La inversión en biogás acelera en España: proyectos, retos y oportunidades

  • Crecen las inversiones en plantas de biogás en España y nuevas iniciativas empresariales y normativas.
  • Proyectos destacados en regiones como León, Lorca y Andalucía refuerzan el peso del sector en la economía circular.
  • El sector demanda menos trabas burocráticas y un marco regulatorio más ágil para impulsar el desarrollo.

instalación de biogás en España inversión

En los últimos meses, la inversión en el sector del biogás se ha posicionado como una de las apuestas más relevantes dentro del mix energético español. El impulso a este tipo de infraestructuras renovables no solo responde a los objetivos de descarbonización marcados por Europa, sino también al interés por generar empleo y revitalizar el entorno rural. Sin embargo, el desarrollo de nuevas plantas y proyectos todavía se enfrenta a retos regulatorios y a la necesidad de consenso social.

La búsqueda de alternativas sostenibles y modelos de economía circular ha dado protagonismo al biogás, considerado un gas renovable capaz de integrarse en las redes actuales y de sustituir progresivamente al gas natural de origen fósil. Varias regiones han empezado a destacar gracias a sus proyectos emblemáticos, inversiones millonarias y a la participación de cooperativas, empresas y administraciones públicas.

Proyectos destacados y cifras de inversión

principales inversiones en biogás

Uno de los ejemplos más recientes es la tercera fase de la planta de biogás de Gesalor en Lorca (Murcia), que ha recibido autorización municipal para ampliar su capacidad. El presupuesto estimado para esta ampliación ronda los 37,8 millones de euros, con un plazo de ejecución de unos diez meses. La planta, impulsada por la cooperativa de ganaderos Gesalor, procesará más de dos millones de metros cúbicos de purines anuales y el gas generado se integrará en la red local, reforzando la independencia energética de la zona.

Otro polo de actividad lo constituye la provincia de León, donde existen hasta nueve proyectos de plantas de biogás en diferentes fases de tramitación. Aunque solo dos instalaciones en Castilla y León cuentan ya con autorización definitiva, los proyectos más avanzados, como los de Valencia de Don Juan (impulsados por Nortegas y Genia Bionergy), contemplan inversiones de 8 a 26 millones de euros y una capacidad de inyección a la red de distribución que podría cubrir el consumo energético anual de miles de hogares, además de reducir significativamente las emisiones de CO2. Uno de estos proyectos planea producir hasta 93 GWh/año de biometano, generando empleo directo e indirecto en la provincia.

En Andalucía, la apuesta por el biogás y el biometano se ha reforzado con planes para ampliar a cincuenta instalaciones, estimulando la inversión privada y la creación de puestos de trabajo en el entorno rural. Las inversiones en la región superan los 1.400 millones de euros, con el objetivo de descarbonizar tanto el ámbito doméstico como el industrial.

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El papel de las empresas y la economía circular

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Numerosas compañías se están sumando a esta tendencia. Por ejemplo, el grupo Pieralisi, multinacional experta en tecnologías de separación centrífuga, ha optado por invertir más de un millón de euros en España para el ensamblaje local de maquinaria adaptada a proyectos de biogás y otras energías limpias. Esta iniciativa permitirá optimizar tiempos de entrega, reducir costes logísticos y responder a la creciente demanda en mercados como el ibérico y latinoamericano, consolidando además el empleo cualificado en el sector.

Otras iniciativas legislativas y empresariales buscan fortalecer la economía circular mediante la valorización de residuos agrícolas, ganaderos y urbanos. El biogás se presenta como una solución para captar el valor energético de los desechos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aportando ventajas tanto medioambientales como económicas. Aunque España ocupa una posición privilegiada a nivel europeo, todavía se encuentra por detrás de países como Francia, Alemania o Dinamarca en cuanto a implantación efectiva.

Retos regulatorios y demanda de agilización administrativa

El desarrollo de plantas de biogás y biometano en España cuenta con amplio respaldo empresarial y social. Sin embargo, persisten obstáculos, especialmente relacionados con la burocracia y los tiempos de tramitación de licencias. Plataformas como «Gas Verde Sí» reclaman una regulación más ágil y adaptada para facilitar el avance de estos proyectos y contribuir al cumplimiento de los objetivos climáticos nacionales y europeos.

Entre las principales reivindicaciones del sector figuran la agilización de los trámites administrativos, la facilitación de la conexión de nuevas plantas a la red de gas y la creación de un marco normativo que incentive las inversiones y reconozca el valor estratégico del gas verde. Además, es fundamental consensuar con los sectores primario, industrial y energético un modelo de implantación que minimice el impacto ambiental y social, y que fomente la aceptación local de las instalaciones.

El panorama de la inversión en biogás en España vive un momento clave, con proyectos referentes y una apuesta creciente tanto desde el sector público como privado. A pesar de las dificultades administrativas, el potencial para descarbonizar la economía, generar empleo y consolidar la economía circular posiciona al biogás como un pilar estratégico de la transición energética y el desarrollo sostenible en el país.