ingresos del hogar, y la ineficiencia energética de las viviendas. Además, se suman factores como las políticas insuficientes de apoyo o la falta de acceso a fuentes de energía modernas y eficientes.

Pobreza energética

Consecuencias de la pobreza energética

No acceder a energía suficiente repercute gravemente en la salud y el bienestar de las personas. La quema de leña y carbón para cocinar genera contaminación en interiores, responsable de aproximadamente 3,2 millones de muertes prematuras anuales, según la OMS. Mujeres y niños, que suelen ser quienes cocinan en entornos rurales, son las principales víctimas de esta contaminación.

Además, la pobreza energética impulsa la desigualdad social. En zonas donde no hay electricidad, el acceso a educación, empleo y salud digna está limitado. Por ejemplo, en África subsahariana, solo el 24% de los centros médicos tienen electricidad, lo cual dificulta la distribución de vacunas y tratamientos.

Situación de la pobreza energética en el mundo

Según el informe de 2024 Tracking SDG 7: The Energy Progress Report, 685 millones de personas aún carecen de electricidad. En 2022, el número de personas sin acceso a la electricidad se incrementó por primera vez en más de una década debido a los conflictos geopolíticos, crisis energéticas y problemas económicos.

El acceso a tecnologías limpias para cocinar es otro desafío: más de 2.100 millones de personas siguen usando combustibles nocivos para la salud. Si esta tendencia se mantiene, no se alcanzará el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 (ODS 7) de la ONU.

África subsahariana es la región con mayor desigualdad energética: más del 80% de las personas sin acceso a electricidad viven allí.

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Soluciones a la pobreza energética

Acabar con la pobreza energética requiere un enfoque multifacético que combine medidas paliativas y estructurales. Entre las primeras, encontramos programas como el Bono Social de Electricidad y el Bono Social Térmico en España, que brindan ayudas económicas a los hogares vulnerables.

Las rehabilitaciones de viviendas para aumentar la eficiencia energética son otro pilar destacado. Mejorar el aislamiento, cambiar ventanas e instalar sistemas más eficientes de calefacción y refrigeración puede reducir significativamente el gasto energético y mejorar la calidad de vida de las familias afectadas.

A nivel global, se están impulsando iniciativas para aumentar el acceso a energías limpias y sostenibles. Iniciativas como el proyecto de energía descentralizada en África—principalmente a través de energía solar— están siendo clave para llevar energía eléctrica a zonas remotas.

En 2022, los flujos financieros internacionales para apoyar la energía limpia alcanzaron los 15.400 millones de dólares, un aumento considerable respecto al año anterior. Sin embargo, este esfuerzo sigue siendo insuficiente para abarcar la totalidad de las regiones afectadas.

Medidas y acciones necesarias contra la pobreza energética

  1. Políticas públicas y subsidios: Gobiernos y organismos internacionales deben seguir implementando programas como el Bono Social Eléctrico y la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética para disminuir el riesgo de exclusión en los hogares vulnerables.
  2. Rehabilitación energética de viviendas: Mejorar la eficiencia energética de las edificaciones para reducir la cantidad de energía necesaria, adaptándolas a las nuevas exigencias y tecnologías.
  3. Educación y concienciación: Promover medidas de ahorro energético en los hogares, así como la importancia de invertir en electrodomésticos eficientes y formas sostenibles de consumo energético.

La colaboración internacional, las inversiones en energías renovables y el compromiso de los gobiernos con la salud pública y la igualdad social son fundamentales para erradicar este fenómeno que afecta a millones de personas.