Tras la tramitación urbanística completada, la planta de biogás Cobirgy en La Sentiu de Sió (Lleida) da un paso decisivo hacia su ejecución. Impulsada por Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) y Connect Bioenergy, la iniciativa ya cuenta con la aprobación definitiva del PEUA y la autorización territorial pertinente, con el arranque de obras fijado para 2026.
El proyecto transformará un volumen importante de residuos orgánicos ganaderos e industriales en producción de biometano para su inyección a la red, con una capacidad estimada de 200 GWh anuales. Se prevé un tratamiento cercano a 500.000 toneladas por año, posicionando Cobirgy como una de las instalaciones de producción de biometano más relevantes de Cataluña.
Tramitación y calendario de obras
La compañía ha recibido la aprobación final al Plan Especial Urbanístico Autónomo y la autorización de la Comissió Territorial d’Urbanisme de Lleida, comunicadas por la Comissió de Territori de Catalunya el 22 de julio. Además, ya cuenta con la Autorización Ambiental Provisional. El plan contempla comenzar la construcción en 2026, con un plazo estimado de dos años.
En paralelo, el Gobierno catalán ha destacado la iniciativa como proyecto de importancia estratégica por su contribución a la economía circular y a la gestión sostenible del territorio.
En materia laboral, se contemplan hasta 100 empleos durante la fase de obras y 40 puestos estables en operación, sumando ocupación directa e indirecta.
Capacidad, materias primas y producción
La planta procesará aproximadamente 500.000 toneladas anuales de materias primas verdes de proximidad: purín de cerdo, estiércol de vacuno y terneros, gallinaza, subproductos de matadero y otros residuos orgánicos industriales no peligrosos.
El resultado será biometano para su inyección en la red de gas natural existente, con una producción esperada de unos 200 GWh al año, equivalente al consumo de aproximadamente 23.000 hogares.
Se estima que esta operación permitirá evitar entre 76.000 y 80.000 toneladas de CO2 anuales, sustituyendo combustibles fósiles y mejorando la gestión de residuos ganaderos.
Economía circular y valorización del digestato
El diseño incluye una línea avanzada de tratamiento de digestato que elimina patógenos y separa una fracción sólida rica en materia orgánica de alto valor agrícola.
La fracción líquida se transformará en fertilizantes concentrados destinados al mercado local o a la exportación, cerrando el ciclo de nutrientes y ayudando a reducir la presencia de nitratos en suelos y aguas.
La instalación también capturará CO2 biogénico para usos industriales y potencial integración en proyectos Power-to-X.
Implicación del territorio y cadena de suministro
El proyecto cuenta con la adhesión de más de 300 ganaderos de las comarcas de La Noguera, Pla d’Urgell y Urgell, que garantizan más de 400.000 toneladas de deyecciones anuales para su valorización.
El 80% de las explotaciones proveedoras está dentro de un radio de 15 kilómetros, lo que reduce desplazamientos y refuerza una logística eficiente.
Los promotores han avanzado medidas de retorno social, incluyendo una zona deportiva en La Sentiu de Sió, un plan de impulso municipal en Belcaire y becas para estudios en Balaguer.
Operativa, transporte y control de olores
El transporte de materias primas y productos generados, como fibra, digestato sólido y fertilizantes, se realizará mediante vehículos cubiertos o cerrados para evitar la exposición de materiales olorosos al aire durante el traslado.
Además, la planta incorporará un sistema de gestión de olores que cumplirá con los estándares del sector, minimizando posibles molestias en el entorno.
Promotores y contexto empresarial
La iniciativa es promovida por Copenhagen Infrastructure Partners (CIP), una de las principales gestoras de fondos especializados en energías renovables, junto a la desarrolladora local Connect Bioenergy.
Desde su oficina en Madrid, CIP impulsa diversos proyectos estratégicos en España, como parques eólicos en Aragón y el desarrollo de hidrógeno verde Catalina PtX en Teruel.
Con los permitos urbanísticos en regla y los trámites ambientales en curso, Cobirgy se perfila como una pieza importante en la bioenergía catalana: una planta que transforma residuos locales en gas renovable, genera empleo de calidad y contribuye a la economía circular en una zona con alta carga ganadera.
