En los últimos años, la pesca de tiburones en la isla de La Reunión ha sido objeto de intensos debates a nivel científico, político y social. La problemática de los ataques de tiburones en la región, especialmente aquellos perpetrados por tiburones tigre y toro, ha generado gran preocupación, tanto en la comunidad local como entre los turistas que visitan la isla. Este artículo profundiza en la crisis de tiburones en La Reunión, las medidas implementadas por las autoridades locales y el impacto medioambiental de las soluciones adoptadas.
La Crisis de los Tiburones en La Reunión
La crisis de tiburones en La Reunión no es un fenómeno nuevo. Desde 2011, se han documentado una serie de ataques mortales, lo que ha provocado que gran parte del litoral de la isla se cierre para bañistas y surfistas. Los tiburones, principalmente los de las especies tigre (Galeocerdo cuvier) y toro (Carcharias leucas), han sido identificados como los principales responsables de estos ataques. Según algunos informes, La Reunión ha experimentado más ataques mortales de tiburones que cualquier otra región del mundo en la última década.
La creciente preocupación por la seguridad de los residentes y turistas ha llevado a intensificar la pesca de tiburones en la zona. El gobierno francés, en respuesta a estos ataques, autorizó en 2015 la pesca dentro de las áreas protegidas de la isla, una medida que inicialmente estuvo reservada solo para los profesionales, excluyendo a los pescadores tradicionales. Sin embargo, esta medida fue ampliada a zonas de protección reforzada, lo que generó una controversia entre quienes defendían la preservación de la vida marina y quienes priorizaban la seguridad humana.
Causas del Aumento de Ataques
Los tiburones han estado presentes en las aguas que rodean la isla de La Reunión durante siglos, pero los ataques recientes han despertado numerosas teorías sobre las causas de su incremento. Una de las teorías más aceptadas es que la sobrepesca ha reducido las poblaciones de peces en la región, obligando a los tiburones a acercarse a las costas en busca de alimento. Además, la creación de la Reserva Natural Marina en 2007, un área protegida de aproximadamente 3500 hectáreas, ha sido señalada como uno de los factores que ha contribuido al aumento de ataques.
La reserva marina prohíbe la pesca en gran parte de sus aguas, lo que ha favorecido la proliferación de peces pequeños y, por ende, de tiburones. No obstante, estudios recientes han demostrado que aunque los tiburones frecuentan estas áreas, pasan más tiempo fuera de la reserva que en su interior, lo que sugiere que el problema puede estar relacionado con una mayor coincidencia entre humanos y tiburones en zonas de surf y playas.
Además, se ha hablado sobre las diferencias geográficas y topológicas de La Reunión en comparación con la cercana isla de Mauricio. Mientras que Mauricio, con su anillo de arrecifes, ofrece mayor protección natural frente a los tiburones, La Reunión se asoma directamente a las profundidades del océano, lo que facilita la llegada de tiburones a las costas. En efecto, la presencia de tiburones tigre y toro en las aguas cercanas podría estar vinculada a la inclinación de las orillas de la isla, que permite el acceso de estos depredadores desde las profundidades hasta las zonas de surf y natación.
Impacto Medioambiental y Controversias
La intensificación de la pesca de tiburones ha sido muy criticada por ecologistas y científicos que temen por el equilibrio del ecosistema marino en la isla. El tiburón tigre y el tiburón toro, ambas especies en la cima de la cadena alimentaria, juegan un papel esencial en el mantenimiento de la salud de los ecosistemas marinos.
Numerosos expertos han advertido que la pesca a gran escala de estas especies podría desequilibrar el ecosistema marino. En palabras de Hugues Vitry, un renombrado experto en tiburones, «los tiburones no tienen pasaporte», refiriéndose a la capacidad del depredador de moverse libremente entre la isla de La Reunión y otros lugares con características geográficas similares. En su opinión, la presencia de tiburones no se puede erradicar de forma definitiva, y las soluciones deberían enfocarse en la convivencia segura con estos animales, en lugar de su eliminación.
La prohibición del baño en muchas playas también ha generado un fuerte descontento entre los residentes y turistas, afectando directamente la economía local, que depende en gran medida del turismo. Las autoridades han recurrido a medidas adicionales, como la instalación de redes de última generación, el uso de vigilantes de tiburones y la vigilancia con drones, pero estas medidas, aunque han reducido el número de ataques, no han sido suficientemente efectivas.
Medidas de Control y Prevención
A lo largo de los años, la isla de La Reunión ha implementado diversas medidas de control para mitigar el riesgo de ataques de tiburones. Entre las más destacadas se encuentra la instalación de «redes antitiburón», aunque con un coste elevado y una efectividad limitada, ya que en algunos casos aún se han registrado ataques en zonas protegidas.
Otra de las medidas adoptadas ha sido el uso de vigías acuáticos, conocidos en la isla como vigirequins, quienes patrullan las playas y alertan sobre la presencia de tiburones cerca de la costa. Estos vigilantes son parte crucial de los dispositivos de seguridad para los surfistas y bañistas que se aventuran en las aguas.
Los sonares y sistemas de detección electrónicos también han ganado popularidad como mecanismos preventivos. Estos dispositivos alertan a los vigilantes y autoridades locales en caso de que un tiburón se acerque demasiado a las zonas de surf o baño. Además, barreras electromagnéticas están comenzando a usarse de manera experimental para mantener a los tiburones alejados de zonas frecuentadas por humanos.
Pesca Selectiva y Preventiva
Además de las medidas de prevención mencionadas, la pesca selectiva ha sido una herramienta clave en la reducción del riesgo de ataques de tiburones. Esta técnica se practica con palangres horizontales en áreas específicas donde los tiburones tienden a frecuentar y se ha utilizado principalmente para capturar tiburones toro y tigre, las especies más peligrosas para el ser humano en la región.
El objetivo de la pesca selectiva es disminuir la presencia de tiburones en zonas frecuentadas por surfistas y bañistas sin causar un impacto negativo en otras especies no peligrosas que habitan la región. Se han desarrollado también técnicas como los SMART drumlines, dispositivos que permiten la captura controlada de tiburones y la liberación rápida de aquellos que no representan una amenaza.
En algunos casos, los tiburones capturados son marcados y monitoreados a lo largo del tiempo para estudiar sus pautas de comportamiento. Desde 2014, esta práctica ha permitido contribuir al estudio científico de estos depredadores marinos.
Conclusiones sobre la Situación en La Reunión
La problemática de los ataques de tiburones en la isla de La Reunión es compleja y multifactorial. Si bien la pesca intensificada y las diversas medidas de control han reducido levemente el número de incidentes, la amenaza sigue latente. La combinación de factores como la sobrepesca, el cambio geográfico en los ecosistemas y la coincidencia de humanos y tiburones en las costas han empeorado la situación en los últimos años.
La comunidad científica sigue investigando para comprender mejor los hábitos de estos tiburones y encontrar soluciones que permitan la convivencia pacífica entre humanos y depredadores marinos. Asimismo, la implementación de tecnologías de detección avanzadas y la pesca preventiva continúan siendo útiles para reducir los riesgos.
La situación en La Reunión refleja el delicado equilibrio que existe entre la preservación de la biodiversidad marina y la seguridad de los humanos. A pesar de las medidas adoptadas, queda mucho por hacer para garantizar un entorno seguro para locales y turistas sin comprometer los ecosistemas marinos que juegan un papel vital en el equilibrio del océano Índico.